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Ana Laura Morales Cervantes es una diseñadora veracruzana que triunfa en París

La vida de la diseñadora Ana Laura Morales Cervantes desde su adolescencia y juventud se desarrolló entre Poza Rica, Papantla y Villahermosa, Tabasco

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Es un orgullo porque nunca pensé encontrarme aquí en París, asegura la diseñadora.

XALAPA, Veracruz. Su vida en París, la capital de la moda, le ha servido para confirmar que todos los sueños y lo que se desea se puede lograr. Ha aprendido como mexicana que no hay límites, que éstos no existen y que, aunque hay que trabajar duro, se puede hacer, dice la diseñadora de moda, Ana Laura Morales Cervantes.

Ella originaria de Poza Rica, mujer de 46 años que ha puesto muy en alto a México en el extranjero aun con todo lo que extraña comer “las picaditas veracruzanas”. Su vida hasta su adolescencia y juventud se desarrolló entre Poza Rica, Papantla y Villahermosa, Tabasco, pero desde hace 15 años vive en París, como nunca lo hubiera imaginado.

“Es un orgullo porque nunca pensé encontrarme aquí en París trabajando en la alta costura haciendo vestidos de novia, ayudando a hacer los vestidos de grandes diseñadores, nunca me imaginé eso y es una satisfacción maravillosa”, respondió al ser entrevistada vía telefónica.

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Desde su niñez tuvo un gusto especial por diseñar la ropa para sus muñecas; durante la secundaria en Villa Hermosa, empezó a estudiar corte y confección donde pudo realizar sus propias creaciones guiada por su maestra Lucy Morales.

Al concluirla, obtuvo un diploma como auxiliar de técnico en industria del vestido; después de la preparatoria, inició un diplomado en producción de televisión en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco donde estuvo el segundo año y de donde obtuvo su licencia de conducción y también confeccionaba su propia ropa.

Sin embargo, el tiempo la fue llevando a enfocarse cada vez más en la radio, la televisión y las ventas por lo que hizo a un lado su gusto por la costura puesto que se dedicó también a otra de sus grandes pasiones como son las ventas y relaciones públicas.

Luego de algunos años decidió irse a probar suerte en Ciudad de México donde trabajó para varias empresas y de ahí se fue hacia Europa en julio de 2005, donde se casó y se convirtió en mamá. Allí empezó a trabajar como voceadora para un periódico lo que le permitió acceder al mundo laboral en Francia y conocer más acerca de su cultura.

Luego ingresó como vendedora y consejera de moda en una boutique de un gran grupo parisino. “Es donde me doy cuenta que no se necesitaba un doctorado para poder trabajar en la moda. Un día desgraciadamente tuve un accidente de trabajo y decidimos terminar nuestra relación laboral y fue ahí que me dije: voy a prepararme en la costura, en la confección con las técnicas francesas”, afirmó la diseñadora mexicana.

Así, empezó su preparación de corte y confección en los cursos para adultos del ayuntamiento de París, ingresa a GRETA que es un organismo de formación para adultos y estudia un bachillerato técnico profesional en moda logrando su primer título de estado en la Academia de París.

En 2018 crea cinco piezas de su propia marca en exclusiva para la plataforma Sprintinedit. Es en el Dressing Club que realizará vestidos de novia de A-Z para la colección ALBA.

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Además, la diseñadora regresó a las aulas que la formaron en el ayuntamiento de París y GRETA, pero en esta ocasión vuelve como maestra de corte y confección donde en medio de la pandemia por el Covid-19 y ante la escasez, se sumaron a la realización de mil cubrebocas y mil batas médicas.

Ariadna García |Organización Editorial Mexicana

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