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La Opinión

Trump y Estados Unidos están en horas decisivas  

La llegada de Donald Trump al poder, en 2017, marcó una nueva era para Estados Unidos en materia de política doméstica, bilateral e internacional,

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Esta semana es clave para las aspiraciones del expresidente de Estados Unidos, el republicano Donald Trump. Desde el primer día que salió de la Casa Blanca se ha dedicado a todo lo legal e ilegal, que está en sus manos, para poder retomar el mando presidencial.  

La llegada de Trump al poder, en 2017, marcó una nueva era para Estados Unidos en materia de política doméstica, bilateral e internacional, pero, sobre todo, sentó las bases del trumpismo, que incómoda a muchos y encanta a otros tantos, de hecho, sacó de las sombras a muchos ultraconservadores. 

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Cuando el magnate asumió el control del país más poderoso del mundo, su política dio un giro muy importante para el contexto internacional –si hoy Trump siguiera en el poder– la suerte de Ucrania estaría sostenida de un hilo, pues precisamente Trump había decidido dar un paso al lado de sus aliados de la OTAN. 

Quizá no estuviera el líder norcoreano, Kim Jong-Un, en una campaña loca tirando misiles para atrapar la atención de alguien. O las cosas con China podrían estar en un escalafón de tensión más alto, en México probablemente ya seríamos abiertamente el patio trasero migratorio. No es que no lo seamos, pero como los actuales gobiernos no son tan empáticos hay una buena resistencia. 

Todo esto queda en el plano de la suposición, lo que sí es real es que hoy por hoy el camino de regreso a la Presidencia de EU está lleno de piedras para Trump, por una serie de hechos irregulares cometidos por él antes, durante y posterior a su mandato.  

No sólo eso, el magnate enfrenta a trumpistas muy fuertes para contender por la Casa Blanca, léase los gobernados de Florida Ron DeSantis o el de Texas Greg Abbott, ambos mucho más radicales que el mismo Trump en materia migratoria y en conservadurismo, posturas encantadoras para el votante que sufragó por el exmandatario presidencial. 

Es altamente probable, que esta semana Trump se entregue o sea detenido sólo por un de sus tantos pendientes legales, el soborno a la actriz porno Stormy Daniels, para que no revelara su encuentro sexual con ella, hacerlo representaría un duro golpe para su popularidad en 2016, en plena campaña. 

Hoy sus abogados dicen que la demanda por ese caso, donde se supone pagó el soborno (130 mil dólares) con dinero de los estadounidenses, es un caso que parece una burla, que no tiene ni pies ni cabeza y más bien es una cacería de brujas para evitar que Trump se vuelva a postular a la presidencia de Estados Unidos. 

Daniels rompió el acuerdo de silencio en 2018 con una entrevista para “60 Minutes”, en donde aseguró haber recibido amenazas para no pronunciarse sobre la relación.  

Demandó a Trump buscando anular el acuerdo de silencio, pero la querella fue desestimada y el juez le ordenó a Daniels pagar casi 300 mil dólares de costos legales incurridos por el magnate de Estados unidos. Ya sabe usted que él nunca pierde, aunque en esta ocasión está por verse. 

Este caso es mínimo, a lo que hizo para tratar de quedarse en la Presidencia arengando a sus seguidores para que atacaran el Congreso de EU, el 6 de enero de 2021, con ello lograría que no se oficializara el triunfo del demócrata Joe Biden y por consecuencia su derrota electoral, de la que dice hubo fraude, pero que nunca ha podido comprobar. 

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Es probable, que no veamos a Trump con esposas o uniforme a rayas, pero la expectativa crece, también es probable que no toque la prisión, pero en plena precampaña lanzada hace una semana, su destino político puede estar marcado hacia 2024, incluso sus hijos que lo acompañaron en su primer cuatrienio y su yerno se han mantenido en un segundo plano, casi invisibles. 

Pero si todo sale bien para Trump, pues sin duda estaría dando un gran paso de regreso a la Casa Blanca, por su puesto con mucha más fuerza y con los grupos de ultraderecha desbordados haciendo campaña por sus mesías, como en su momento ya lo hicieron los Proud Boys.  

En el contexto mundial, pues el regreso de Trump representaría oxígeno puro para el presidente ruso Vladimir Putin y una verdadera preocupación para los integrantes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, un olvido casi absoluto para América Latina, no se diga para Cuba que en su primer mandato le cerró todas las puertas y casi los asfixia. 

Los organismos internacionales, el Acuerdo de París, la guerra en Ucrania pueden tomar un nuevo rumbo. Y quizá saque del olvido a Kim Jong-Un, en fin, el regreso de Trump para bien o para mal puede incluso afectarlo a usted o a mi. O usted ¿qué cree?  

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