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Migrantes LGBT+ en peligro, el impacto de las nuevas políticas en su refugio en México

Antes de que Estados Unidos cancelara el acceso a migrantes, él buscó una cita a través de la aplicación CBP.

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Antes de que Estados Unidos cancelara el acceso a migrantes, él buscó una cita a través de la aplicación CBP.

Alison, de Ecuador y Daniel, de Venezuela, son migrantes que por problemas de inseguridad, discriminación y una economía precaria decidieron abandonar sus países de origen. 

Durante meses cruzaron varios países de Latinoamérica con la intención de llegar a Estados Unidos y hoy se alojan en Casa Frida, que está en riesgo de perder más del 60 por ciento de su financiamiento debido a las nuevas políticas migratorias y al recorte de ayuda al extranjero impuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

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Casa Frida tiene tres sedes en México y atiende en total a 320 personas de la comunidad LGBT+, principalmente migrantes. La de Ciudad de México surgió en 2020, para Alison y su pareja, quienes abandonaron Ecuador en diciembre de 2024, este es el único lugar seguro al que han tenido acceso. 

“En nuestro caso son cinco socios que se ven profundamente afectados por esta suspensión y esto representa el 60 por ciento del presupuesto que teníamos en Casa Frida”, señaló Raúl Caporal, director del albergue, a El Sol de México.

Alison huyó tras extorsiones en Ecuador

Alison y su esposa habitan ahí desde el 13 de enero, pero el recorte de financiamiento que prevé el refugio la agobia pues eso significa quedarse sin apoyo, comida y un techo. 

“Dejé Ecuador el 2 de diciembre del 2024, por extorsión. Fue porque secuestraron a mi pareja, y después nos extorsionaron dos años. En 2023 dos sujetos se subieron al auto de mi pareja, la secuestraron, le robaron sus pertenencias y la botaron en una montaña muy lejos de donde vivimos. Y ahí retomaron información del celular que le robaron y empezaron las extorsiones”, relató.

Pese a tener pasaporte y papeles que en su país son válidos, sólo pudieron tomar un avión de Ecuador a El Salvador, mientras que el resto del viaje tuvo que ser de forma ilegal, a través de personas a quienes ella y su pareja pagaron cerca de 10 mil dólares a cambio de trasladarlas en autobuses hasta la CdMx.

“En Ecuador trabajaba como enfermera, en la parte de geriatría, cuidados a adultos mayores. Y también tenía un local de cosmetología, faciales, pestañas. Dejamos a nuestras familias. (…) fue muy feo como viajamos para llegar hasta acá, es algo que no recomendaría, es algo muy complicado porque pasas por travesías muy feas, no comes, estás en aislamiento, son traumas que el camino te va dejando”, recordó. 

Alison explica que lo que originó su ingresó de forma ilegal al país fue el conflicto diplomático que existe entre México y Ecuador. Hace unas semanas ella y su esposa iniciaron la solicitud de asilo ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), pero su primera entrevista está programada hasta abril.

“Nosotras queríamos llegar a Estados Unidos, trabajar y estudiar, y tener algo allá, pero no se va a poder (…) tenemos que iniciar desde cero, y nos gustaría quedarnos en México, porque aquí son más abiertos con aceptar que somos una pareja de mujeres, estoy en un trabajo que me tratan bien, pero aún no tenemos la plata para arrendar, no tenemos todos los papeles que nos piden”, dijo Alison. 

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Hace unos días el refugio les comentó la situación que podrían enfrentar, por lo que les solicitaron cuidar más los recursos, como la comida. Esto no le molesta a Alison y lo entiende, sin embargo, no está lista para dejar el refugio, pues el trabajo que consiguió es de mesera y no le es suficiente para cubrir una renta, además de que los caseros no quieren ofrecer las viviendas a extranjeros por no tener todos los papeles requeridos.

Discurso de odio obligó a Daniel a salir de Venezuela

Daniel, originario de Venezuela, salió de su país en 2015, los motivos fueron odio, discriminación, falta de crecimiento profesional y de oportunidades para mejorar su economía, ya que cuenta con una licenciatura en educación, lo que le ha permitido ser profesor. 

Con el sueño de encontrar un buen trabajo y una calidad de vida que le permita tener tiempo para él y otra preparación, decidió continuar su viaje rumbo a Estados Unidos, pero las actuales restricciones del país vecino en contra de la población migrante lo frenó.

“Sé hacer muchas cosas, no me cierro, estoy completo, mi cuerpo está bien, estoy sano, y eso es lo más importante. Pero aquí te piden muchos papeles, piden CURP, INE, y yo no tengo eso, enseño mi pasaporte y otros documentos míos, es difícil conseguir algo cuando no tienes nada de eso”, explicó. 

Debido a la dificultad de poder acceder a un empleo, Casa Frida es la única alternativa que tiene para tener un techo, algo que comer y trabajar para comenzar a ahorrar, además de iniciar la regulación de su situación migratoria. Antes de que Estados Unidos cancelara el acceso a migrantes, él buscó una cita a través de la aplicación CBP ONE, que ayudaba a migrantes a solicitar refugio. Hace unas semanas inició su trámite con la Comar, pero aún tiene que esperar varios meses para poder tener una cita. 

“Inicialmente sí acaricié la idea de Estados Unidos, de alguna otra manera tenía mis reservas con eso. Tengo la visión de quedarme en México unos años. (…) en los cuatro meses que llevo aquí he trabajado mucho, he tenido que trasladarme hasta hora y media. Pero sin Casa Frida no puedo, aquí nos han recibido, nos ha dado alimento, techo, incluso apoyo psicosocial, nos integra. Afecta bastante esta situación, porque dependemos de un financiamiento extranjero y si nos ha afectado directamente, los recursos que tiene la Casa son recursos limitados, hemos tenido que reducir los consumos”, explicó Daniel. 

Los habitantes de este refugio están a la espera de lo que pasará con Casa Frida, pero están seguros de que no es tiempo de regresar a sus países de origen.

Luis llegó de Cuba y quiere quedarse en México

El mismo escenario enfrenta Luis Lara, quien dejó Cuba el 28 de mayo de 2024 por temas de discriminación y falta de crecimiento profesional. Es licenciado agropecuario, además de técnico en agronomía y veterinaria. 

Estuvo cerca de medio año en Chiapas, alojado en la sede de Casa Frida en ese estado, e inició su trámite en la Comar, mientras tanto trabajó en horario nocturno en un establecimiento dedicado a la atención a clientes. Recientemente su proceso como refugiado concluyó y las autoridades mexicanas le concedieron el permiso de permanecer en el país, por lo que decidió migrar a la CdMx para buscar un mejor empleo. 

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Hace unas semanas llegó a la sede de Casa Frida en la capital y aunque ya se postuló para cuatro vacantes de empleo, aún ninguna le confirma su contratación. Los empleos a los que puede acceder están lejos de su perfil profesional. 

“En Cuba trabajé en el sector científico, soy científico, trabajaba en una academia de ciencias en la agricultura, estaba al frente de una biofábrica, trabajamos con material in vitro, con productos agrónomos. Las vacantes para las que me he postulado aquí (en CdMx) son para un Oxxo, seguridad de un Liverpool, y en una veterinaria, pero aún no me llaman, mi sueño es poder trabajar en una universidad de aquí”, detalló Luis.

Dana Estrada | El Sol de México

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