La plaga de langosta se convierte en una amenaza para los campesinos de El Salvador

En medio de la pandemia de coronavirus (Covid-19), el presidente de El Salvador, Nayib Bukele movilizó a los ministerios de Agricultura, Salud y Defensa para enfrentar la plaga de langosta centroamericana, que amenaza los cultivos locales.

“Actuemos rápido y detengamos esto, antes de que afecte nuestras cosechas”, manifestó el mandatario en sus redes sociales, a propósito de una alerta emitida por el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa).

Ante el reciente brote el Oirsa pide al Ministerio de Agricultura y Ganadería y a los productores locales “incrementar la vigilancia fitosanitaria para detectar focos y realizar controles oportunos” de la plaga, en el marco de la primera etapa de lluvias que culmina en septiembre.

En redes sociales ya circulan imágenes del milpas y otros sembrados cubiertos por ejemplares de la temible Schistocerca piceifrons piciefrons Walker, célebre por atacar cultivos de granos básicos y a unas 400 especies de plantas.

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El Oirsa llamó a incrementar la vigilancia fitosanitaria para detectar focos y realizar controles oportunos de la plaga, sobre todo por el impacto de las lluvias.

La vigilancia deberá ser mayor en las áreas que sufrieron inundaciones durante las tormentas tropicales Amanda y Cristóbal, el pasado mes.

Según el Oirsa, esta plaga afecta principalmente los cultivos de maíz, frijol, sorgo, soja, cacahuate, caña de azúcar, chile, tomate, cítricos, plátano, coco, mango y también pastizales.

Una langosta de dos gramos de peso consume diariamente entre el 70 y el 100 por ciento de su peso en material fresco, así que una manga de unos 80 millones de individuos puede consumir unas 100 toneladas de alimento verde por día.

Luis Treminio, de la Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo), manifestó que a raíz de la alerta el sector productivo ha comenzado con un monitoreo constante de los cultivos, de acuerdo con el diario salvadoreño Prensa Gráfica.

“Hace dos años hubo una plaga, pero fue focalizada en la zona de oriente y la característica principal de la langosta es que ataca los cultivos después de una sequía”, detalló Treminio al diario salvadoreño.

La expectativa es que con la prevención se pueda combatir la presencia de la plaga y el uso de insecticidas que terminaría por aumentarles los costos de producción en 26 dólares por manzana, dijo Treminio.

“Ahora con esa plaga de langosta, chacuatete o chapulín, lo que se está haciendo es preparando a la gente para que en un ataque determinado los agricultores en conjunto repelan la plaga, de lo contrario si combato la plaga y mi vecino no lo hace, siempre se expande”, detalló Mateo Rendón el coordinador de la Mesa Nacional Agropecuaria.

Los países donde se podría “reactivar” el problema de la langosta son Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, en virtud que desde mayo han sufrido inundaciones, y Costa Rica y Panamá, que en el pasado han tenido la plaga.

Según Rendón los agricultores ya están batallando con la plaga del gusano cogollero, que este año ha resultado más resistente a los insecticidas. “Anteriormente un solo riego de insecticidas se hace y ahora se ha tenido que hacer hasta cuatro riegos para erradicar el gusano cogollero”, mencionó.

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En el caso de maíz se espera sembrar 410 mil manzanas para una producción de 21 millones de quintales y en el caso del frijol se espera 2.8 millones de quintales con 200 mil manzanas cultivadas.

En este momento los productores ya sembraron el 75 por ciento de maíz, el 20 por ciento del frijol y el sorgo se comenzará a sembrar hasta en agosto con una proyección de 3 millones de quintales.

Los productores hacen un llamado al gobierno para que no se realicen más importaciones de contingentes de granos básicos, como los 33 mil toneladas de maíz que le compraron a México.

“Por un lado las plagas, por otro el invierno y autorizan importaciones, eso no bota los precios de los productores y hay que fomentar la agricultura nacional”, destacó Treminio.

El problema es que El Salvador experimenta un fuerte rebrote de contagios por el Covid-19, con 9 mil 391 casos confirmados de coronavirus, 254 fallecidos y 5 mil 516 enfermos recuperados y ahora se suma la amenaza de la langosta que puede provocar una crisis de hambruna en el país centroamericano.