Urbano Muñoz vive mil anécdotas como bell boy en Tampico

El 16 de noviembre se celebra a personajes que tienen un papel vital para el turismo: desde abrir las puertas del hotel, dar la bienvenida, hasta orientarle en sus movimientos por su destino o resolver los problemas que se presenten; es el día de los bell boy y Urbano Muñoz es un veterano de ese oficio.

Un personaje muy conocido en Tampico, Ciudad Madero, Altamira y las huastecas es Urbano Muñoz Maya, quien tiene 65 años de edad y ha pasado más de 40 en el hotel Posada de Tampico, por lo que forma parte de la memoria de los miles de visitantes.

Es originario de la localidad Estación Lagarteros, perteneciente al municipio de Tampico Alto, Veracruz, pero reside en la colonia Morelos de Tampico.

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“Inicié a los 18 años de edad, primero en el Hotel Colonial en la zona centro de Tampico en febrero de 1973, posteriormente, un ex compañero en ese lugar me invitó a trabajar en el hotel Holiday Inn, lo que conocemos ahora como Hotel Posada de Tampico”, dijo.

Como bell boy Urbano ha conocido a artistas, cantantes, políticos, funcionarios públicos, líderes sindicales, escritores, deportistas, empresarios, entre otros, pero no cuenta con alguna fotografía de recuerdo porque siempre ha respetado la privacidad de los clientes que llegan al hotel Posadas de Tampico.

“Tengo muchas historias que contar, una de ellas es haber participado en una de las escenas de la telenovela donde salió la artista y cantante Thalia allá a finales de la década de los años 80, mi participación consistió en desempeñarme como ‘bell boy’, abrir la puerta cuando ella llegaba al hotel Posada de Tampico y llevarla a su habitación”, recordó.

También conoció al exgobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington hoy detenido en Estados Unidos acusado de colaborar con el crimen organizado, con quien charló en el área de estacionamiento una mañana.

“Ya era gobernador, salió muy temprano de la habitación sin guardaespaldas y se puso en el área del estacionamiento, en ese momento lo vi como un huésped normal y me puse a platicar con él, pero no identifiqué que era el gobernador hasta que él me lo dijo”.

También trató con el en su momento poderoso líder sindical Joaquín Hernández Galicia “La Quina”, a quien conoció cuando era dirigente sindical.

“Siempre venía aquí al hotel y al restaurante, pero no tuve el gusto de platicar con él, debido a que sus guardaespaldas no te dejaban acercarte, posteriormente llegó nuevamente a la ciudad y empezó a tener una vida normal, conversé con él pues me identificaba”.

“En una de esas charlas me preguntó por qué jamás le pedí una plaza para trabajar en Petróleos Mexicanos y le contesté que era imposible llegar y conversar con él debido a que siempre trajo a muchos escoltas”.

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