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Seguridad

Joaquín El Chapo Guzmán era dueño de submarinos y una aerolínea (IX)

Joaquín El Chapo Guzmán, preso en Estados Unidos por traficar con drogas, era dueño de una aerolínea que operaba en el Aeropuerto de la Ciudad de México

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El líder del Cártel usaba submarinos para el tráfico de drogas. Foto:

“Se fue a las montañas, a la parte alta de las montañas, arriba de Badiraguato, a La Tuna, el área donde nació”, dijo Jesús Zambada García al reiniciar el interrogatorio de Gina Parlovecchio, en el juicio de Joaquín El Chapo Guzmán.

La representante de la parte acusadora, es decir, de Estados Unidos, le dijo al Juez Brian M. Cogan que el primer testigo era muy importante porque en sus palabras se fundamenta gran parte de su caso contra Joaquín El Chapo Guzmán. Fue un conspirador, recordó, durante casi 17 años. El Rey Zambada esperaba más preguntas.

—Aproximadamente, ¿cuándo lo visitó allí?

—Más o menos a principios de 2002.

—¿Y quién fue con usted en esta visita en 2002?

—Su sobrino Juancho, mi hermano Mayo y yo. Juancho es sobrino de El Chapo y es una de sus personas de mayor confianza.

—¿Cómo sabías que era una de las personas más confiables del acusado en ese momento?

—Bueno, me lo presentaron en ese momento y mi hermano Mayo me dijo: Esta es una de las personas que disfruta de la máxima confianza de mi compa Chapo.

—¿Hubo algo que haya observado además de eso sobre Juancho que le llevó a concluir que era una persona importante en la organización del acusado?

—Bueno, cosas relacionadas con la seguridad. Me di cuenta de que antes de llegar, que tenía comunicación para asegurarse de que todo estaba en el orden correcto.

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—¿Y a quién vió cuando fue a ver al acusado en este lugar en La Tuna, Badiraguato?

—Bueno, me di cuenta de que tenía mucha seguridad, tal vez 20 o 30 pistoleros. Y entre ellos había una persona, un conocido mío que había conocido de años anteriores cuyo nombre era Paulino.

—¿Quién es Paulino?

—Paulino era un pistolero en el que Amado Carrillo también confiaba mucho.

—¿Cómo era este lugar en La Tuna?

—Era una casa humilde, la casa de un granjero. Estaba entre los pinos, estaba en una colina baja, en la parte más alta del acantilado.

—¿Alguna vez volvió a ver al acusado en este lugar después de esta visita en 2007?

—Sí.

—¿Cuándo fue eso?

—Lo vi a principios de 2003.

—Ahora, ¿quién le propuso reunirse con el acusado en la ubicación en la montaña a principios de 2003?

—Mi hermano Mayo.

—¿Cuál es el motivo que Mayo le dio para visitar al acusado a principios de 2003?

—Bueno, me invitó a ir a saludarlo. Le dije: “¿No crees que es mejor que vayas solo y que yo me quedé?”. Y él dijo: “Mira, necesito que vengas conmigo, quiero que vengas conmigo para que mi compa Chapo sienta que también eres amigo suyo”. Y le dije: “Yo también soy su amigo”. Él me dijo: “Mi compa Chapo es una persona muy importante y no es lo mismo cuando pasamos tiempo con alguien. Quiero que sea tu amigo. No tienes idea del tremendo poder que tiene, todas las amistades, todos los amigos que tiene. Quiero que seas su amigo. Yo sé lo que te estoy diciendo. Es una persona muy importante, quien tiene mucho poder. Algún día, si algo me pasa, vas a necesitar tener buenos amigos y él es un buen amigo”. Así que le dije: “Okay. Vamos. También me gustaría saludarlo”.

—Ahora, ¿cómo lucía la casa del acusado cuando fue a verlo en esta ocasión a principios del 2003?

—Bueno, ahora estaba hecha con cemento y con ladrillos. Era una casa pequeña, pero estaba bien hecha. Tenía una antena de Sky y una antena de largo alcance para los radios. Eso fue lo que note como diferencias.

—¿Usted sabe si el acusado permaneció en esa locación en La Tuna, Badiraguato?

—Sí, es donde él vivía.

—¿Alrededor de esas fechas, en 2003, tuvo oportunidad de ayudar al acusado para escaparse de la captura del Gobierno de México?

—Sí, por supuesto. Bueno, en ese momento estaba viviendo en la Ciudad de México. Esa era mi base. Y un día llamó un teniente coronel que trabajaba directamente con la organización. Él era de mi gente. Y él dijo: “Van a capturar al Chapo. Lo tienen rodeado donde él está y están muy cerca de él”.

—¿Qué hizo usted con esta información?

—Le pregunté qué se podría hacer para ayudarlo, pregunté al coronel qué podíamos hacer para ayudarlo a evitar esa operación. Bueno, el capitán a cargo de la operación era uno de mis conocidos y entonces le dije que aguantara, para ver si acaso esta situación podía resolverse de otra manera. Y él dijo: “Mira, ellos lo tienen a media hora de distancia. Está rodeado. Él quiere 250 mil dólares y si nosotros no hacemos esto, lo van a capturar”. Y yo le dije: “Déjame hacer una llamada”. Llamé a mi hermano Mayo y dije: “Mira, esto es lo que está pasando y checa si es verdad, y si es verdad, bueno, existe la posibilidad de arreglarlo”. Y él dijo: “Okay, llámame de nuevo en 10 o 15 minutos”. Lo llamé de nuevo y él dijo: “Es verdad”. Y él dijo: “¿Entregarás el dinero a ellos? ¿Estas personas son de confianza?”. Y yo le dije: “Sí, ellos son conocidos míos”. Y así, tan pronto como hablé con mi hermano Mayo, hablé con él, y dije: “Señor, justo ahora, voy a traerle el dinero así que no se preocupe por eso”. Y él dijo: “No hay problema. Va a estar bien. Nada va a suceder”.

—¿Qué sucedió como resultado de este pago?

—La operación fue abortada. No hubo ningún problema.

—¿Hubo otras ocasiones en que recibió información como esta, sobre la aplicación de la ley persiguiendo al acusado?

—Hubo otro momento, pero mucho más tarde. Creo que fue a principios de 2006.

—Cuando recibió esa información sobre una operación de captura, ¿pasó esa información al acusado?

—No tuve comunicación directa con Chapo. Cuando recibiera esa información, se la pasaría a mi hermano Mayo y mi hermano Mayo se la pasaría a él.

La representante de Estados Unidos quiere saber de pronto cómo es que su hermano El Mayo Zambada se comunicaba con El Chapo. Le dijo que con teléfonos encriptados. “Siempre tienen ingenieros al servicio del cártel y estas son las personas que están a cargo de hacer todo ese tipo de trabajos”.

En una ocasión, le dijo, se reunieron a desayunar en las montañas. El Chapo le dio las gracias por la ayuda con los militares y le prometió pagarle sus 250 mil dólares. 

“Bueno, le dije que iba a ir a Guerrero a trabajar y dije que eso era necesario porque mi hermano y yo íbamos a conseguir cosas de importación, cocaína, y necesitábamos Zihuatanejo. Me dijo que el general Toledano estaba allí en Chilpancingo y él me dijo que fuera a verlo porque era un amigo significativo del Chapo. Y me preguntó si tenía a alguien que pudiera llevarme a ver al general y le dije que tenía un amigo con el Ejército, que conocía a todos ahí, y él me podría llevar. Y él me dijo: “Bueno, sí, ve a verlo. Por favor, dale mis saludos y también dale 100 mil dólares de mi parte”. Me preguntó si podría traerle cocaína a México para que pudiera traerla a los Estados Unidos. Y le dije: “Sí, sí, yo podría venderte eso porque ese es mi negocio. Yo vendo allá en México”. Y preguntó por los precios. Y le dije: “Mira, ya sabes, al igual que el precio que está, voy a simplemente venderte a ese precio, porque en realidad, sólo vendo en efectivo porque esa es mi base”.

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El Rey Zambada recuerda que de inmediato llamó a su sobrino Juancho. “Mi compa nos van a vender cocaína y están en la Ciudad de México cuando tú… cuando lo necesitemos. Y quiero que hables con él y hagas arreglos con él para cuando necesites algunos, entonces puedes llamarlo y puedes hacer lo que sea necesario para comprarle a él”. 

Luego hablaron sobre sus amigos en la Ciudad de México, de política, de lo que estaba sucediendo allá.

“Y luego él dijo: “Mira, tú sabes, ¿qué hay sobre Vasconcelos? Ese es uno difícil, ¿verdad?”. “Sí”, le dije, “por lo que sé, él no coopera con nadie”. Y luego él dijo: “Bueno, sí, creo que tendremos que matarlo en algún punto”, dijo. Y luego dijo: “Bueno, sí, no lo sé, pero parece que a este hombre, no le gusta hacer arreglos con nadie”.  Era una de las cosas más importantes que recuerdo acerca de esa conversación que, de hecho, era una de esas conversaciones que más duraron y que tuve con él.

—¿Quién es Vasconcelos?

—Vasconcelos es… él era uno de los altos mandos de la PGR, un policía al que todos respetaban y temían porque lo que se decía de él era que no tomaba dinero. 

—¿No tomaba dinero de quién?

—De parte del tráfico de drogas. 

***

—¿Durante qué período de tiempo Chapo le compró cocaína a

usted en la Ciudad de México?

—Él me compró de 2004 a 2008, antes de mi arresto.

—¿Cuánta cocaína le compró en la Ciudad de México?

—Bueno, la primera vez me compró 700 kilos. La segunda vez, 700 y luego 900. Ese fue el primer año. El segundo año me compró tres veces más o menos, alrededor de las mismas cantidades. Al año siguiente, ahora él comenzó a comprarme 900, una tonelada y comenzaron a enviarme el dinero por adelantado para que cuando tuviera la cocaína, la separara para ellos y no la vendiera a

alguien más. En algunas ocasiones él me pagó 10 mil dólares, otras veces 12 mil. La cantidad máxima que ellos me pagaron fue de 13 mil dólares por kilo. 

—Y aproximadamente, ¿cuánto costaba un kilogramo de cocaína en el área de la ciudad de Nueva York durante el periodo de 2004 a 2008?

—35, lo cual era el precio que normalmente existe aquí en Nueva York.

—¿Quién llevó el dinero para la cocaína a la Ciudad de México?

—Lo enviaría en los transportes, en los camiones cisterna de gas y justo allí, la cocaína se colocaría para ser devuelta a Culiacán. 

—Ahora, ¿quién recogió la cocaína del acusado en su almacén en la Ciudad de México?

—El transporte con el camión cisterna de gas.

—¿Quién estaba operando el camión cisterna de gas?

—Bueno, había dos conductores. El Pingüino y Eloy. Esa es la gente que generalmente conducía el camión cisterna de gas.

—¿Y a quién pertenecían estos tanques de gas?

—Bueno, a mi hermano Mayo.

—Y usted testificó que la cocaína iría a Culiacán ¿Entendía a dónde iba la cocaína después de Culiacán?

—Oh, la cocaína venía aquí, pero la primera parada era Culiacán y desde allí era enviada aquí a los Estados Unidos.

—¿Cómo utilizaban los trenes para transportar cocaína a los Estados Unidos?

—Mi hermano me pidió que me uniera con él en una reunión que él tenía con una persona llamada Tirso, y esta reunión era para que pudiéramos organizar con esta persona el traslado de cocaína a los Estados Unidos, usaban esa ruta del tren.

—¿Aproximadamente cuándo tuvo lugar esta reunión con Tirso?

—Más o menos durante el mismo periodo de tiempo, en 1997.

—¿Alguna vez vio los trenes que Tirso usaba?

—Así es.

—¿Cómo trabajaban los trenes de Tirso?

—Bueno, mi hermano me pidió ir y presentarme con Tirso para ver esas áreas donde él tenía los trenes que cargaba, y me pidió ir y ver cómo era la estructura. Eso estaba en la Ciudad de México y fui con esta persona a ver el tren y esta era un área de carga donde tenían los carros cisterna con los químicos que ellos traían a Estados Unidos. Y estos hombres me explicaron que estaba este tanque, y que dentro de él había otro tanque donde podías colocar la cocaína, y podías abrirlo y cerrarlo y la persona que supiera de este sistema era la única persona que podía tener acceso a él. Y él dijo que era muy seguro. No fue nada. Solamente vi dos veces a Tirso en mi vida.

—¿Tirso le dijo cuánta cocaína trasladaba usando los trenes?

—Oh, me dijo que podía mover mucho y que tenía la capacidad de que hubiera tanques cisterna de tres a seis, que realmente dependía de la cantidad, que era más o menos, pero era mucha cocaína lo que podían traer usando ese sistema.

—Y cuando se refiere a tres o seis, ¿a qué se refiere?

—Toneladas de cocaína.

***

—Sr. Zambada, ¿quién es Rodolfo Carrillo-Fuentes?

—Bueno, Rodolfo Carrillo-Fuentes era el hermano de  Amado y Vicente Carrillo.

—¿Trabajó con ellos en el negocio de las drogas?

—Eso es correcto.

—Voy a dirigir su atención a principios de la década de 2000. ¿Con cuál, si alguna, de las organizaciones de narcotraficantes trabajó Rodolfo Carrillo Fuentes?

—Bueno, él y su hermano Vicente Carrillo trabajaron con los Zetas.

—¿Quiénes eran los Zetas?

Los Zetas fue un cártel que surgió en Tamaulipas con Cárdenas Guillén. Se volvieron muy poderosos y peligrosos en México.

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—¿Qué es lo importante de Tamaulipas en el tráfico de drogas?

—Bueno, que tenía algunos puntos de cruce que se usaron a menudo para pasar drogas; cocaína, marihuana. Y tiene un puerto muy importante que es Tampico. Para un español, eso ya es Veracruz.

—Según su experiencia, ¿cómo fue la relación del Cártel de Sinaloa con Los Zetas inicialmente a comienzo de los 2000?

—Fue una buena relación.

—Ahora, dirigiendo su atención al 2002, ¿cómo, si acaso, cambió la relación entre el Cártel de Sinaloa y Los Zetas?

—Sí, durante este tiempo hubo problemas que comenzaron entre el Cártel de Los Zetas y el Cártel de Sinaloa.

—¿Qué tipo de problemas?

—Bueno, el problema comenzó cuando La Barbie mató al hermano de Cuarenta y Cuarenta era uno de los líderes de Los Zetas. Y luego se fue y se refugió con Arturo Beltrán en la Ciudad de México.

—¿La Barbie lo hizo?

—Exactamente.

—¿Y quién es La Barbie?

La Barbie era uno de Los Zacharias que realmente causaba muchas reacciones y luego él fue… y luego el fue con Arturo. La Barbie también era un poderoso narcotraficante.

—Ahora que dice que La Barbie se refugió con Arturo. ¿Es este Arturo Beltrán Leyva?

—Correcto.

—¿Qué pasó como resultado?

—Bueno, Los Zetas querían a La Barbie. Arturo dijo que no. Arturo dijo que La Barbie era su amigo y que le iba a ofrecer protección. Y luego estalló una guerra entre Los Zetas y Arturo Beltrán. Y como consecuencia, de una u otra manera, en realidad conduce a todo el Cártel de Sinaloa con ellos.

—¿Esta era una guerra con Los Zetas?

—Eso es correcto.

—¿Rodolfo Carrillo continuó trabajando con los Zetas después de que estalló la guerra entre el Cártel de Sinaloa y los Zetas?

—Es correcto.

—Ahora dirigiré su atención al 2004. ¿Qué le pasó, si acaso sucedió algo, a Rodolfo Carrillo Fuentes ese año?

—Él fue asesinado. Eso pasó más o menos por agosto o septiembre.

—¿Se dió cuenta de quién asesinó a Rodolfo Carrillo-Fuentes?

—Es correcto.

—¿Cómo se enteró de eso?

—Bueno, estaba en Culiacán ese día. Estaba en una casa que mi hermano Mayo tenía asignada para mí para que pudiera descansar. Estábamos mi esposa y yo. Y él tenía asignado al Comandante Ready para que estuviera a cargo de mi seguridad.

—¿Quién era el Comandante Ready?

—Ready era una persona que trabajaba para la PGR. Él estaba ahí desde hace mucho tiempo, era parte del X-1 y Sinaloa y cuando su tiempo como comandante terminó, él quería seguir ahí y comenzó trabajando con mi hermano.

—Podría explicar, por favor, al jurado ¿qué pasó en el día que usted supo que Rodolfo Carrillo-Fuentes fue asesinado?

—Bueno, estaba en la casa. De repente, Ready me llamó y dijo: “Ven, ven, algo muy importante está pasando y necesito hablar contigo. Y yo dije: “Bueno, qué sucedió”. Él dijo: “Bueno, ven, ven a la oficina”. Él tenía una pequeña oficina ahí donde él se había instalado y él tenía una vista de la calle. Y dijo: “¿Escuchaste la radio? Los que mataron a Rodolfo Carrillo. Los pistoleros estaban hablando y diciendo, bueno, están tras nosotros. Están a punto de alcanzarnos y luego al otro lado podías escuchar una pelea, no dejes que te alcancen, te agarran. Quienes estaban por delante debían continuar. De repente ellos dijeron, estamos peleando, estamos peleando y de repente la comunicación se cortó”.

—¿Qué sucedió después de escuchar esta conversación con el Comandante Ready por la radio?

—Bueno, no podía escuchar nada más en la radio. Le pregunté por qué no me explicas lo que está sucediendo. Y él dijo: “Bueno, ellos mataron a Rodolfo, Chapo lo mató”, dijo. 

—¿Qué hizo usted cuando escuchó esa información?

—Bueno, estaba muy preocupado, ¿verdad? Bueno, usted sabe, nunca esperé que algo como esto sucediera. Solo estaba ahí para saludar a mi hermano y sucedió que estaba en Culiacán ese día.

—¿Qué discusión tuvo, si acaso, con su hermano Mayo acerca del asesinato de Rodolfo Carrillo?

—Bueno, ese día Ready me dijo: “No podemos irnos. Nadie puede salir a la calle”. Y luego él dijo: “Solo vas a ver a tu hermano mañana. Te llevaré a ver a tu hermano mañana”. Bueno, al siguiente día fui a ver a mi hermano porque ya lo había saludado cuando llegué, pero no había podido hablar con él, ¿verdad? Y al día siguiente hablé con él y le pregunté: “Oye, hermano, ¿qué pasó?”.

Los abogados de El Chapo trataron de cortar el interrogatorio en este punto. Pero el Juez los dejó continuar. 

El Mayo le dijo a su hermano Rey que unos días antes habían celebrado una reunión, o había tenido lugar una reunión entre Chapo y Rodolfo para arreglar las cosas y que cuando Rodolfo se fue, Chapo le dio la mano y él dijo: “Bueno, hasta luego amigo”, y Rodolfo lo dejó allí parado con la mano extendida. 

“Y él me dijo: “Mi Compa Chapo se molestó mucho”. Y él dijo, bueno, que Chapo dijo que lo iba a matar, que tenía que decidir de qué lado iba a estar, porque no podía soportar más a Rodolfo”.

El Mayo le dijo que había respondido que estaba con El Chapo.

—¿Y qué pasó? ¿Qué hicieron los Carrillo-Fuentes una vez que se convirtieron en enemigos del acusado y su hermano Mayo?

—Bueno, comenzó a haber una guerra interna allí en Culiacán entre los Carrillo-Fuentes y mi hermano y El Chapo. Y a finales de ese año mataron a Arturo, el hermano de Chapo, en la prisión.

—Ahora, regresando a Vicente Carrillo, ¿qué sabía, si acaso, acerca de su relación con Los Zetas en 2004?

—Ahora era uno de los líderes de Los Zetas.

—¿Cuál era el nombre de la organización de Vicente Carrillo Fuentes en 2004?

El Cártel de Juárez, La Línea, y a largo plazo él trabajó para los Zetas.

—Usted testificó que hubo una guerra entre la organización de Vicente Carrillo, el Cártel de Juárez y el Cártel de Sinaloa. ¿Dónde se combatía esta guerra principalmente?

—En Sinaloa, en Guerrero, en Tamaulipas.

—¿En algún otro lugar?

—En la Ciudad de México.

—¿En algún otro lugar?

—En cualquier locación donde se ubicaran las dos pandillas, ellos pelearían.

—Ahora, ¿qué se hizo, si acaso, para intentar detener la pelea entre el Cártel de Juárez, Los Zetas, y el Cártel de Sinaloa?

—Bueno, sí, llegó el momento en el que Juan José Esparragoza, El Azul, tuvo que ir a una reunión con Los Zetas, a través de una persona que ellos enviaron. Y ellos le dijeron que tenían la intención de alcanzar un tratado de paz, que él era la persona perfecta para hablar con toda la gente de Sinaloa.

—¿Usted cómo sabe todo esto?

—Bueno, Juan José Esparragoza habló conmigo. Él estaba en la Ciudad de México. Le dije: “Esto suena fabuloso para mí y voy a hablar con Arturo”. Él dijo: “Él es la persona principal”. Y Chapo y mi hermano y yo pienso que todos vamos a estar de acuerdo sobre esto, y también estoy de acuerdo.

—Ahora, dando un paso atrás, ¿qué plaza controlaba Vicente Carrillo en ese tiempo?

—Juárez.

—¿También había guerra en ese lugar?

—Sí, porque mi hermano también tenía control en Juárez.

—Ahora, usted testificó que El Azul había propuesto tener, básicamente, algunas reuniones de paz con Los Zetas y los Carrillos.

—Así es.

—¿Usted cómo sabe de estas reuniones?

—Asistí a las reuniones. Y se llegó a un acuerdo en la primera reunión que se celebró. 

—¿Supo aproximadamente cuántas reuniones hubo para alcanzar la paz?

—Asistí a cinco de ellas en Morelos y mi hermano celebró una sexta en Zacatecas.

—¿Cómo supo acerca de que su hermano atendió a una sexta en Zacatecas?

—Porque él me notificó que iba a ir, mi hermano, y que yo, ya sabe, estaría al pendiente.

—¿Su hermano le dijo quién estaba en esas reuniones representando a Vicente Carrillo Fuentes?

—Sí, mi hermano me dijo que algunos de los principales líderes de Los Zetas estaban ahí y JL. Y él estaba disgustado por eso porque él dijo, voy a hablar con Vicente Carrillo y él envió de nuevo a JL.

—¿Quién es JL?

—JL era la mano derecha, como un brazo armado, de Vicente Carrillo.

—¿Sabía del acuerdo para matar a JL?

—Sí.

—¿Cómo se enteró de eso?

—Bueno, se llegó a un tratado de paz, pero JL no lo respetó. Continuó matando personas en Culiacán que eran mis hermanos y que eran del Chapo. Y mi hermano me comentó que él y Chapo iban a matar a JL.

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—¿Qué le contó su hermano Mayo sobre el plan para matar a JL?

—Él me dijo que más o menos sabían dónde estaba él en la costa de Sinaloa y que iban a matarlo porque además del hecho de que él continuó matando personas, él había dicho que iba a matar a mi sobrino Vicente.

—¿Descubrió lo que finalmente le sucedió a JL?

—Bueno, él me dijo que él y Chapo lo habían matado.

—¿Él dijo dónde?

—No recuerdo exactamente el lugar. Él me dijo que había sido en algún lugar de Sinaloa.

—¿Qué sucedió en esa época en 2005 cuando visitó al acusado en Las Coloradas?

—Bueno, fuimos a saludarlo. Y en mi nombre, en realidad di mis condolencias porque su hermano Arturo acababa de ser asesinado en la prisión.

—¿Arturo Guzmán?

—Sí, Arturo Guzmán. Me dijo que lo había tenido allí con él por unas tres horas.

—¿Quién le dijo eso?

—Chapo.

***

—Usted testificó anteriormente que el Acusado mencionó matar a alguien llamado Vasconcelos. ¿Quién es Vasconcelos?

—No, nunca dije que había matado a Vasconcelos. Que quería matarlo.

—Entonces, ¿quién es Vasconcelos?

—Vasconcelos era un alto funcionario del Gobierno mexicano.

—¿Conocía el plan para matar a Vasconcelos?

—Eso es correcto.

—¿Cómo se enteró del plan para matarlo?

—Bueno, me pidieron que formara parte del plan.

—¿Cómo se le pidió que formara parte del plan?

—Para ayudar a localizarlo y para ayudar proporcionando seguridad a los pistoleros a quienes iban a usar para matarlo.

—¿Quién hizo esta solicitud?

—Mi hermano Mayo me dijo, vamos a ayudar a mi compa Chapo. Chapo quiere matar a Vasconcelos, así que vamos a ayudar con eso.

—¿Cuándo ocurrió esto?

—Aproximadamente 2005. Como, a mediados del ’05, más o menos. Bueno, vi una manera de tratar de localizarlo, y llegó el día en que fue localizado. Le pregunté al jefe de sicarios por mi hermano cómo lo pensaban, ya sabes, conducir la operación. Y la verdad es que realmente no pensé que era correcto, lo que estaban pensando hacer.

—¿Quién era el jefe de los sicarios con el que habló acerca de matar a Vasconcelos?

Mechudo.

—¿Mechudo trabajó alguna vez para el acusado?

—Bueno, trabajó directamente para mi hermano Mayo, pero no estaba ligado totalmente al cártel. Entonces, él hizo cualquier otra cosa, usted sabe, para Chapo también, ¿verdad?

—¿Qué dijo sobre los planes para Vasconcelos?

—Bueno, hablé con Juan José Esparragoza, El Azul, y yo le dije que no iba a ayudar a matar a Vasconcelos porque le dije que no creía que fuera justo que allí hubiera cualquier muerte de civiles, personas inocentes. Y eso además de que, ya sabe, él no estaba realmente ayudando o yendo contra cualquiera, estaba haciendo su trabajo como policía, eso fue. Le dije que si esto sucedía, entonces todos íbamos a terminar lastimados, afectados, y en realidad lo único que él estaba haciendo era no cooperar, él no estaba aceptando el dinero del tráfico de drogas. Le dije: “Quiero que me apoyes”. Le dije: “Habla con mi hermano y El Chapo y diles que esto no es lo correcto”. Él me dijo: “Tienes razón, voy a hablar con ellos. No te preocupes”. Y dijo: “Bien, estoy contento de que estés poniendo atención en esto. Porque si esto fuera a pasar, se convertiría en algo así como un problema grande”. 

—Después de que habló con El Azul, ¿qué le dijo a su hermano Mayo acerca del plan de asesinar a Vasconcelos?

—Le dije lo mismo: Que no estaba de acuerdo. Le dije: “Ya hablé con mi compadre, esto en realidad no tiene ningún sentido, y va a ser un problema enorme”. Y luego él dijo: “Bueno, okay, olvídalo. Si tú no quieres ayudar, olvídalo”.

—¿Siguió adelante el plan de matar a Vasconcelos?

—Bueno, con el tiempo, recibí una llamada de Nacho Coronel y él me pedía apoyarlo en lo que se refería a unas personas, su gente y la gente del Chapo, quienes habían sido arrestados en la Ciudad de México con algunas armas. Hablé con el director de operaciones… con la policía y le pregunté si había alguna oportunidad de que pudiéramos ayudar a esas personas que habían sido arrestadas en el sur de la Ciudad de México, y él dijo: “No, no, no”. Él me preguntó: “¿Son ellos tu gente?”. Y dije: “No, no son mi gente”. Pero le dije: “Bueno, son gente de allá, de Sinaloa, y ellos me están llamando para ver si existe alguna manera de que pudiéramos ayudarlos”. Él dijo: “No, no podemos ayudarlos y, ya sabes, nosotros no podemos ayudarlos y no le digas a nadie más sobre este asunto porque este es un tema muy sensible”. Y él dijo: “Estas personas estaban en camino, iban a matar a Vasconcelos”. Y él dijo: “Olvídalo. No tienes que mencionarle nada a nadie. Uno de ellos ya está hablando”.

—Entonces, para ser claros, ¿sobrevivió Vasconcelos a este complot de asesinato?

—Eso es correcto.

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El Rey Zambada dijo que controlaba el Aeropuerto de la Ciudad de México para el Cártel de Sinaloa.

—¿Supo si el Acusado usó el aeropuerto para envíos de drogas?

—Correcto.

—¿Alguna vez el acusado solicitó su ayuda en el aeropuerto?

—Así es. Bueno, más o menos a finales de 2005, creo. La verdad es que es muy difícil precisar los años, pero fue más o menos alrededor de ese período de tiempo.

—¿Cuál fue la asistencia que solicitó el Chapo en el Aeropuerto de la Ciudad de México?

—Bueno, un Loera había llegado con una aerolínea comercial y estaban teniendo problemas para sacar la cocaína que el avión traía. Mi hermano Mayo vino a la Ciudad de México y él habló conmigo, y dijo: “Mi compa Chapo tiene un problema con un avión en el aeropuerto que es suyo”. Y le dije: “¿Qué tipo de avión?”. Él dijo: “Es una aerolínea comercial. Él tiene una aerolínea comercial con un avión en funcionamiento”. Y dije: “Bueno, necesito hablar con la persona a cargo de la aerolínea para ver cuál es el problema”. Él dijo: “El problema es que no pueden sacar la cocaína que está dentro del cargamento. Pero habla con Chuy Villegas, el responsable de la aerolínea. Tú ya lo conoces”. Y yo dije: “Okay”.

—¿Cómo se llamaba esta compañía aérea?

—Tenía el nombre de Aero Postal.

—¿Y quién es Chuy Villegas?

—Chuy Villegas es narcotraficante desde hace muchos años. Creo que también fue piloto en la Ciudad de México.

—¿Entendía lo que Chuy Villegas estaba haciendo por el acusado en este caso?

—Él era la persona encargada de administrar esa aerolínea. Era una compañía que tenía un avión DC-8 que transportaba carga a diferentes países de América del Sur, en América Central, y también llevaba cargamento a México. Y traían cocaína en el cargamento que venía de Colombia…

—¿Cómo se enteró para qué estaba usando Aero Postal el acusado?

—Bueno, los ayudé. Ayudé a Chuy Villegas para que las autoridades les entregaran la cocaína en el aeropuerto.

—¿Entregar la cocaína a quién? ¿Entregar la cocaína a quién?

—Se la entregaron a Chuy Villegas, quien era la persona que El Chapo tenía a su cargo en la Ciudad de México para el caso. Traían cinco toneladas.

—Ahora, ¿ayudó a resolver este problema en el aeropuerto?

—De hecho, les ayudé a resolverlo. Tuve que hablar con las autoridades del aeropuerto, tenía que hacerse mucho papeleo legal, cosas así, pero la verdad es que costó mucho trabajo sacar la mercancía, la cocaína, pero la sacaron.

—Ahora, después de resolver este problema para el acusado, ¿supo si había usado Aero Postal para mover drogas antes?

—Sí.

—¿Cómo se enteró de eso?

—Bueno, las autoridades del aeropuerto me dijeron y dijeron que esta era la tercera vez…

—Las autoridades con las que habló, ¿eran personas en su nómina?

—Exactamente. Me dijeron que era la tercera vez que estaban llegando. Y él me dijo: “La verdad es que les dimos una oportunidad porque dijeron que era tu gente”. Y le dije: “No, no son mi gente. No son la gente de mi hermano. Esta es la gente de Chapo, pero es lo mismo porque todos son parte del Cártel de Sinaloa. Sabes cómo trabajo. Si hubiera sido mi gente, habría venido antes de que esta operación iniciara”. Él dijo: “Lo sé. Te vamos a ayudar. No hay problema”. Ellos me ayudaron. Sacaron la mercancía, se la entregaron a Chuy Villegas, todo quedó bien. Tuvieron que cambiar el nombre de la empresa. Le pusieron Aero Fox y continuaron usándola.

—Durante aproximadamente ¿cuánto tiempo continuó el acusado usando Aero Fox?

—No sé por cuánto tiempo más. Usted sabe, fui encarcelado y la compañía Aero Fox todavía estaba allí.

—¿Sabe si el acusado y Chuy Villegas trabajaron con alguien en Colombia en relación con esta aerolínea?

—Sí.

—¿Cómo sabe eso?

—Bueno, ellos trabajaban con un hombre que se llamaba Raúl. Me pidieron que pusiera atención, que hablara con él en la Ciudad de México, sobre temas de importación de cocaína. 

—¿Quiénes son ellos?

—Mi hermano Mayo en nombre del Chapo, para reunirse con este hombre para ver si podíamos hacer algo realmente grande, algo que valiera la pena.

—¿Cuál era el trabajo de Raúl en Colombia?

—Era el director de la compañía que proporcionaba toda la Seguridad para el aeropuerto de Bogotá.

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—Sr. Zambada, ¿quién es Roberto Velasco?

—Era otro comandante que trabajaba en SIEDO.

—Dirigiendo su atención al 2007, ¿Roberto Velasco trabajaba con alguna organización narcotraficante en ese tiempo?

—Es correcto.

—¿Para quién trabajaba?

—Para Arturo Beltrán-Leyva.

—¿Era consciente de un complot para matar a Roberto Velasco?

—Es correcto.

—¿Cómo se enteró de este complot de asesinato?

—Bueno, Nacho Coronel me dijo que este comandante estaba más o menos trabajando en atacar a la gente de Chapo y a la totalidad del Cártel de Sinaloa.

—¿Qué le dijo Nacho Coronel sobre quién quería a Roberto Velasco asesinado?

—Que él estaba enviando el mensaje a nombre de El Chapo y que si podía ayudar diciéndole a Mechudo que se encargara del asunto. 

Le dijo a Mechudo del favor. Este le respondió que necesitaban ayuda para localizarlo. Que le pidiera ayuda a Bayardo, porque él debía saber, puesto que trabajaban en la misma agencia.

—Para ser claros, ¿puedes explicar brevemente quién es Bayardo?

—Bayardo era un comandante que trabajaba para el Cártel de Sinaloa.

—¿Qué le pasó finalmente a Roberto Velasco?

—Lo mataron.

—¿Cómo sabe sobre esto?

—Llegó el momento en que Mechudo me dijo eso, deja que los jefes sepan que todo está listo. También me dijo que les dijera que iba a pedir un permiso por unos 30 días porque había sido herido. Él dijo, saben, ellos me golpearon aquí mismo. Hay un rasguño y estoy con el médico en este momento y necesito tener cirugía.

—¿Alguna vez conoció las circunstancias del asesinato de Roberto Velasco?

—Nacho me dijo que lo habían matado cuando estaba saliendo hacia Tacuba en el estacionamiento del edificio.

***

—¿Cómo se enteró del plan para matar a Rafita?

—Bueno, de la misma manera, mi compa Nacho me dijo que Rafita tenía que ser asesinado. Ese era el mensaje que estaba recibiendo.

—¿Aproximadamente cuándo tuvo esta conversación con Nacho?

—A principios de 2008, exactamente después de que estalló la guerra.

—¿Dónde estaba cuando tuvo esta conversación con Nacho?

—En la Ciudad de México. En este momento, Nacho pasaba mucho tiempo conmigo en la Ciudad de México.

—¿Qué, si acaso, le contó Nacho sobre por qué quería a Rafita muerto?

—Bueno, porque el sicario más peligroso que tenía Arturo era Rafita. Tenía gente con él de la Policía Judicial. Tenían el poder de detener a quien quisieran y desaparecerlos sin mucho trabajo.

—¿Nacho le dijo quién quería a Rafita muerto?

—Sí, me dijo que mi hermano y Chapo eran quienes enviaban el mensaje.

—¿Se enteró si Rafita fue asesinado?

—Bueno, Mechudo me dijo que al final lo habían matado, ¿verdad? Lo habían estado siguiendo por muchos días. Él me dijo: “Descubrí dónde vivía”. Y él dijo: “Bueno, tú tienes que idear un plan para que podamos obligarlo a salir porque él tiene mucha gente con él, a su alrededor”.

—Y para ser claros, ¿Mechudo le dice que tenían que idear un plan para que Rafita saliera?

—Para que Rafita saliera de la casa. Porque cuando Rafita estaba solo en la casa, los guardaespaldas lo dejarían ahí en la casa y se irían.

—¿Qué más le dijo Mechudo?

—Él me dijo que habían hecho una simulación diciendo que uno de sus hijos había tenido un accidente justo después de que él saliera a la escuela, como solía ir a la escuela cada día. Y que habían enviado un sicario a la zona para que pisara los frenos fuerte, para que todos pudieran escuchar que algo había pasado. Y envió a otro a tocar a su puerta gritando que acababa de chocar con su hijo, que acababa de salir a la escuela.

—Voy a detenerlo ahí, ¿ir a la puerta de quién para decirle a quién?

—Eso era… esa era la casa de Rafita, su puerta. El chico acababa de salir de su casa y un sicario fue hasta su puerta y cuando abrieron él solo gritó, tu hijo acaba de estar en un accidente y era el chico que acababa de dejar su casa hacia la escuela. Entonces Rafita salió corriendo a buscar al niño y ahí fue donde lo mataron. 

—¿Qué dijo Nacho Coronel cuando le informó que Rafita había sido asesinado?

—Dijo que eso era genial, era uno de los objetivos más importantes de la guerra.

***

—Voy a dirigir su atención ahora al verano de 2008. ¿Qué envíos de cocaína, si los hubo, planeó en ese momento?

—Yo planeé uno que venía de Colombia a través de un submarino.

—Cuando dice que la cocaína fue enviada por submarino, ¿se refiere a un submarino real?

—No… bueno, es un submarino, pero es, cómo le llaman a eso, podría ser un submarino casero. Es, no es un submarino real. Es una nave que puede sumergirse aproximadamente de dos a tres metros, pero era muy rústico.

—¿Dónde consiguió un submarino?

—Lo construyeron en Colombia.

—Aproximadamente, ¿cuánto cuesta un submarino de esa naturaleza?

—En ese momento, costaban un millón de dólares.

—Ahora, ¿cuál fue el propósito de usar un submarino para contrabandear cocaína?

—Bueno, mientras esta embarcación está viajando, yendo hacia México, el satélite no puede detectar ni el submarino ni la estela.

—¿Qué hizo para organizar este envío submarino?

—Reuní el capital para más o menos dos toneladas y media, dos toneladas y el lado colombiano iba a poner otras dos y media para completar los cinco.

—Para ser claros, ¿aproximadamente cuánta cocaína contenía el envío submarino que planeó?

—Cinco.

—¿Quién invirtió en el envío submarino que planeó?

—Yo invertí, mis trabajadores, mi hermano Mayo y un millón que me dijo que Chapo le había dado para invertir también.

—¿Y usted dijo que el acusado había invertido un millón en su envío submarino?

—¿Qué pasó con el envío del submarino?

—El submarino falló. Lo interceptaron. Fue incautado por la Guardia Costera estadounidense.

—¿Cómo se enteró de que fue capturado por la Guardia Costera estadounidense?

—Bueno, tenía un contacto y le notifiqué que el submarino no estaba apareciendo y la tripulación no respondía. Entonces él comenzó a buscarlo a través de esta persona que trabajó para nosotros y él me dijo un par de días después que lo habían interceptado. Él dijo: “Creo que está en Costa Rica más o menos”.

—¿Aproximadamente cuándo fue incautado el submarino?

—Debería haber sido alrededor de septiembre de 2008.

—Después de que se enteró de que su submarino fue incautado, ¿con quién habló?

—Hablé con Nacho. Y le dije: “Dios, el envío del submarino que estaba esperando falló”.

—Y él dijo: “¿Cómo lo sabes?”.

—Y le dije: “Tengo un amigo que me está haciendo saber que lo interceptaron”.

—Y él me dijo: “¿De verdad tienes un amigo allí?”. Y él dijo: “Bueno, entonces ayúdanos porque hay toda una línea detrás de la tuya”. Y yo dije: “¿Qué quieres decir?”. Y él dijo: “Uno más que viene es mío. Uno de Genaro. Otro de tu hermano. Y otro del Chapo, me dijo. Son otros cuatro los que vienen, navegando”. Y dije: “Bueno, puedo ayudarte”.

—¿Supo si estos otros envíos de submarinos llegaron a México?

—Sí. Y sí, y el primero fue para Nacho, luego el de mi hermano, luego el de Genaro, tres seguidos, y el último era para Chapo y realmente no sé qué pasó con ese porque no entró en mis almacenes en la Ciudad de México.

—Solo para ser claros, ¿la cocaína de los otros envíos submarinos llegan a su almacén?

—Sí. El transporte se detuvo allí en los almacenes en la Ciudad de México para continuar.

—Aproximadamente ¿cuánta cocaína contenían esos envíos?

—Uno de ellos, cinco. Otro, seis. Cada uno estaba trayendo entre cinco y seis toneladas.

—¿Aproximadamente cuándo llegaron a México estos otros envíos submarinos que acaba de describir?

—Cuatro o cinco días después. Llegó el primero y los otros llegaron, como, una semana después.

—¿Y eso todavía fue en septiembre de 2008?

—Sí, fue ese mismo período de tiempo.

—¿Cuál era su entendimiento de a dónde estaba destinada esta cocaína?

—A los Estados Unidos.

Hiroshi Takahashi | Organización Editorial Mexicana

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