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La Opinión

Gustavo Petro solo hizo el ridículo frente a Donald Trump

Donald Trump utilizó a Gustavo Petro como conejillo de indias, en otras palabras, solo hizo el ridículo a nivel internacional

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Resulta que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, sirvió de ejemplo para todos aquellos que no quieran ceñirse a los designios del emperador estadounidense, Donald Trump, la bravata del sudamericano duró menos de un día y con eso tuvo el magnate para mandar un mensaje mundial a todos los osados que quieran verlo a los ojos.

En un primer momento, la postura de Petro hizo pensar que había saltado del burladero el primer gobernante digno que no se iba a someter a las posturas migrantes radicales, que solo buscan tener contento a los militantes de la MAGA, porque ya sean migrantes legales e irregulares son una parte importante en la economía de Estados Unidos.

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También es cierto que Petro primero dice una cosa y luego recula, lo mismo pasó con su vecino venezolano Nicolás Maduro, primero lo presionaba para que mostrara las actas que lo acreditaban como ganador de las pasadas elecciones presidenciales en Venezuela, luego dijo que asistiría a la toma de posesión, pero finalmente la relación bilateral sigue fluyendo.

Lo cierto es que el pasado domingo será un día difícil de olvidar para los ciudadanos colombianos. Será recordado como el día en que el presidente Petro le declaró una feroz guerra comercial a Trump y a Estados Unidos, poniendo en serio peligro a gran parte del mundo empresarial de su país. Y también como el día en que el mismo Petro puso fin a dicho conflicto económico.

En su primera semana de vuelta en el Despacho Oval, Trump aprovechó la rebeldía de Petro para demostrar su poder y su disposición para traspasar ciertas líneas con tal de cumplir con su campaña contra la migración ilegal. 

El gobierno estadounidense dio a conocer una serie de durísimas sanciones contra Colombia: aranceles del 25 por ciento (que pasarían al 50 una semana más tarde), el cierre del departamento de visados en la Embajada y la revocación inmediata de visas a dirigentes colombianos. Y, como si fuera poco, el propio Trump advirtió que estas medidas eran “solo el principio”.

Eso hizo temblar a propios y extraños en Colombia, por unas horas parecía que caían en un abismo y que no había forma de frenar, pero después, como ya es costumbre, Petro consideró y aceptó recibir a los migrantes indocumentados colombianos y no solo recibirlos fue a traerlos con sus propios aviones.

Petro recibió el apoyo de Maduro  y del expresidente de Bolivia, Evo Morales, a su postura efímera contra Trump, pero la verdad ese apoyo y nada es lo mismo son dos personajes que seguramente el mandatario estadounidense tiene en su agenda, pero aún no es su turno de ajustarles las cuentas, ni ellos mismos pueden hacer nada para revertir las amenazas del emperador estadounidense.

Al final de cuentas, Trump utilizó a Petro como conejillo de indias, en otras palabras, solo hizo el ridículo a nivel internacional, de todos modos va a recibir a los migrantes que le manden, porque si no el futuro de Colombia pinta negro y tenebroso, ante los arrebatos del magnate inmobiliario, que en una semana de gobierno parase que ya lleva más de un año.

Lo malo de todo esto es que apenas comienza con sus barbaridades, todavía falta que le haga manita de puerco a sus aliados de la OTAN; a Rusia y Ucrania; a Hamás e Israel si es necesario; que se siente a platicar con el líder norcoreano Kim Jong-Un y por supuesto que regrese sus arrebatos hacia México y sus aranceles y el T-MEC.

Esos dos puntos van  a ser clave en la relación del cuatrienio de Trump, el negociarlos de manera favorable es el reto, porque de la migración ya vimos que se nos van a amontonar todos los migrantes que sean rechazados de EU, al fin aquí los vamos a recibir a todos, les vamos  a dar ayuda y chamba. O sea, es una pelea perdida.

Guste o no, Trump hizo sombra con Petro, de por sí, problemas no le faltan en Colombia, donde está señalado de vínculos con el narco que supuestamente financió su campaña presidencial, palabras de su propio hijo.

Tiene una creciente distancia con su vicepresidenta Francia Márquez, una familia con una larga cola de problemas, que incluyen a su esposa,  y por si fuera poco un pleito abierto con el amigazo de Trump, el presidente de Argentina Javier Milei. El mandatario colombiano se aventó al ruedo y el toro lo embistió. O usted, ¿qué cree?

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