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Inteligencia Artificial

Un planeta enano está visible desde la Tierra

Aunque en estas fechas se encuentra en una zona del cielo fácil de ubicar, se necesita un telescopio y un lugar obscuro para observarlo

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Foto: NASA / JPL-Caltech

Ceres es un astro muy pequeño, es 13 veces más pequeño que la Tierra y casi la tercera parte de la Luna. Mide 952 kilómetros de diámetro, mientras que la Luna tiene tres mil 474 kilómetros.

Tiene una atmósfera tenue de vapor de agua. Tarda 1.7 años en darle una vuelta al Sol. Se encuentra a 418 millones 874 mil kilómetros del Sol (2.8 UA, Unidad Astronómica, es la distancia Tierra/Sol, 150 millones de kilómetros) y a 269 millones 276 mil 200 kilómetros de la Tierra (1.8 UA). Ceres refleja apenas 0.09 por ciento de la luz que recibe del Sol. Esto lo convierte en un objeto difícil de observar, pero no imposible.

En las noches de noviembre, a partir de las nueve de la noche, hay que ver a simple vista al este u oriente, en la misma dirección por donde en las mañanas sale el Sol, al cúmulo estelar más famoso de todos, las Pléyades, debajo de él brilla la estrella roja, Aldebarán de la constelación del Toro o Tauro. Sobre Aldebarán y nada lejos brilla Ceres. Tanto las Pléyades como Aldebarán se observan a simple vista, no así Ceres, que sólo está al alcance de telescopios.

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Desde las 10:30 de la noche, Orión emerge también por el este. Al centro de Orión brillan las tres estrellas del Cinturón de Orión o los Tres Reyes Magos. Hay que unir las tres estrellas con una línea recta y extender esa línea hacia arriba y hacia abajo de Orión. Hacia abajo nos llevará a la estrella más brillante de todas, Sirio de la constelación del Can Mayor. Hacia arriba de Orión, la línea pasará cerca de la estrella roja Aldebarán, y más arriba llegará al cúmulo estelar de las Pléyades.

Al sur del Cinturón de Orión brilla la Nebulosa de Orión, visible también a simple vista, aunque con un telescopio o binoculares se aprecia mejor a la nebulosa y a las Pléyades. Además, descubrirá que a un costado de Aldebarán hay otro cúmulo estelar, las Hyades.

Una vez que reconozca a Aldebarán, arriba brilla el tenue planeta enano Ceres. Recuerde que algunos telescopios voltean la imagen. Ceres se ve como un puntito solido de medio brillo. Puede que no lo reconozca al principio, pero si observa por tres o cuatro días, notará que se aleja de Aldebarán.

El 1 de enero de 1801, el primer día del siglo XIX, el astrónomo Giuseppe Piazzi, observando desde Palermo, Italia, vio un tenue lucero desconocido, al seguirlo unos días, notó que se movía. Informó a otros astrónomos, pero la lentitud del correo hizo que cuando lo buscaron, ya no estaba en donde Piazzi lo había observado.

Por fortuna, Karl Friedrich Gauss, el Príncipe de las Matemáticas, se encontraba deduciendo un método matemático de las órbitas con sólo tener pocos datos, justo el caso de Piazzi. De tal suerte, que el 31 de diciembre del mismo año, el escurridizo objeto reapareció.

El nuevo astro se encuentra entre la órbita de Marte y Júpiter. En los siguientes años, los astrónomos descubrieron más objetos en la misma zona. Año tras año, una nueva estructura desconocida hasta entonces apareció pieza por pieza. El Cinturón de Asteroides se revelaba.

Piazzi bautizó al objeto como Ceres, en honor a la diosa romana de la agricultura y patrona de Sicilia. De su nombre viene la palabra “cereal”. Mientras que la palabra Ceres proviene de la palabra protoindoeuropea ker, que significa, crear o crecer.

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Ceres fue considerado planeta en la primera mitad del siglo XIX, después pasó a ser un asteroide, el más grande en el Cinturón de Asteroides. A partir de 2006, se convirtió en planeta enano, el único ubicado a menor distancia de Neptuno y el único en el Cinturón de Asteroides.

Desde 2015, la sonda espacial Dawn de la NASA se encuentra orbitando a Ceres. Dawn ha descubierto depósitos salinos, lo que lleva a pensar en la existencia de un océano líquido en el subsuelo.

Siendo Ceres una diosa de la agricultura, L’Union Astronomique Internationale (UAI) nombró la topografía de Ceres con nombres relacionados a la agricultura, provenientes de varias culturas del mundo.

En particular, los nombres de culturas mesoamericanas utilizados para sus cráteres son: Centeotl, dios o diosa azteca de la agricultura y el maíz. Cozobi, dios y diosa del maíz y el alimento abundante, de la cultura zapoteca. Homshuk, dios olmeca popoluca del primer brote del maíz. Lociyo, dios de la cultura zapoteca, regente del rayo, el agua, la agricultura y del crecimiento del maíz y los demás cultivos. E Ixtapan, lugar sobre la sal o sobre lo blanco de la sal, Ixtapan de la Sal es un centro de descanso en el Estado de México.

Con un cielo obscuro y un telescopio aproveche la oportunidad de observar a Ceres, en el proceso, observará hermosos objetos del cielo nocturno.

Germán Martínez Gordillo Sociedad Astronómica de Puebla / El Sol de México

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