Galería Virtual Bicentenario, una fanpage que vende pinturas de artistas hermosillenses durante pandemia

HERMOSILLO, Sonora. De las galerías a las redes: una fanpage de Facebook se convirtió en un espacio de exhibición y venta de pinturas en acrílico, tinta china, acuarelas, ilustración y otras técnicas de las artes visuales como una actividad de apoyo para las y los artistas residentes en Hermosillo durante la contingencia por Covid-19.

La Galería Virtual Bicentenario está a cargo de Ignacio Castillo, Natchío, pintor sonorense con más de 20 años de trayectoria y subdirector de vinculación cultural del Instituto Municipal de Cultura y Arte (IMCA), donde también funge como encargado del espacio físico y de las exposiciones de la Galería Bicentenario —ubicada en la plaza del mismo nombre— pero que se mantiene cerrada por la pandemia.

“La Galería estuvo cerrada de 2015 a 2018, se ha reabierto para algunas exposiciones y ha vuelto a cerrar, tiene dificultades el espacio y más o menos se habían resuelto”, explicó el pintor, “acabábamos de reinaugurar el espacio en enero de 2020, pero, para marzo, se da la pandemia y cerramos de nuevo; entonces buscamos las posibilidades para poder seguir promoviendo la obra de los artistas y que no complicara el traslado de personas y de la obra, pero que se mantuviera vigente el apoyo y la responsabilidad del IMCA en la promoción”.

Con ese propósito, la galería transitó de lo presencial a lo digital: las paredes se cambiaron por ‘posts’ de Facebook donde los posibles compradores pueden obtener piezas a precios accesibles.

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“Para este proyecto se trató de que las piezas que exhibieran fueran accesibles para la gente que, a lo mejor, no tiene para una obra original que cuesta dos o tres mil pesos, pero sí para una de 250”, explicó Castillo, “es de verdad una chulada, porque es un costo muy bajo por una obra original, una obra que nadie va a tener en ninguna parte, con aspectos que tienen que ver con el arte verdadero y no con el asunto decorativo”.

En el catálogo de la Galería Virtual Bicentenario figuran exponentes como Dalila Mar, Edith Blanco, Darío Val, Emma Mondaca, Ian Montaño, Liliam Urías, Darío Sotelo, Marlen Loss y Edgar Gil, de entre un total de 18 artistas hasta la fecha.

“La idea es promover que los artistas tengan un ingreso, pero si en condiciones normales es difícil, en las condiciones que vivimos ahora lo es más todavía, con las galerías y museos cerrados, por eso pensamos en que habría que armar una ‘vitrina’ para que la gente pudiera exhibir su trabajo y que, con las redes del IMCA, se mantuviera una actividad diaria, promover a un artista o dos a diario, mover información relacionada con las artes visuales en general, no solamente de tipo oficial, sino de interés para todo mundo”.

El equipo de la galería se encarga de la curaduría de las piezas que los artistas envían, luego les agregan diseño y especificaciones técnicas para ponerlas a la venta.

“La gente se comunica a través de la página y nosotros somos el enlace entre el comprador y el artista, el acuerdo es directo entre ellos para pago y entrega”, detalló Natchío, “también colocamos la página de Facebook o de Instagram del artista para que los visiten y conozcan la obra que no está en nuestra página”.

Dentro del acervo hay una variedad de imágenes con distintas técnicas, la mayoría a color y en pequeño o mediano formato, con un promedio de medidas de 30 por 27 centímetros y hasta un metro cuadrado.

“El precio varía por el tamaño de la pieza, hay abstractas, figurativas, personajes, paisajes, animales y dependerá de la intención del artista; ahora debe haber más de 75 imágenes”, agregó el pintor.

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Los artistas que deseen ser parte de la galería, solo tienen que enviar un mensaje a la página, enviar una muestra fotográfica de su obra con buena resolución, los datos de las piezas y el currículum del expositor para que la gente lo conozca.

La situación laboral y económica de los artistas visuales ha sido diversa durante la pandemia, comentó Castillo, pues hay quienes han tenido que diversificar sus fuentes de ingresos por la falta de trabajo, pero también están quienes no han dejado de producir y han aumentado su obra durante su tiempo en casa.

“Hay de todo: gente que está aprovechando el tiempo para producir más, gente que está trabajando un montón y que le está yendo bien con la aceptación de su trabajo, al mismo tiempo que están trabajando en la madurez y en mejorar; pero también hay quienes no pueden producir porque se ven en la dificultad de buscarle no solo vendiendo su trabajo, sino buscando un trabajo formal -afortunadamente, no es el caso de todos- pero algunos son profesores, por ejemplo, pero estamos más atentos para la promoción de su trabajo”.

Según la perspectiva de Castillo, Sonora no es la región que más compra arte, pero sí una de las que más produce.

“El interés de las personas ha estado en otras disciplinas y, en el caso de las artes visuales, ha existido una dificultad histórica”, afirmó, “ha habido un desarrollo muy amplio sobre quienes hacen obra visual a partir de los noventas: empezaron a estar en galerías, fueron premiados, invitados a exposiciones en México y el mundo; por eso, adquirir obra siempre va a ser una inversión”.

Y continuó: “En contraste con lo que pensamos, que el es arte un asunto decorativo, algo que compramos en el súper o en una tienda departamental, hay obra original que hace una persona, no una máquina y que sale más barato que comprar esas piezas: en un año, si nos vamos a términos contables, será depreciada y no tendrá valor, pero una obra de arte sí mantendrá su valor por muchos años. Es algo que nutre la cuestión espiritual y mental, siempre es un goce, un disfrute poder ver imágenes, colores, técnicas, líneas, todo ese conjunto de formas”.

Castillo estima que, a partir de que se pueda “volver a la calle”, la Galería Bicentenario recobrará su vida, gradualmente, como lo estaba haciendo hasta su cierre.

“La gente estará ávida de moverse, de visitar espacios y disfrutar como antes”, concluyó, “podría decir que la Galería Bicentenario es la más visitada, tenía un promedio diario de 80 personas entre semana y, el fin de semana, se disparaba al triple; eso no cualquier galería lo tiene. Esperamos que, cuanto tome curso, tengamos algo similar”.

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La galería es una fuente de ingresos para pintores

Marlen Loss, es una de las artistas que exponen en la Galería Virtual Bicentenario. Desde su ingreso al espacio digital, ha compartido cuatro obras, de las cuales ya vendió tres.

“Me invitaron desde el principio y salieron clientes”, comentó, “lo interesante era dar precios más baratos para que la gente pueda acceder a piezas y creo que sí fue una buena oportunidad para nosotros”.

En su caso, la pandemia aumentó su trabajo. Marlen pinta en casa y ha ofrecido talleres virtuales también en colaboración con el IMCA.

“Tengo pedidos, varios”, afirmó Loss, “creo que, en la pandemia, como la gente no sale, no gasta en ciertas cosas y ahora puede comprar piezas; eso está bien, porque he estado ocupada, no he dejado de trabajar. La gente ha comprado obra a pesar de la crisis”.

Para Marlen, Hermosillo es una ciudad productora de arte y en la Galería Virtual ha encontrado un espacio importante para exponer y vender, unido también a sus propias redes sociales que usa para el mismo fin: es la posibilidad que existe ahora y ha aprendido a explotarla.

“Comprar arte es importante”, concluyó, “porque, el simple hecho de crear algo original, creo que es algo digno de valorarse como algo único e irrepetible; una pieza artística tiene mucho más valor que algún producto repetido y desechable, esto sería saber valorar el significado de las cosas”.