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El Extranjero

España padece olas de calor y sequías históricas que empujan a una crisis hídrica sin precedentes

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Debido al cambio climático y a la proliferación descontrolada de cultivos de regadío intensivo e industrializados, España se queda sin agua y atraviesa su año más crítico tras sufrir olas de calor y sequías históricas que han dejado a sus ríos, humedales o acuíferos en niveles mínimos.

Organizaciones ambientalistas internacionales alertan de la problemática que significa para el país ibérico la falta de agua y sus consecuencias en el corto plazo, y llaman a exigir a las autoridades medidas urgentes frente a la creciente escasez del líquido y a la población a sumarse conscientemente a su cuidado.

Por un lado, la Asociación para la Defensa de la Naturaleza (WWF/ADENA, por sus siglas en inglés) advierte que las previsiones climáticas apuntan una escasez de agua cada vez mayor, debido al cambio climático y a que los cultivos industrializados consumen 80 por ciento del líquido de España, lo que agotando las reservas hidrológicas.

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Advierte que existe un robo del agua que afecta a miles de hectáreas en España, dañando los recursos hídricos, secando acuíferos, ríos y humedales y poniendo en riesgo el abastecimiento, “ante los ojos de las autoridades responsables de la gestión del agua y de toda la sociedad”.

Estima que España será uno de los países europeos con mayor riesgo de sufrir estrés hídrico crítico en menos de 30 años si no se toman medidas, sobre todo en ciudades como Sevilla, Granada, Córdoba o Murcia.

Llama a buscar un nuevo modelo de gestión del agua en el que la demanda se ajuste a unos menores recursos hídricos disponibles por el cambio climático y se persiga y erradique el saqueo ilegal del agua, para poder garantizarla para la naturaleza y las personas.

Tras afirmar que España es el país con mayor sobreexplotación de agua de Europa, WWF/ADENA señala que actualmente existen más de medio millón de pozos ilegales en el país, ante la impasividad de las autoridades.

Algunos de los casos más graves de este “robo del agua” son el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, un humedal convertido en un claro ejemplo de cómo el desierto avanza en la península Ibérica, y el Parque Nacional de Doñana asediado por más de mil pozos y miles de hectáreas de cultivos de regadío ilegales, refiere.

Para evitar esta problemática, WWF llama a trabajar en acciones que contrarresten la crisis hídrica, como denunciar el robo del agua ante las autoridades, apoyar proyectos piloto de ahorro de agua y promoviendo prácticas agrícolas sostenibles y adaptadas a las actuales condiciones climáticas.

A su vez, la organización ambientalista Greenpeace alerta que como consecuencia del cambio climático, cada vez hará más calor y lloverá menos en España.

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Menciona que siete de las 10 cuencas hidrográficas con mayor sequía de Europa están en España, que 2017 ha sido el año más seco hasta el momento y para 2050 se espera que 27 millones de de españoles vivirán en zonas de estrés hídrico.

Subraya que la intensificación de los episodios de es preocupante por el impacto que tienen en la economía y población españolas, sin olvidar el creciente riesgo de desertificación al que se expone con el cambio climático.

“Es fundamental una gestión de los recursos hídricos que se anticipe y prevea las sequías, permitiendo mitigar sus efectos negativos, tanto ecológicos como socioeconómicos. Es necesario avanzar en eficiencia para garantizar el derecho humano de toda la población al agua, pero generando el mínimo impacto ambiental”, expone.

Considera necesario un trabajo conjunto desde las personas consumidoras hasta compañías de abastecimiento; desde agricultores a las industrias, desde las administraciones locales hasta los grandes organismos internacionales participantes en el ciclo integral del agua potable y de saneamiento.

En Greenpeace, apunta, realizamos un seguimiento constante del estado de las reservas de agua, investigaciones para conocer las consecuencias de la sequía en el medio ambiente y los problemas que acentúan la escasez de agua, como los miles de pozos ilegales que se extienden por todo el país.

Menciona que desde hace décadas busca compromisos de las administraciones en materia de gestión hídrica y denuncian el despilfarro de agua y “apostamos por medidas que nos preparen para los futuros episodios de sequía que están por llegar”.

Exhorta a los españoles a ser responsable con el consumo individual de agua (duchas más cortas, grifos cerrados mientras te lavas manos y dientes, uso correcto de los electrodomésticos) y evitar los productos procedentes de la agricultura y ganadería industriales, que consumen cantidades excesivas del líquido.

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