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La Opinión

México es un país de locos

Desde la llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México: Muchos mexicanos se han acostumbrado a vivir en un
país de locos

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Jacques Coste
Jacques Coste, columnista de Cobertura, describe cómo es el poder en medio de la locura.

Es 26 de noviembre de 2014. El presidente de México, Enrique Peña Nieto, convoca a una conferencia de prensa, a las siete de la mañana, en el Salón Tesorería de Palacio Nacional. Lo acompañan varios miembros de su gabinete, entre ellos, Luis Videgaray, José Antonio Meade, Rosario Robles y Salvador Cienfuegos.

También lo acompañan sus invitados de honor: el historiador Enrique Krauze, el comunicador Joaquín López Dóriga, el economista Enrique Quintana, el comentarista Leo Zuckermann y la periodista Danielle Dithurbide.

El Salón Tesorería está repleto de reporteros que esperan entusiasmados que el presidente empiece a hablar. Peña Nieto llega al recinto, toma la palabra y abre el espacio para preguntas y respuestas.

Le pasan el micrófono a una reportera que le pide su opinión al mandatario sobre la cobertura que la prensa internacional le está dando al caso Ayotzinapa. Peña responde, tranquilo y seguro, que no le importa porque nadie lee esos diarios.

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Enseguida, acusa a El País de ser un periódico gachupín sin credibilidad alguna, al New York Times de no tener rigor periodístico y al Washington Post de ser amarillista y lucrar con el dolor humano.

Aprovecha la ocasión para llamar pasquín inmundo a La Jornada y denuncia que Julio Hernández, John Ackerman y Enrique Galván Ochoa están orquestando una campaña en su contra. Los tilda de “golpistas” y señala la nacionalidad estadounidense de Ackerman como motivo suficiente para invalidar su opinión.

Chummel Torres, un youtuber que cubre la conferencia mañanera, pide el micrófono y lanza una segunda pregunta para Peña Nieto: “Presidente, ¿qué se siente estar encabezando la transformación más importante de la historia de México?”.

Peña responde: “Excelente pregunta, sólo te puedo decir que yo no hago nada más que escuchar a la gente y gobernar por el pueblo, con el pueblo y para el pueblo. Las Reformas Estructurales que estamos impulsando cambiarán la vida de millones de mexicanos, pero no en un sentido material, sino en un sentido moral.

Mover a México significa revolucionar las conciencias y promover la fraternidad universal”. Agrega: “Quienes se oponen a las Reformas Estructurales son conservadores. No quieren el cambio para México, pero están moralmente derrotados: no nos detendrán. Me canso ganso, pero la liberalización del sector energético y la reforma de telecomunicaciones van porque van”.

Chummel contesta: “Gracias por ver por nosotros, Presidente. Los libros de historia tendrán un lugar de honor en sus páginas para usted”.

Un tercer reportero toma el micrófono y le pregunta al presidente que si no haría nada para investigar el caso Ayotzinapa y encontrar a los 43 normalistas desaparecidos. Peña Nieto responde que la Procuraduría Federal es autónoma, pero que confía en que investigará los hechos a fondo. Exhorta a los cárteles de Guerrero a portarse bien y los amenaza: “si no, los voy a acusar con sus
mamacitas”.

Problema resuelto. El presidente da paso al tema estelar de la conferencia de prensa. Le pide a su vocero Eduardo Sánchez que presente la Guía Ética para Mover a México.

Emocionado, Sánchez le agradece al mandatario y comienza la presentación del documento. Tras una breve introducción, le pasa la palabra a Krauze, quien expone algunos puntos. Luego es el turno de López Dóriga y así sucesivamente con el resto de los invitados de honor.

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En sus intervenciones, los invitados se ven conmovidos y resueltos, y no paran de agradecer al “licenciado Peña Nieto” por su invaluable apoyo para impulsar esta iniciativa. Le dicen que su gobierno representa el verdadero despertar moral de México: el presidente es el único que comprende el espíritu y el deber ser de la nación.

Los preceptos de la Guía son de incomparable creatividad, originalidad y modernidad: el amor al prójimo es la esencia del humanismo; no se debe humillar a nadie; no se debe enfrentar el mal con el mal; ser fraterno es hacer propios los problemas de los demás; el poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás; la familia es la principal institución de seguridad social del país, y así varios más.

Como se puede ver, son principios que responden a las realidades y las necesidades de las sociedades contemporáneas. Gozan de una actualidad y una aplicabilidad bárbaras. Contribuirán a mejorar significativamente la vida de los mexicanos. Los purificarán y los unirán en un abrazo lleno de calor fraterno.

Después de que sus invitados exponen el contenido de la Guía, el presidente aclara que el documento se elaboró después de “recoger el sentir del pueblo”, y anuncia que se distribuirá entre la población de adultos mayores para que sean ellos quienes se lo transmitan, de viva voz, a sus hijos y a sus nietos. Nada como la sapiencia y la bondad de nuestros ancianos para purificar a las siguientes generaciones.

¿Verdad que esto no es normal?

Nos hemos acostumbrado a vivir en un país de locos.

Se usó el nombre de personas reales para darle mayor verosimilitud y ambientación a esta historia, pero los hechos aquí relatados son totalmente ficticios. Los personajes no participaron en ninguno de estos actos.

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