México produce su cerveza con energías limpias

La industria cervecera de México se pintó de verde desde hace casi cuatro años, pues la mayoría de la cerveza se produce con energías renovables, principalmente eólica y solar.

La directora general de Cerveceros de México, Karla Siqueiros, subrayó que esta forma de producción y consumo de energía proviene de los compromisos que las grandes empresas han adoptado para disminuir los gases contaminantes.

La directiva del organismo que engloba a empresas como Heineken, Grupo Modelo, Minerva, Beer Factory, Baja Brewing, entre otras, señaló que esta iniciativa tiene beneficios para el medio ambiente y la población.

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Asimismo, tiene un impacto positivo para los consumidores finales, toda vez que la producción de cerveza está garantizada ante posibles apagones, como ocurrió a inicios de año en el norte del país.

“En los últimos años, nuestra industria ha invertido mucho en ser y contar con plantas sustentables y sostenibles. Aún con apagones de electricidad, la producción de cerveza está garantizada en 2021”, resaltó.

A mediados de febrero, el país sufrió interrupciones en el suministro de gas natural, proveniente de Texas, debido a una serie de heladas que causaron afectaciones en el suministro.

Esto provocó que varias empresas en el norte de México tuvieran apagones de electricidad y frenaran su producción. Entre las industrias más afectadas por estos hechos destacó la automotriz.

En esta región se encuentran dos plantas de Grupo Modelo, una de Baja Brewing, otra de Wendalandt, al igual que cuatro plantas de Heineken, por mencionar algunas.

La marca alemana Heineken, dueña de marcas como Indio, Tecate, Dos Equis, Sol, entre otras, es una de las principales marcas en ocuparse dentro de los temas sustentables, pues actualmente cuenta con siete plantas en el país que operan bajo energías renovables.

Monterrey, Orizaba, Tecate, Toluca, Guadalajara, Navojoa y Meoqui son los puntos en donde la empresa tiene ubicadas sus plantas que operan, principalmente, con energía solar y eólica.

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La firma también tiene modelos de reciclaje para aprovechar el vidrio de sus envases, así como la creación de refrigeradores o enfriadores que consuman el mínimo de energía.

Su más reciente innovación, junto con Coca-Cola Femsa e Imbera, fue implementar Wi-Fi en los refrigeradores para apoyar la conectividad en las regiones apartadas del país.

Otro caso es el de Constellation Brands, que genera 9.0 por ciento de la electricidad de su planta cervecera de Obregón con parques eólicos.

También está su cervecera de Nava, donde 4.0 por ciento del total de la energía se obtiene de biogás generado en los digestores anaerobios de la planta de tratamiento de aguas residuales.

Para todas estas tareas, las industrias extranjeras trabajan de la mano con las mexicanas, como en el caso de Iberdrola y Grupo Modelo.

En 2019, la firma española puso en funcionamiento su segundo parque eólico en el estado de Puebla para cubrir una parte importante de las necesidades energéticas de Grupo Modelo, propiedad de la empresa AB Inveb.

El parque eólico PIER tiene una potencia instalada de 220 megavatios (MW) y suministra a Grupo Modelo, aproximadamente, 490 Giga Watts-hora (GWh) al año, como consecuencia de un acuerdo firmado en marzo de 2017 entre estas dos compañías.

La proveeduría de electricidad renovable permitirá permitirá a Grupo Modelo reducir sus emisiones de CO2 en alrededor de 365 mil toneladas al año, equivalentes a retirar de circulación más de 90 mil vehículos de combustión interna.

“Nosotros sabemos hacer cerveza, lo hacemos muy bien y se reconoce en el mundo. Tenemos la capacidad para producir, distribuir la bebida, al igual que la capacidad  para que cruce fronteras y llegue a más de 180 países del mundo”, subrayó la directora general de Cerveceros de México.

Según Siqueiros, en 2020 la producción y exportación de cerveza en México tuvo su primera caída en 12 años, como resultado de la pandemia y las medidas de confinamiento que provocaron un paro de 60 días en la industria.

Así, la producción cervecera fue de 118.7 millones de hectolitros, igual a una baja de 4.7 por ciento respecto a 2019, mientras que las exportaciones alcanzaron los 37.6 millones de hectolitros, el equivalente a reducción anual de 6.2 por ciento.

Pese a ello, la directiva resaltó que la industria logró un superávit comercial de cuatro mil 645 millones de dólares, 118 millones de dólares menos que en 2019.

Miguel Ángel Ensástigue | El Sol de México