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Ocotelulco, un sigiloso tesoro prehispánico cerca de la capital de Tlaxcala
Aproximadamente a 15 minutos del centro de la ciudad de Tlaxcala se localiza el Museo de Sitio de Ocotelulco.
No hace falta viajar grandes distancias desde la capital tlaxcalteca para apreciar la riqueza prehispánica que se mantiene en pie en las zonas arqueológicas de nuestro estado; la del Señorío de Ocotelulco, en Totolac, es una visita obligada para conocer la fastuosidad de nuestras raíces culturales.
Aproximadamente a 15 minutos del centro de la ciudad de Tlaxcala se localiza el Museo de Sitio de Ocotelulco, donde se conservan vestigios del templo dedicado a Tezcatlipoca -o Camaxtli en su forma chichimeca- dios de la caza, de la guerra, la esperanza y el fuego, uno de los cuatro dioses creadores de la Tierra.
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Pintura mural, uno de sus grandes tesoros
En dicho templo se conservan pinturas murales que representan a esta deidad, la más importante para los antiguos tlaxcaltecas. Se trata de una de las tres pinturas murales expuestas a la vista del público en nuestro estado, pues las otras pinturas se localizan en Tizatlán y en Cacaxtla.
“Hallar esta pintura mural tipo códice hizo ver que los tlaxcaltecas tenían un conocimiento artístico que los historiadores sólo asociaban con la cultura mixteca, así que cambió la perspectiva y se hizo evidente que los tlaxcaltecas formaron parte de una alta cultura relacionada con la producción de códices que sobrevivieron después de la Conquista”, resaltó el arqueólogo José Eduardo Contreras Martínez, encargado de la zona arqueológica de Ocotelulco.
Esta pintura prehispánica retrata al dios Tezcatlipoca y se ubica en un fragmento de una banca ceremonial. “Oculto por un muro de adobe estaba este altar polícromo que pudimos saber que estaba dedicado a Tezcatlipoca“.
“Era un recinto muy restringido, probablemente para sacerdotes que se dedicaban al culto a esta deidad relacionados con la muerte de los valientes guerreros. La pintura es una representación de un guerrero que ha muerto en el campo de batalla”, explicó Contreras Martínez.
Vestigios
En el lugar conviven claramente las culturas indígenas y española. Por un lado están los vestigios de un templo religioso indígena, así como de una escalinata prehispánica, y por otro los indicios de una capilla edificada poco tiempo después de la llegada de los españoles a este territorio, lo cual hace aún más peculiar a la zona.
“El templo tuvo varias etapas constructivas, esta es la más antigua; no la vieron los españoles, por eso no lo destruyeron. Luego vino una siguiente etapa, la de la escalinata que está completa, de la cual se desmontaron varios de sus ladrillos para montar una estructura colonial que vemos al fondo; es una estructura anterior al exconvento de San Francisco, es probable que se trate de la capilla que había edificado fray Valentín de Valencia hacia 1524, y que se piensa se extiende hacia el patio del museo de sitio.
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El señorío de Ocotelulco
Ocotelulco fue uno de los más importantes señoríos previo a la llegada de los españoles. Se cree que el templo hallado en este sitio, en las excavaciones de 1990, data de alrededor del año 1450 d.C., que fue la época de mayor esplendor político y militar de Tlaxcala.
Gobernado por Maxixcatzin, el señorío de Ocotelulco pactó una alianza con los conquistadores españoles para hacer frente a la opresión de los mexicas al pueblo tlaxcalteca. Incluso se dice que Maxixcatzin fue amigo de Hernán Cortés y cuando el tlatoani falleció a causa de la epidemia de viruela en 1520, el conquistador español lloró su muerte.
Los historiadores coinciden en que, al igual que Xicohténcatl, el gobernante de Ocotelulco ofreció a su hija en matrimonio a los conquistadores españoles para sellar la alianza; es por ello que su hija, bautizada como Luisa, se casó con Juan Velázquez de León, y ambos murieron durante la Noche Triste.
El papel fundamental de Ocotelulco en los hechos que definieron el rumbo de la historia hacen que la zona arqueológica sea una de las de mayor valor, a pesar de ser poco visitada por los tlaxcaltecas en la actualidad.
Extensa colección
Además de los hallazgos constructivos, también se ha encontrado una importante cantidad de piezas de cerámica; se trata de vasos, platos y vasijas que tuvieron un uso ceremonial y cotidiano decoradas principalmente con referencias a Tezcatlipoca, incluso, simbolismos del sacrificio humano que practicaron nuestros antepasados.
También hay una amplia variedad de figurillas, entre las más peculiares están las que representan a rostros de personajes españoles, como monjas y frailes, así como animales que llegaron con los colonizadores, como los cerdos.
Hay figurillas de personajes que vienen de distintas partes de Mesoamérica, como Zempoala, Guerrero, Tabasco, la zona maya y mexicas. Esto habla de la diversidad étnica, pues en Ocotelulco hubo un gran mercado que concentró a mercaderes de otros lugares, fue un lugar cosmopolita que no estuvo aislado de la influencia exterior. Este gran mercado fue uno de los aspectos que impresionó a Hernán Cortés, mencionó el arqueólogo Eduardo Contreras.
“De hecho en los predios de la plaza comercial Galerías, que corresponden al señorío de Ocotelulco no había un solo metro cuadrado que no estuviera lleno de cerámica, piezas que fueron trasladadas a este museo”, compartió el especialista.
Es de resaltar que además de los objetos de origen indígena, en Ocotelulco también se han encontrado piezas de manufactura española como cuchillos de metal, de los cuales se conservan una veintena en este museo.
La Zona Arqueológica de Ocotelulco ha sido explorada aproximadamente en un 20 por ciento, pues se cree que un 80 por ciento aún se encuentra oculto bajo la tierra; sin embargo, los predios de este sitio en San Juan Totolac son un campo fértil para la investigación arqueológica, pues los pobladores refieren encontrar numerosos vestigios arqueológicos cada vez que llevan a cabo una excavación.
La Zona Arqueológica de Ocotelulco se encuentra en calle Grecia, número 97, a un costado de la iglesia de la localidad de San Francisco Ocotelulco en el municipio de Totolac. Su horario de visita es de lunes a jueves, de 10:00 a 15:00 horas y viernes, sábados con cita previa a través del Centro INAH Tlaxcala.
De hecho en los predios de la plaza comercial Galerías, que corresponden al señorío de Ocotelulco no había un solo metro cuadrado que no estuviera lleno de cerámica, piezas que fueron trasladadas a este museo”.
Javier Velázquez | El Sol de Morelia
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