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Reforma laboral para repartidores: Seguridad social y desafíos en León

Este permite a los repartidores elegir entre mantenerse como trabajadores independientes.

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Este permite a los repartidores elegir entre mantenerse como trabajadores independientes.

El Senado de la República aprobó esta semana una reforma que garantiza derechos laborales para cerca de 700 mil trabajadores de plataformas digitales, incluyéndolos en el régimen de seguridad social y estableciendo un marco normativo para sus relaciones laborales. 

Mientras en León los repartidores celebran la inclusión al régimen de seguridad social como un avance necesario, Uber México critica la medida y afirma que podría incrementar costos para los clientes y limitar la flexibilidad laboral.

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Tres repartidores de comida rápida compartieron su opinión con El Sol de León sobre esta medida histórica. Aquí, sus voces y sus historias.

Seguro Social, palabras mágicas para Miguel por su hemodiálisis

Antes buscaba trabajo en empresas, pero no me contratan por mi enfermedad. Aquí ya puedo hacer algo de dinero, porque los tratamientos por fuera son muy caros Miguel Olmos, repartidor de aplicación en León, Guanajuato.

Miguel Olmos tiene apenas nueve días trabajando como repartidor en León, pero ya conoce de cerca los riesgos y desafíos que enfrentan quienes se dedican a este oficio. 

Desde temprano recorre la ciudad en bicicleta y recientemente pudo adquirir una mochila para guardar los alimentos o paquetes que le son encargados para su traslado, gracias al apoyo de un amigo que le facilitó la compra

“Me la vendió en 300 pesos; apenas ayer la conseguí, con más calma voy a empezar a usarla para trabajar más rápido,” relata con entusiasmo.

Su incursión en el mundo del reparto no fue una elección sencilla, sino una necesidad derivada de su situación de salud. Miguel padece una enfermedad renal hereditaria que le obliga a someterse a tratamientos de hemodiálisis de manera regular. 

Este procedimiento, que es indispensable para su supervivencia, representa un gasto significativo que ha tenido que cubrir por su cuenta, ya que no cuenta con seguridad social.

Cada sesión de hemodiálisis puede costar varios miles de pesos, un gasto que Miguel apenas logra cubrir con los ingresos que genera como repartidor.

La reforma laboral aprobada recientemente en el Senado, que obligaría a las plataformas digitales a incluir a sus trabajadores en el régimen de seguridad social, podría cambiar su vida radicalmente. 

“Si me dan el seguro, sería de gran ayuda. Podría atenderme sin tener que preocuparme tanto por el dinero. Es una buena alternativa para los que, arriesgamos mucho en las calles y no tenemos nada que nos respalde,” señala.

Miguel, quien tiene poco tiempo en el oficio, también reflexiona sobre los peligros que enfrentan los repartidores. “Uno pasa por las calles a todas horas, ya sea en la tarde, en la noche o en la mañana, y siempre está el riesgo de un accidente. A veces no piensas en eso hasta que le pasa a alguien cercano, pero sabes que es algo que puede ocurrir en cualquier momento.”

A pesar de sus limitaciones, Miguel se muestra optimista y agradecido por la oportunidad de trabajar, aunque admite que le gustaría un empleo más estable en el futuro

“Lo importante es seguirle echando ganas. Este trabajo me ayuda a cubrir lo más básico, pero con el seguro social sería otra cosa. Por lo menos podría tener un poco más de tranquilidad con mis tratamientos,” dice.

El Seguro Social como respaldo… que no tienen

Yo creo que tampoco podemos tener todo gratis, y eso está bien. Lo veo bastante justo, sobre todo para quienes somos auto empleadosAlejandro Centeno, repartidor de app en León

Alejandro Centeno lleva siete años trabajando como repartidor en plataformas digitales. Su experiencia lo ha convertido en un experto en las dinámicas del oficio, pero también le ha mostrado las carencias y riesgos que enfrentan quienes dependen de este modelo laboral.

“Yo empecé desde que arrancaron las aplicaciones aquí. Antes trabajaba con mi coche, ahora ya es en moto, y pues así he ido saliendo adelante,” comparte. Alejandro, de 40 años, es un padre soltero que ha encontrado en este trabajo una forma de generar ingresos mientras cuida de sus hijos. “Es la única manera en la que puedo atender mis necesidades, no solamente económicas. También me da tiempo para estar al pendiente de mis hijos, de mi casa y de mis cosas,” relata.

Con estudios universitarios truncos, Alejandro conoce bien las dificultades de encontrar un empleo formal en México. “Es muy complicado. Si no tienes una licenciatura terminada, es difícil conseguir un buen empleo. La sociedad aquí es muy elitista en el aspecto laboral,” dice. Aunque también se dedica a la música, su verdadera fuente de ingreso constante es el reparto de comida, una actividad que organiza estratégicamente para maximizar sus ingresos.

“Es un trabajo de estrategia. Hay que buscar los días y los horarios más redituables, porque no todo el tiempo es bueno,” explica. A pesar de que ha logrado adaptarse a las dinámicas del empleo, Alejandro reconoce que su mayor preocupación siempre ha sido la falta de garantías y respaldo en caso de un accidente o enfermedad.

“No tenemos ninguna garantía, ningún respaldo de nada. Si te pasa algo en este trabajo, estás por tu cuenta,” afirma. Por eso, la reforma que les otorgaría acceso al seguro social le parece un cambio positivo, aunque implique costos compartidos entre las plataformas, los usuarios y los propios repartidores.

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“Yo creo que tampoco podemos tener todo gratis, y eso está bien. Lo veo bastante justo, sobre todo para quienes somos autoempleados. Tener acceso al seguro social no solo me ayudaría a mí, sino también a mis hijos. Ya podría tener la tranquilidad de que están protegidos,” explica con convicción.

Aunque Alejandro agradece la flexibilidad de este tipo de empleo, también admite que a veces se siente atrapado por la falta de opciones. “Es lo que hay. Afortunadamente me da para cubrir las necesidades básicas, pero siempre hay esa incertidumbre de qué pasará si te enfermas o te pasa algo grave,” comenta.

En la calle el riesgo es constante, el seguro es indispensable

Es mucho riesgo estar en la calle en moto. Cualquier accidente puede salir muy caro, y uno nunca sabe qué puede pasar.Ángel Quintana, repartidor de app en León

Ángel Quintana lleva un año y medio trabajando como repartidor en León, aunque reconoce que no es un empleo fácil ni exento de riesgos.

“Es mucho riesgo estar en la calle en moto. Cualquier accidente puede salir muy caro, y uno nunca sabe qué puede pasar,” comenta sin detiene ni un momento para compartir su testimonio.

A pesar de las dificultades, asegura que este trabajo le permite ganar lo suficiente para mantenerse. “Sí deja, la verdad. Es un negocio redituable si sabes cómo organizarte,” explica, pero no oculta su preocupación por las condiciones en las que opera.

Al enterarse de la reforma que podría otorgarle acceso al seguro social, Ángel no duda en apoyar la medida. “Claro que estaría bien, porque ya estaríamos asegurados. Tener algo que te respalde es muy importante en este trabajo,” afirmó con seguridad.

La propuesta es incompatible: Uber México

La reforma laboral que busca otorgar seguridad social a los trabajadores de plataformas digitales no solo ha generado expectativas entre los repartidores, sino también críticas por parte de las empresas implicadas

Nicolás Sánchez Sepúlveda, director de Asuntos Gubernamentales y Políticas de Uber México, expresó en entrevista con El Sol de México que esta propuesta podría ser insostenible en su aplicación actual, ya que no toma en cuenta la naturaleza flexible del modelo de negocio de las plataformas digitales.

“La iniciativa actual parte de esquemas tradicionales de empleo que no corresponden con la realidad de la economía digital,” afirmó Sánchez. Según el directivo, más del 60 por ciento de los repartidores en México trabajan menos de dos horas al día o alrededor de diez horas semanales, cifras que contrastan con las jornadas laborales de 48 horas establecidas en la reforma.

Sánchez advirtió que la implementación de esta medida podría aumentar los costos del servicio en hasta un 50 por ciento, un impacto que recaería tanto en los usuarios como en los repartidores. “Al final, los más perjudicados son los clientes, quienes deberán asumir este tipo de aumentos, haciendo más complicado el uso de plataformas de entrega como Uber,” señaló.

El directivo también destacó que otros países han logrado regulaciones más equilibradas. “En Reino Unido, por ejemplo, se creó la figura de ‘trabajador de plataformas’, un modelo intermedio que permite a los repartidores conservar su independencia y flexibilidad, mientras acceden a ciertos beneficios como vacaciones pagadas y aportes a la seguridad social,” explicó.

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Chile es otro caso que, según Sánchez, ofrece una alternativa interesante con un modelo dual. Este permite a los repartidores elegir entre mantenerse como trabajadores independientes, con beneficios limitados pero conservando flexibilidad, o convertirse en empleados tradicionales, con acceso pleno a prestaciones laborales.

En contraste, Sánchez criticó el caso de España y su Ley Rider, que en 2021 transformó a los repartidores en empleados bajo un modelo tradicional. Según Uber, esto provocó una contracción del 70 por ciento en el mercado de repartidores, ya que muchas plataformas no pudieron absorber los costos asociados.

“Lo que necesitamos en México es un modelo que combine flexibilidad con protección social, no imponer esquemas rígidos que no funcionan en esta economía,” concluyó.

Por otro lado, plataformas como DiDi y Rappi también han señalado que este tipo de regulaciones deben ser diseñadas en colaboración con todos los actores involucrados. Desde octubre, empresas del sector han sostenido más de 30 reuniones con el gobierno para discutir posibles modificaciones, aunque la propuesta finalmente aprobada en el Senado sigue siendo objeto de debate.

Eduardo Padilla|El Sol de León

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