La desaparición de los fideicomisos alienta la fuga de cerebros en México

Tijuana, Baja California. La fuga de cerebros es un riesgo latente y es posible que aumente la cantidad de científicos mexicanos que desarrolle proyectos fuera del país con la eliminación de fideicomisos de apoyo a la ciencia propuesto por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, consideró la politóloga Denise Dresser.

La llamada fuga de cerebros sería una constante en México por al apoyo nulo o mínimo que recibirían del gobierno federal, tal como ocurre con el Colegio de la Frontera Norte (Colef) de Tijuana, que no tendrán acceso a recursos económicos que también les permitía conseguir fondos internacionales.

“Veo un panorama muy preocupante. La eliminación de fideicomisos de decidió arbitrariamente, sin un diagnóstico”, refirió a Cobertura 360.

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El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) admitió en 2019 una fuga de cerebros de 30 mil talentos, es decir, esa es la cabtidad de investigadores mexicanos que trabajan en el extranjero, por falta de oportunidades en nuestro país.

“Sin haber auscultado los 109 que se han cancelado y va a llevar a un contexto de recursos escasos”.

La idea del gobierno es destinar los recursos directamente a los beneficiarios, es decir, los becarios.

“Por más que el gobierno insista en que se va a aprobar a los auténticos científicos, auténticos creadores, el hecho es que no sabemos cómo se van a repartir los fondos”, señaló la docente y articulista.

Además de El Colef, en Baja California se encuentra el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, que tendría afectaciones económicas y en el desarrollo de iniciativas científicas.  

A juicio de la politóloga, la propuesta de los diputados implica que los institutos de alta investigación y desarrollo de tecnología de punta no recibirán los recursos económicos que forman parte del presupuesto anual para los proyectos.

“El hecho de que el presidente se refiriera a los científicos como ladrones, vividores, denota un clima de animadversión con respecto a la ciencia, tecnología y la innovación, que va a producir que muchos se vayan, abandonen la ciencia”, argumentó Dresser.  

La eliminación de subsidios a la ciencia y tecnología se da en el marco de una pandemia del Covid-19, en la que se demandan soluciones por parte de la ciencia para frenar los contagios que han provocado 88 mil muertes en México y poco más de un millón de fallecimientos en todo el mundo.

“Me parece desafortunado y no abona a un buen futuro, abona a mayor opacidad, discrecionalidad y un debilitamiento de la comunidad científica cuando México más la necesita”.

En México no hay ni un investigador por cada 10 mil habitantes, a diferencia de Estados Unidos y Alemania, por ejemplo, que cuentan con 70 y 42 científicos por cada 10 mil habitantes, respectivamente. Y ahora se anticipa una fuga de cerebros.

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