México cae del lugar 8 al 63 en ranking mundial de energías limpias: Santamarina y Steta

Durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, México se desplomó del lugar 8 al 63 entre los mercados emergentes que manejan de manera eficiente sus inversiones destinadas a la transición energética, debido a la falta de una política de eliminación de combustibles fósiles, expuso Juan Carlos Machorro, especialista de la firma legal Santamarina y Steta.

El experto en el sector energético dio a conocer que de acuerdo con los resultados del índice Climatescope, anunciado por BloombergNEF, México ocupa el sitio número 90 en el ranking global, lo que “son muy malas noticias para nuestro país”.

El índice proporciona información relacionada a políticas de energía limpia y condiciones financieras que pueden derivar en inversiones de capital y en el desarrollo exitoso de proyectos.

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Prevé información detallada de 136 mercados alrededor del mundo, incluyendo 107 mercados emergentes y 29 países de economías desarrolladas, abarcando todas las naciones con una población superior a dos millones de habitantes.

Juan Carlos Machorro lamentó que en México las inversiones en energías limpias han sufrido una estrepitosa caída de cinco mil 893 millones de dólares en 2017 a 705 millones de dólares en 2021.

“¿La razón? Nuestro país no cuenta con un objetivo de energía neta cero, no tiene una estrategia de descarbonización de largo plazo y tampoco cuenta con una política de eliminación de combustibles fósiles”, explicó.

Señaló que aun cuando la reforma energética de 2014 incrustó el apoyo indiscutible a las energías renovables, el progreso y la evolución del mercado y el apoyo a las energías renovables se estancó en la actual administración, que ha desafiado a la reforma energética mediante el bloqueo al crecimiento de las energías renovables, en aras de apoyar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Recordó que en 2012 México asumió el compromiso de generar 35 por ciento de electricidad a partir de fuentes limpias para 2024, autorizando en 2014 el mercado de certificados de energías limpias (CELs) e introduciendo el compromiso de consumo de energía limpia a cargo de grandes consumidores, incluyendo a CFE.

Sin embargo, apuntó, casi desde que inició, el gobierno de López Obrador ha socavado el desarrollo de las energías limpias y la participación de los inversionistas privados en el sector energético.

“Canceló el programa de subastas de largo plazo, canceló licitaciones necesarias en materia de transmisión, intentó diluir el mercado de CELs modificando sus reglas de operación (otra vez, en aras de privilegiar a CFE), hizo a un lado objetivos de energía limpia y eliminó los beneficios del régimen legado aplicable a plantas de energía eólica y solar”, precisó.

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Además, en forma ominosa, esta administración emitió regulación que bloquea la participación de energías renovables en el sistema y envió iniciativas de reformas legales y constitucionales que devuelven el control del mercado a CFE. No hay ninguna sorpresa, enfatizó.

El especialista detalló que 56 por ciento de los mercados emergentes ha adoptado políticas para realizar subastas de largo plazo para contratos de suministro de energías limpias, cuando en México, entre 2016 y 2017 tuvieron lugar solamente tres subastas eléctricas de largo plazo contratándose un total de 19.8TWh de energía limpia, 1.8GW de potencia en firme y 20.6 millones de CELs.

Indicó que la cuarta subasta, que debía realizarse en noviembre de 2018, fue retrasada en varias ocasiones hasta ser definitiva e inexplicablemente cancelada en enero de 2019.

Expuso que las subastas incluyeron un ajuste a la tarifa por hora para premiar o penalizar la generación intermitente, basada en necesidades del sistema y un ajuste de precio nodal que da prioridad a los proyectos en zonas en las que los costos de generación son mayores, con miras a reducir costos generales del sistema.

“En su momento, las subastas arrojaron tarifas récord a nivel mundial en beneficio del sistema y de los consumidores mexicanos”, señaló.

El especialista advirtió que mientras estos indicadores dan cuenta puntual de la destrucción de valor de este sector en México, la Cumbre sobre Cambio Climático de la ONU, COP 27 llegó a su final en medio de un panorama preocupante e incierto en el que los esfuerzos siguen siendo insuficientes, aunque México haya presentado nuevas propuestas.

“Estamos nuevamente en la presencia de antinomias que se han vuelto costumbre en nuestro país. Resulta sencillamente impensable lograr estas metas sin un cambio drástico de rumbo en las políticas aplicadas por esta administración en el sector energético, como resulta impensable salir bien librados del proceso de consultas al amparo del T-MEC y de otras consultas y arbitrajes de inversión que se activen en el futuro próximo”, puntualizó.

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