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CDMX

Cortinas abajo: Los locales de Insurgentes viven un momento de ajuste inmobiliario

Insurgentes cuenta con una importante actividad en el segmento de oficinas y locales comerciales.

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Las cortinas abajo: Los locales de Insurgentes viven un momento de ajuste inmobiliario

De día o de noche, los locales con cortina abajo de la avenida Insurgentes, en su tramo de la Glorieta hasta Viaducto, no pasan desapercibidos. Son 39 los espacios que actualmente están vacíos ante el reciente dinamismo inmobiliario en la Ciudad de México y por problemas jurídicos.

El Sol de México recorrió la avenida en horarios distintos para contabilizar los espacios vacíos. De los 39 locales desocupados, pocos tienen letreros de renta, otros lo tienen pero por el sol o la lluvia se borró el número para pedir informes.

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El pasado viernes la panadería La Espiga, fundada en 1945 por Antonio Ordóñez Ríos en la esquina de Baja California y Avenida Insurgentes, cerró sus puertas. La empresa no detalló la razón de su despedida, sin embargo, sus clientes advierten la transformación en una nueva plaza comercial o en vivienda.

Entre los casos más recientes de cierre también está el local de la Taquería Orinoco, ubicada en el número 253 que en su cortina tiene un letrero que dirige a los clientes a sus otras sucursales. Fernando, quien trabaja junto a este espacio, asegura que fue común ver esos cierres después de que llegó la pandemia por Covid-19.

En el número 179 de la misma avenida estaba el bar Gato Calavera. Durante 11 años recibió a sus clientes con música en vivo, algo que hacía que las filas y aglomeraciones de gente llenarán la banqueta.

Debido a la pandemia cerraron sus puertas en agosto del 2020 y hasta la fecha no han podido abrir ni reubicarse.

“En estas épocas de total incertidumbre la vida puede cambiar de un día a otro, sin embargo debemos resistir y ser fieles a nuestros sueños, no dejarnos derrotar…

Ayer (17 agosto 2020) fue el último día que Gato Calavera abrió sus puertas, el dueño del local pidió su local hace tres días ya que no es redituable en estos tiempos un foro cultural/restaurante con una capacidad de 30% , nos vamos agradecidos y con la frente en alto”, mencionaron en sus redes al momento del cierre.

En dirección sur a norte, la constante en locales cerrados fueron boutiques y diseños de vestidos con cuatro negocios de ese giro.

La razón de este vacío, consideran los expertos, se debe al dinamismo inmobiliario que vive la Ciudad de México en la temporada de reactivación económica.

“La Ciudad de México es una plaza con un importante dinamismo inmobiliario en el mercado nacional donde distintos centros de negocio y empleo son nodos de atracción, inversión y actividad comercial. Entre ellos se encuentra el corredor

Insurgentes; con una importante actividad en el segmento de oficinas y locales comerciales. Actualmente estos segmentos se encuentran en una fase de ajuste post-pandemia”, consideró Leonardo González, agente real estate del portal Propiedades.com.

“Vive un momento de reconfiguración comercial detonado por el proceso de consolidación de nuevas plazas, colonias y segmentos habitacionales, como el medio”, dijo.

“Esto impulsado por la opción de realizar homeoffice ha permitido que la competencia por las cuotas comerciales entre las nuevas zonas del mercado y los corredores tradicionales se haya intensificado, lo que ha provocado un ajuste en los precios, esquemas contractuales y público objetivo comercial”, destacó.

Comparado con otros corredores comerciales, González explica que Insurgentes Centro aún muestra un elevado grado de atractivo, aunque está viviendo un proceso de ajuste a un nuevo ciclo inmobiliario y comercial.

“Para 2023, cabría esperar un mayor dinamismo comercial, lo que permitirá cerrar nuevas transacciones de estos espacios comerciales en la ciudad”, dijo.

A diferencia de estos locales hay otros, como los ubicados debajo del edificio Canadá, que están vacíos desde hace al menos 10 años.

La indeterminación jurídica de este edificio, que también resultó dañado por el sismo de 2017, afecta su oferta comercial. “Esta situación derivada de alguna indeterminación limita la viabilidad de uso y ocupación de estos inmuebles; esto a pesar de contar con una ubicación con una alta rentabilidad comercial y un flujo de clientes elevado por la zona”, agregó González.

Margarita Andrade | El Sol de México

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