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Baja California

Precios históricos: Pescadores de Baja California Sur tiene cifras positivas al final del año

Hubo también una abundancia inusual en varias pesquerías y en algunas regiones.

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Precios históricos: Pescadores ribereños (BCS) tiene cifras positivas al final del año

Para los pescadores ribereños el año 2022 fue bueno debido a que los precios de los principales productos alcanzaron precios históricos, con una creciente demanda de escamas y mariscos en el mercado internacional, particularmente el de China y Estados Unidos, países a donde se exporta prácticamente la totalidad de los productos marinos sudcalifornianos.

Hubo también una abundancia inusual en varias pesquerías y en algunas regiones, tanto de escamas en la zona de Bahía Magdalena y López Mateos como de langosta en toda la costa del Pacífico, desde Isla Natividad hasta Todos Santos.

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Combate a la pesca furtiva

Para el dirigente de la Federación de Cooperativas Zona Centro José Flores, el reto de los pescadores sigue siendo mantener la viabilidad de los recursos a través de un aprovechamiento sustentable y equilibrado, con acciones efectivas de vigilancia para evitar el gauterismo, especialmente con tareas preventivas como las que lleva a cabo la Secretaría de Marina, la Conapesca y el FONMAR en coordinación con otras organizaciones.

Aunque no hay una explicación sólida sobre las causas que dieron origen a este fenómeno, algunos lo atribuyen a la acelerada reactivación de algunos sectores de la economía, especialmente al turismo y particularmente a la de hoteles y restaurantes, luego de dos años de pandemia de Covid-19 que provocaron una drástica caída en el consumo.

Así, durante el 2022 los precios de algunos productos casi se duplicaron como el caso del huachinango entero que en la actualidad se vende hasta en 200 pesos el kilo en playa; otras como la cabrilla llegó hasta los 170 pesos, el filete de tiburón a 60;los pescados considerados de segunda, pasaron de 80 a 120 pesos el kilo en playa, y la langosta a más de 60 dólares el kilo, precios nunca antes registrados.

Con todo y lo anterior, durante el otoño e invierno, los pescadores bajan considerablemente su ritmo de trabajo, debido a que las malas condiciones del clima les impide salir al mar, aprovechando los escasos días favorables para trabajar productos de la temporada como es el caso de rayas y tiburones.

Actividad de grandes contrastes

Con todo y que el saldo del 2022 es favorable para los pescadores ribereños, la actividad sigue marcada por grandes contrastes, entre los pescadores organizados en sociedades cooperativas y pescadores libres.

En el primer caso, con cooperativas que a lo largo de décadas han logrado construir una amplia infraestructura y un modelo de explotación ordenada en pesquerías de exportación de alto valor comercial, y en el segundo, con pescadores que apenas cuentan con una lancha y un permiso, que desarrollan una actividad apenas de sobrevivencia.

Así, las cooperativas de la Zona Pacífico Norte y sus pesquerías de langosta, abulón y caracol siguen siendo referencia nacional no solo por su alta rentabilidad sino también por el beneficio social para sus socios, con pensiones dignas que se integran con aportaciones de los propios integrantes, que sumadas a las del Seguro Social, les permite un retiro digno.

En contraparte, una gran cantidad de pescadores libres trabajan sin seguridad social, y casi todos con pesquerías de escama.

Almeja catarina, de gran impacto

Con respecto a la disponibilidad de los recursos del mar, una de las que mayor impacto económico generan es la de callo de almeja Catarina que se explota en Bahía Magdalena, con una producción record de 6 mil toneladas en el año 2011, y una veda de casi 8 años que terminó en el 2018, luego de que estuvo a punto de desaparecer por causas que no están del todo claras.

Algunos lo atribuyen al cambio climático y otros a la sobreexplotación; alrededor de esta actividad se generan miles de fuentes de trabajo y un impacto no solo en los sitios de pesca sino también en comunidades aledañas.

Esperan el regreso del calamar

Otra de las pesquerías de gran impacto es la del calamar, que desde el 2006 hasta el año 2014 representaba una producción de hasta 180 mil toneladas por temporada, con más de mil pangas trabajando frente a las costas de Mulegé y Santa Rosalía.

Luego de esos años, los cardúmenes no han regresado al Golfo de California, y aunque desde el 2020 se registraron amplias poblaciones frente a Loreto, su reducida talla y el peso de apenas unos 200 gramos por organismo, no permitieron su aprovechamiento.

Con todo y lo anterior, según pescadores que conocen del desarrollo de esta especie, la presencia de estos organismos en el Golfo de California desde el 2020 hasta el 2022, reflejan que hay condiciones para una gran migración en el 2023, quizá similar a la del 2014.

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Hay 6 mil pescadores ribereños

Según datos oficiales, en Baja California Sur son aproximadamente 6 mil los pescadores ribereños –entre cooperativistas y permisionarios- que se dedican a la extracción de diversas especies, entre las que destacan huachinango, jurel, lenguado, verdillo, caricucho, tiburón, mantarraya, cochito, pargo y cabrilla, que en total generan una derrama económica de poco más de 100 millones de dólares al año.

Elías Medina | El Sudcaliforniano

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