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El Portal al Inframundo: La escultura olmeca que vuelve a México

Más de 11 mil 771 las piezas arqueológicas, históricas y de carácter etnográfico han sido recuperadas de sus robos

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Luego de más de medio siglo, el Monumento 9 de Chalcatzingo, una imponente escultura olmeca conocida también como el Portal al Inframundo, esculpida hace más de dos mil 500 años, regresó a México.

En la entrega formal de la pieza al pueblo de México, las autoridades de las secretarías de Cultura y de Relaciones Exteriores (SRE), del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de los gobiernos de Morelos y de Jantetelco celebraron el regreso de “una de las piezas más anheladas por nuestro país”.

En la ceremonia realizada en el Museo Regional de los Pueblos de Morelos (MRPM), la directora general de Promoción y Festivales Culturales y encargada de la Dirección General de Asuntos Internacionales, Mariana Aymerich Ordoñez, dijo que este acto es un reconocimiento al legado de las culturas milenarias, y ejemplo de la constante labor del Estado mexicano por recuperar el patrimonio cultural del país, sustraído ilegalmente.

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Refirió que en la actual administración federal, 11 mil 771 las piezas arqueológicas, históricas y de carácter etnográfico han sido recuperadas, como parte de la campaña Mi Patrimonio no se vende, y llamó a los países, autoridades y casas de subasta a defenderlo.

A su vez, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, destacó la política del gobierno del presidente de Andrés Manuel López Obrador, que prioriza que los monumentos arqueológicos se resguarden y exhiban en sus comunidades de origen, como una medida de justicia social y como una herramienta de fortalecimiento de las identidades colectivas.

El antropólogo anunció que el Monumento 9 permanecerá aproximadamente un año en el MRPM, para finalmente retornar al municipio de Jantetelco y al pueblo de Chalcatzingo, donde se trabaja en la readecuación del museo de sitio, a fin de albergar adecuadamente el monolito precortesiano.

Prieto Hernández destacó las gestiones del director del Proyecto Arqueológico Chalcatzingo, Mario Córdova Tello, quien por más de 25 años siguió los pasos de la escultura, reuniendo documentación de sus características, materialidad, de los museos en los que había sido expuesta, al menos en dos ocasiones, en las décadas de los 70 y 90, así como de informes arqueológicos, entrevistas etnográficas, datos del lugar y el modo en que habría sido saqueada a inicios de 1960.

Gracias a esta labor y con el apoyo de la SRE y del Consulado General de México en Nueva York, el caso fue puesto nuevamente bajo escrutinio en noviembre de 2022, dando pie a una nueva investigación de la Unidad de Tráfico de Antigüedades del Distrito Fiscal de Nueva York, misma que logró su confiscación en Denver, Colorado, y su posterior repatriación a México el 19 de mayo de 2023.

El arqueólogo Mario Córdova Tello explicó que el Portal al inframundo”, pieza que impropiamente había sido llamada “monstruo de la tierra”, debido a que, subrayó, el término no existe en la literatura olmeca de Chalcatzingo.

Se trata, abundó, de la representación en piedra de una criatura fantástica con las fauces abiertas. A través de formas geométricas y naturalistas, simboliza el acceso a una cueva, entendida esta no solo como el punto de ingreso al inframundo, sino también como el espacio húmedo, oscuro y primigenio de la existencia humana.

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Detalló que un par de motivos decorativos a la altura de los ojos de la pieza, similares a gotas de agua, y cuatro flores de bromelia talladas alrededor de su boca aluden al concepto mesoamericano de la Montaña sagrada y asocian al Portal al Inframundo con otros rasgos iconográficos presentes en el Monumento 1 o El Rey de la Zona Arqueológica de Chalcatzingo.

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