El Salvador ataca con drones a la plaga de langostas por devorarse los cultivos de granos

El gobierno de El Salvador inició una contraofensiva con aviones no tripulados y equipos manuales de fumigación contra la denominada langosta Centroamericana (Schistocerca piceifrons piciefrons) por atacar a cultivos de granos básicos y a unas 400 especies de plantas.

“Esta es parte de una respuesta anticipada que el Gobierno está dando a una plaga que ya se está generando en varias partes del mundo”, Nayib Bukele, presidente de El Salvador, en una conferencia de prensa en una localidad rural del departamento central de San Vicente.

Bukele ordenó que la vigilancia se extienda a toda la zona fronteriza que presente las condiciones para la llegada de las langostas desde los países vecinos.

“Debemos inspeccionar todas nuestras fronteras, estar en comunicación constante con los gobiernos de Guatemala, Honduras y, si es posible, de Nicaragua. Si necesitan asistencia, dársela u ofrecerla, porque si el brote sale de una zona cercana a la frontera y avanza 150 kilómetros en un día va a estar aquí”, sostuvo el presidente.

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En El Havillal, unos 160 kms al este de San Salvador, la plaga de la devoradora langosta tiene una presencia mayor en 17 hectáreas donde se encuentra en estado de “ninfa”, una fase temprana que facilita el control porque tiene menor movilidad en alas y patas y no puede alzar el vuelo.

Soldados de la Tercera Brigada de Infantería, con sus uniformes camuflados, cargan en sus espaldas bombas provistas de pequeños motores con los que suben y bajan cerros, lugar de pasto al ganado aplicando el insecticida Malathion.

“Estamos preocupados, si esa langosta no es eliminada perdemos los cultivos”, declaró a la agencia AFP José Portillo, una pequeño agricultor, de 37 años, que acompañado de tres hijos preparaba la tierra para plantar maíz.

Las mangas del insecto herbívoro tienen la capacidad de migrar más de 150 kilómetros diarios. “Es un peligro inminente si no se combate, si permitimos que llegue a la fase adulta podemos tener un problema”, declaró Medardo Lizano, director de Sanidad Vegetal del Ministerio de Agricultura de El Salvador.

Las autoridades del OIRSA tienen registros de plagas en la península mexicana de Yucatán, Belice y Guatemala, que tiene focos en el departamento norteño de Petén y en el cerro Las Víboras, cerca de la frontera con El Salvador.

La proliferación del insecto, según la OIRSA, se debe a las “condiciones climáticas propicias” que han tenido con los temporales provocados por las tormentas tropicales Amanda y Cristóbal entre mayo y junio.

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Centroamérica, con cerca de 50 millones de habitantes en 520 mil km2, desde hace siglos ha sufrido graves daños económicos por la invasiones de langostas, recordó el organismo regional. 

El pasado 25 de junio, el Gobierno brasileño declaró emergencia fitosanitaria en dos de los estados del sur de su país ante el riesgo de que sus plantaciones sean atacadas por una “nube” de langostas que se encuentra en el norte de Argentina y que entró a territorio argentino a fines de mayo procedente de Paraguay.

La otra plaga

Es importante controlar a las langostas, porque el confinamiento voluntario en casa por la pandemia del coronavirus (Covid-19), así como el menor número de personas en las calles, parques, restaurantes y negocios, ha traído un efecto secundario más ratas en las calles.

En El Salvador, este fenómeno está comenzando a ser sensible entre la población, e incluso ha traído luto a Darwin Ramírez, futbolista de la Selección de Fútbol Playa, cuyo padre, José Daniel Díaz, fue mordido por una rata y falleció este jueves 16 de julio.

Díaz decidió que no le amputaran su pie derecho tras ser mordido por el roedor. El padre de Darwin libró una batalla de 15 días, muchos de ellos en el hospital de Sonsonate, contra la infección que le obligaba a perder su pie, según narró el futbolista a la periodista Astrid Mejía.

El progenitor de Ramírez padecía de diabetes, lo cual le complicó la infección. Los médicos le dijeron que tenían que amputar el pie, ya que la infección se propagó rápidamente y no podía sanar. El jugador y su padre residen en la Barra de Santiago, mismo lugar donde recibió la mordida del roedor.

Wilfredo Funes, dueño de Professional Pest, le confirmó al diario salvadoreño Prensa Gráfica, que ha habido un incremento en su trabajo, porque “si antes los clientes llamaban cada dos días, ahora son tres a cuatro clientes al día por este problema”, y describió que esto ocurre porque “en los lugares que han estado cerrados por meses, como comedores y restaurantes, las plagas han hecho fiesta, ya sea de cucarachas y de roedores”, así como zancudos.