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La pandemia de Covid-19 pone en crisis a los hoteles de la Ciudad de México

La ocupación en los hoteles fue apenas 20% el 14 de febrero de 2021, pese a que son el templo del amor en el Valle de México

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La cantidad de visitantes no rebasó los 5 millones de paseantes. / Foto: hotelloob_madrid

En las próximas semanas, el Gobierno de la Ciudad de México va a presentar un programa de reactivación económica que incluye al sector servicios y turismo, por lo pronto, con los que se van a sentar las autoridades de la Secretaría de Desarrollo Económico es con los gimnasios y los antros, algo que los dueños de hoteles piden que también se haga con el sector.

Los hoteles están pidiendo tener una reunión similar para plantear sus propias urgencias, básicamente, un plan de apoyo a un año de la pandemia, específicamente no han presentado ninguna petición, pero la autoridad sabe que están al límite, confió una fuente de la Secretaría de Desarrollo Económico, a cargo de Fadlalá Akabani.

No es para menos la urgencia. Para que un hotel de cadena, cualquiera que esta sea, llegue a un punto de equilibrio como negocio, se requiere que tenga una ocupación del 50 por ciento de sus cuartos, en promedio anual, con ese nivel puede pagar a sus empleados y tener una oferta al usuario como un bar, un restaurante o incluso un snack. Mejor aún, con eso puede dar mantenimiento a sus instalaciones generales.

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Tres o cuatro vueltas

Pero la situación en los moteles es diferente. Cada uno de ellos requiere una ocupación del 80 por ciento porque si bien es cierto que tiene menos atractivos, el personal y el uso masivo de las instalaciones es el que da la viabilidad.

“Un motel, un hotel de paso, tiene menos personal especializado como choferes, cocineros o baristas y es más barato; sin embargo, tiene un uso masivo de mucamas y de limpieza, son sueldos menores, pero son muchos más los que deben de trabajar, hay días en que una habitación es usada en tres o cuatro vueltas, mismas que debe ser limpiada y cambiada para estar disponible”, nos explica Andrés, gerente de una unidad en la zona de avenida Revolución, cerca de San Pedro de Los Pinos.

Hoy, con las medidas adoptadas por la pandemia, los hoteles no pueden estar ocupados más allá del 30 por ciento y existe el rumor de que, al menos en la Ciudad de México, este 14 de febrero serán sitios que deberán cerrar a fuerzas para no disparar la cantidad de contagios.

Al respecto, la fuente consultada en la Secretaría de Desarrollo Económico de la CDMX explicó que muchas de esas instalaciones son usadas por el personal médico o por la gente que viene y trabaja en las actividades que sí están abiertas así que el 14 de febrero estarán disponibles las habitaciones permitidas.

Actualmente hay contactos entre las autoridades capitalinas y los grupos empresariales representados en la Canaco Ciudad de México, Coparmex, local y los empresarios reunidos en la Asociación de Hoteles de la Ciudad de México, para revisar los casos. La realidad es que el año 2020 provocó una caída importante en los ingresos y sus costos de limpieza, para evitar contagios de coronavirus, aumentaron porque tienen a más gente haciendo el trabajo, más veces y con más producto.

El año pasado, antes de hacer el cierre, se pudo celebrar el 14 de febrero sin mayor problema; pero este año, con el incremento en los contagios y el total de muertes alcanzadas, va a ser un año muy diferente, y ya hay cosas que están cambiando; dice Andrés que el año pasado trabajaba en un hotel de cadena, un cinco estrellas en Polanco, pero las cosas se pusieron muy difíciles y ahora trabaja en uno que no es de paso, que tiene mucha clientela que viene por negocios, pero por supuesto hay parejas que buscan la privacidad de las paredes, el anonimato y la seguridad de sus instalaciones.

Los costos de las habitaciones varían, se tienen contabilizados poco más de 500 unidades en la zona metropolitana del Valle de México con costos de habitación muy diferentes. En el corredor del Centro Histórico hacia Tlalpan, por ejemplo, hay unidades que empiezan en 250 pesos por habitación y llegan a estar en 500.

No son por mucho las habitaciones más baratas. En la zona de Insurgentes Centro, Eje Central, la Alameda y el corredor al Zócalo, en la alcaldía de Cuauhtémoc, por ejemplo, conviven varias categorías juntas. Desde los 100 hasta los 7 mil pesos.

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Pero hay casos interesantes, por ejemplo, en el medio se conoce el caso de las alcobas de Polanco, que era un sitio con mucha vigilancia y privacidad para un tipo de cliente específico. Una pequeña estancia ahí podía ser de 5 a 7 mil pesos por unas cuantas horas, hoy, ante la caída de la demanda aceptan clientes por 50 por ciento, o hasta menos. Es una crisis, sin duda.

De acuerdo con los datos de las diferentes asociaciones que operan en la capital y la Secretaría de Turismo capitalina, los números del 2020 son desalentadores: la ocupación hotelera promedio fue del 20 por ciento, la cantidad de visitantes no rebasó los 5 millones de paseantes, una tercera parte de lo alcanzado un año antes; y, en el mejor de los casos habrán movido unos 40 mil millones de pesos cuando un año antes alcanzaron los 113 mil millones de pesos.

En términos de empleo se perdieron 100 mil sitios de trabajo, el sector normalmente tiene a cerca de 300 mil personas a su cargo y el 2020, en el mejor de los casos, tendrá 200 mil.

Las zonas hoteleras de la capital tienen designaciones muy claras: la llamada zona Santa Fe; Perisur-Tlalpan; Chapultepec-Polanco; Norte (Azcapotzalco y hacia la Secretaría de la Defensa Nacional), Insurgentes más WTC y Aeropuerto.

A estas zonas de alto valor se le suma la zona con mayor diversidad: El corredor del centro de la CdMx en donde se tienen definidas la zona Reforma-Cuauhtémoc; Roma -Condesa; Zona Rosa y Centro Histórico.

Nuevos Hábitos

Pablo es gerente en un hotel tradicional del Centro Histórico, pero también es responsable de otros dos que los dueños tienen en la zona de Neza e Ixtapaluca; y dice que la lección dejada por la pandemia es que deben adaptarse y mejorar sus fortalezas como empresas.

Por ejemplo, cada unidad de negocios es una razón social diferente, no importa que sea la misma marca.

Los gastos hundidos deben estar en los inmuebles, se busca que la mayoría de los hoteles no sean edificios rentados sino propios para que no ocurra lo mismo que pasa con los restaurantes donde este costo fijo se vuelve el principal problema.

La segmentación. No hay diferencia legal o comercial entre Hotel y Motel, excepto que el concepto de este último es usado para los que van de paso, parejas de novios, amantes e infieles que ahí se dan cita.

Sin embargo, nos dice, hay cambios en el turismo de negocios y si antes iban por habitaciones de 2 mil pesos ahora piensan diferente y se gastan de 500 a 800 pesos en uno de estos hoteles, que tienen todos los servicios, a un costo mucho más bajo.

Obviamente, dice, hay habitaciones preparadas para alojar este tipo de clientela, los que van de trabajo y necesitan una buena televisión y un espejo en el baño y no en el techo, o un enchufe.

“Ellos a veces escogen la torre mientras que las parejas usan las villas, por ejemplo”, dice Pablo.

Señala que los hoteles, como negocio son nobles, pero la autoridad siempre cree que dan más de lo que realmente se puede.

Los hoteles de cadena tienen cobros electrónicos, por ejemplo, pero también mueven mucho dinero en efectivo; en los moteles la mayoría no manejan sistemas electrónicos por el tipo de clientela que tienen, que busca, sobre todo, el anonimato.

A pesar de ello, dice Pablo, buscan cumplir con la autoridad lo más posible para evitar problemas, sobre todo fiscales.

“En la CdMx hay muchos problemas con los hoteles, en muchos casos la prostitución los usa para trabajar y la autoridad amenaza con cerrarlos o hasta con la extinción de dominio aunque sólo los usen para vivir las trabajadoras sexuales”, resume.

Luis Carriles | Organización Editorial Mexicana

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