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La Opinión

Los ganadores y perdedores políticos de la crisis del Covid-19

Arturo Herrera y Alfonso Romo no han salido bien librados de la crisis del Covid-19, mientras que de Graciela Márquez Colín nada se sabe, incluso se puede decir que vive en silencio

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Jacques Coste

La pandemia del coronavirus (Covid-19) sigue avanzando en México y sus consecuencias más desastrosas, tanto en materia de salud pública como en términos económicos, aún están por verse. Sin embargo, en medio de esta crisis Marcelo Ebrard y Hugo López Gatell han salido ganando y otros como Graciela Márquez Colín o Arturo Herrera Gutiérrez sufren pérdidas significativas.

La respuesta del gobierno del gobierno de Andrés Manuel López Obrador a la pandemia ha sido desastrosa. Esto ha abierto ventanas de oportunidad para algunos actores políticos y ha derrumbado las aspiraciones de otros.

A continuación, se enlistan los principales ganadores y perdedores de esta crisis a nivel político.

Ganadores

1) Marcelo Ebrard

El canciller es quien más réditos políticos ha obtenido de esta crisis del Covid-19.

Sabemos que el presidente López Obrador “no gobierna por cargos, sino por encargos”. Es decir, delega responsabilidades a su “gente de confianza” independientemente de si esas tareas están en línea con el cargo formal que ostenta el funcionario en cuestión.

El secretario de Relaciones Exteriores cumplía con una amplia gama de labores extraordinarias y ajenas a las responsabilidades formales de su cargo desde el año pasado, como, por ejemplo, liderar la política migratoria de México, que formalmente es facultad de la Secretaría de Gobernación.

Durante la crisis del Covid-19, Ebrard ha consolidado su posición de jefe de gabinete de facto, tanto así que los analistas ya lo llaman “el supersecretario” o “el vicepresidente” y AMLO ha dicho en diversas ocasiones que “cuando yo no estoy, Marcelo se queda a cargo”.

Con un López Obrador acorralado y abrumado, Ebrard se ha alzado como el líder de la respuesta gubernamental, en términos de política interna, frente a la pandemia. Es uno de los ganadores.

Sin embargo, “el supersecretario” debe tener cuidado. Tiene mucho que ganar, pero también mucho que perder.

Debe conducirse como equilibrista en cuerda floja: al tiempo de cumplir con los “encargos” del presidente, debe cuidar su imagen y su reputación si quiere ser el sucesor de López Obrador, pues la opinión pública cada vez lo asocia más y más con las acciones del gobierno frente a la pandemia.

Si el gobierno no sale bien librado de esta crisis del Covid-19, Marcelo tampoco lo hará.

2) Hugo López-Gatell

Ya escuchamos hablar al subsecretario de salud cada tarde (y muchas veces también por las mañanas), y todos estamos un poco saturados de él, por lo que seré muy breve con su caso. Es el líder de la respuesta gubernamental frente a la pandemia en materia sanitaria. En los hechos, es el secretario de Salud y se rumora que muy pronto también lo será formalmente. Es uno de los ganadores.

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3) Los gobernadores

Los mandatarios locales son ganadores al beneficiarse de la inacción y la ineficacia del gobierno federal. Al no haber una respuesta coherente y coordinada desde el centro, cada gobernador ha tenido que actuar por cuenta propia para combatir al Covid-19 y sus efectos económicos en cada entidad federativa.

Algunos gobernadores han destacado especialmente, han aumentado su presencia en medios y se han ganado la confianza de sus ciudadanos. 

Esto ha ocurrido principalmente con mandatarios locales de partidos de oposición, pero también ha habido casos notables de morenistas, como Claudia Sheinbaum.

La jefa de gobierno es una de las pupilas predilectas del presidente López Obrador, pero, en los últimos días, se ha distanciado ligeramente de las políticas del gobierno federal al implementar medidas más estrictas que aquél (aunque no hay que exagerar, no se trata de un rompimiento). Además, la comunicación política de Sheinbaum ha sido mucho más clara, concisa y efectiva que la del Ejecutivo Federal, lo que también le ha valido elogios periodísticos a la mandataria capitalina.

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4) Enrique Alfaro

El gobernador más destacado ha sido Enrique Alfaro, de Jalisco, quien pertenece a Movimiento Ciudadano. Es el mandatario local con mayor presencia en medios a nivel nacional y se ha convertido en la voz opositora más sonora contra la ineficacia del gobierno federal, y por ello se encuentra entre los ganadores.

Ha denunciado constante y consistentemente que la Secretaría de Salud no quiere que se realicen más pruebas de Covid-19 y quiere contener el flujo de información sobre los casos confirmados. Sus denuncias han ganado credibilidad gracias a que la respuesta de su gobierno ha sido una de las más eficientes a nivel nacional.

5) Las fuerzas armadas

El Ejército y la Marina son de los máximos ganadores en términos de poder e importancia política, no sólo de esta crisis del Covid-19, sino de todo el gobierno de López Obrador. Al desempeñar tareas de todo tipo (desde seguridad pública hasta construcción de obras de infraestructura), las fuerzas armas se convertido en una de los pilares del proyecto político lopezobradorista.

Perdedores

1) Arturo Herrera y Alfonso Romo

El secretario de Hacienda es el máximo perdedor de esta crisis. Tras el “plan de reactivación económica” que el presidente anunció el domingo, quedó claro que Herrera tiene nula capacidad de influir en las decisiones de López Obrador.

El presidente no lo escucha y no lo toma en cuenta. Carlos Urzúa renunció a la cartera el año pasado por estos mismos motivos. Desde que Herrera tomó las riendas de la Secretaría, se puso en duda si lograría hacer entrar en razón al presidente. No lo logró.

Se rumora que Herrera renunciará en los próximos meses y Raquel Buenrostro, la actual jefa del SAT, ocupará su lugar. Eso representaría una victoria para los “duros” de Morena en el interior del gabinete.

El caso de Alfonso Romo es similar. Se suponía que el jefe de la oficina de Presidencia sería un asesor económico importante y el vínculo entre el gobierno federal y el empresariado nacional. Romo ha fracasado en ambos rubros: sus observaciones sobre la economía han encontrado oídos sordos y el presidente le dio la espalda al sector privado en su “plan de reactivación económica”.

2) Los secretarios “florero”

Se trata de los titulares de Economía, Gobernación, Salud y Seguridad, Graciela Márquez, Olga Sánchez Cordero, Jorge Alcocer y Alfonso Durazo, respectivamente. Son secretarios “florero” porque son de adorno y han mantenido un silencio en esta crisis del Covid-19.

Cada vez tienen menos peso en el gobierno federal, cada vez aparecen menos en las mañaneras y sus facultades formales están siendo absorbidas por otras figuras políticas, ya sean titulares de otras Secretarías (como es el caso de Ebrard que cada vez asume más tareas de Gobernación) o subsecretarios de su misma dependencia (como el caso de López-Gatell en salud).

Probablemente algunos de ellos serán relevados al pasar esta crisis o incluso durante ella. El caso de Sánchez Cordero es sumamente significativo. La Secretaría de Gobernación pasó de ser la segunda en importancia (después de Hacienda) a ser prácticamente irrelevante.

¿Qué hay del presidente López Obrador en la crisis del Covid-19?

Algunos analistas temen que AMLO saque su talante autoritario y centralista en esta crisis, al aprovechar la coyuntura para fortalecer la figura presidencial y asumir facultades extraordinarias que después se conviertan en ordinarias.

Esto han hecho líderes como Rodrigo Duterte en Filipinas, Viktor Orbán en Hungría, Benjamin Netanyahu en Israel o Vladimir Putin en Rusia.

No descarto la posibilidad de que López Obrador haga lo mismo, pero veo más probable que ocurra lo contrario. Tomando en cuenta las carencias que ha demostrado durante la pandemia (falta de liderazgo, inflexibilidad ideológica, ignorancia económica, egocentrismo, minimización de la pandemia, etc.), pienso que su figura saldrá altamente desprestigiada de la crisis, la autoridad presidencial se debilitará y su proyecto centralizador sufrirá un duro golpe.

En resumen, mientras la crisis del Covid-19 crece y crece, el presidente se empequeñece.

Por: Jacques Coste Cacho

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