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Cabras asilvestradas en isla Espíritu Santo (Baja California Sur), ¿problema ambiental o recurso productivo?

Ante la problemática ambiental, surge la posibilidad de aprovechar a las cabras asilvestradas como recurso cárnico. 

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Ante la problemática ambiental, surge la posibilidad de aprovechar a las cabras asilvestradas como recurso cárnico. 

Baja California Sur enfrenta un dilema con la población de cabras asilvestradas en la Isla Espíritu Santo. Aunque su impacto ambiental es significativo podrían convertirse en un recurso aprovechable para la región explica experto en caprinocultura.

Emmanuel Junco Carlón, responsable de la materia de zootecnia de caprinos de la Universidad Autónoma Baja California Sur, y el responsable de la unidad académica de caprinos y ovinos de la posta zootécnica de la UABCS, destacó que las cabras son un animal versátil con alto potencial productivo.

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“Baja California Sur es un estado 100 por ciento caprinocultor por su geografía y vegetación. Las cabras se adaptan a la sequía y pueden aprovecharse en varios aspectos: leche, carne y cuero”, explicó Junco y agrega que la caprinocultura tiene un bajo impacto ambiental si se maneja adecuadamente.

Según el investigador Ramón Cepeda Palacios, el desarrollo de características adaptativas, como cuernos más robustos y pelajes resistentes al calor, ha permitido a estas cabras sobrevivir en condiciones extremas. Sin embargo, el daño a la flora local es evidente.

José Luis León De la Luz, del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR), advierte que la erosión del suelo y la desaparición de plantas nativas son consecuencias directas de la presencia de estos animales. “La isla tiene precipitaciones mínimas y largos periodos de sequía, lo que dificulta la regeneración de su ecosistema”, explica.

Ante la problemática ambiental, surge la posibilidad de aprovechar a las cabras asilvestradas como recurso cárnico. Estudios realizados por el doctor Ramón Cepeda revelaron que los machos extraídos de la Isla Espíritu Santo tienen un rendimiento en canal competitivo con razas especializadas. Esto significa que podrían generar carne de calidad y, al mismo tiempo, contribuir a su erradicación.

Junco enfatizó que las cabras tienen un papel fundamental en el desarrollo agrícola de zonas áridas debido a su bajo requerimiento de alimento y su capacidad de aprovechar los recursos locales. “A diferencia de otros animales como el ganado bovino, las cabras requieren menos alimento, lo que las hace ideales para regiones con limitaciones hídricas y vegetativas”, puntualizó.

En un supuesto escenario en el que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas decidiera realizar una campaña de erradicación en la isla Espíritu Santo, Junco plantea lo siguiente: “Si la CONANP decidiera retirar a las cabras de la isla, la región tiene capacidad para manejarlas. Podrían domesticar y adaptar estos animales, generando un recurso económico local aunque claro esto lleva tiempo y trabajo”, afirmó.

La producción caprina en Baja California Sur tiene un papel relevante con aproximadamente 400 mil cabezas distribuidas en la península, detalla Junco. Zonas como La Purísima, San Javier y San Francisco de la Sierra destacan por su actividad caprinocultura.

Un desafío importante, según Junco, es la baja cultura de consumo de productos caprinos en el estado. “Aquí en Baja California Sur, los productos derivados del caprino, como la carne y los quesos, no son tan populares como en otras regiones. Sin embargo, en temporadas festivas, como diciembre, la demanda aumenta significativamente”, explicó.

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Además mencionó que productores de estados como Nuevo León a menudo vienen a comprar cabritos en la región para exportarlos, destacando la calidad del ganado local.

Expertos como el doctor Junco y estudios sobre el tema apuntan a que su aprovechamiento combinado con políticas sostenibles, puede transformar esta problemática en una oportunidad para Baja California Sur, impulsando la caprinocultura como un pilar económico y ecológico.

Emilio Avendaño | El Sudcaliforniano

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