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Baja California

Sin gente en las calles de Tijuana, regresan patos canadienses para anidar

Ante la ausencia de gente por la pandemia de Covid-19, una pareja de patos canadienses decidió empollar cuatro huevos en una jardinera de la Preparatoria Federal Lázaro Cárdenas de Tijuana

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patos canadienses
Los patos canadienses solían llegar a Tijuana pero la actividad humana hizo que por muchos años dejaran de verse. Crédito: Korina Sánchez

TIJUANA, Baja California. Dentro de las experiencias que ha dejado a los tijuanenses el período de cuarentena, que llega a los 77 días de aislamiento social, algo se encuentra el regreso de algunas especies animales a Tijuana, que hoy se encuentran libres del movimiento cotidiano de la ciudad. Una de estas especies son los patos canadienses.

En la Preparatoria Federal Lázaro Cárdenas de Tijuana (PFLC), una de las más antiguas de la ciudad fronteriza, que fue en los años 20 y 30 un casino, una pareja de patos canadienses regresó como antaño solían hacerlo para empollar cuatro huevos en una de las jardineras del estacionamiento de la escuela.

Aquí la historia descrita por el director de la escuela preparatoria, José Cruz Holguín Ruiz.

“Tenemos en la PFLC como huéspedes a una pareja de patos canadienses que anidaron en un camellón del estacionamiento. La pata cuida de sus cuatro huevitos en el día y el pato regresa por la tarde para pasar la noche juntos, a decir de los vigilantes.

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Este hermoso acontecimiento tiene su antecedente en que desde hace muchos años en cada primavera han llegado patos canadienses a la alberca de Aguacaliente; aun en tiempos en que la alberca estuvo abandonada y sólo tenía agua de lluvia estancada y putrefacta. En ese entonces llegaron a visitarnos una media docena de patos que eran la alegría de los que tuvimos la fortuna de verlos nadar en nuestra alberca.

Después, cuando la alberca empezó a funcionar de nuevo y estaba llena de agua tratada con químicos , ya no se quedaron ahí; ocasionalmente llegamos a encontrar a uno o dos patos nadando.

Ahora que la alberca está en reparación y que no contiene ni agua podrida ni tratada, no tienen dónde nadar y sin embargo, llegaron estos dos hermosos patos canadienses, no a nadar pero sí a empollar. Qué pena por estos animalitos que no encontraron agua donde nadar, qué pena porque llegaron en momentos en que a los seres humanos nos azota una pandemia, qué pena porque no escucharán la algarabía de los muchachos, qué pena porque encontraron la escuela vacía.

Pero qué maravilloso que su memoria genética guarde a nuestra Preparatoria como un lugar cálido y agradable para pasar la temporada. Esto, estimados amigos, compañeros, alumnos y exalumnos, es otro ejemplo más de lo que sólo ocurre en la Prepa Federal o en la Lázaro de Tijuana; nombrada así según la generación de antes o de ahora. ¿Recuerdan ese eslogan publicitario? “Sólo en Tijuana hay una escuela que tiene una chimenea en ¨su patio”. Pues esa es nuestra escuela, puro orgullo Jaguar!”

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Así como la pandemia de Covid-19 ha permitido despejar del tránsito de personas de las calles y dar un respiro al planeta tierra, este tipo de experiencias que brinda la naturaleza, como la de los patos canadienses, deben dejar un aprendizaje en el futuro para respetar a las especies y ser responsables del crecimiento ordenado de las ciudades.

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