El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), aseguró que la Reforma Judicial propuesta por su administración permitirá avances significativos en el acceso a la justicia en México.

En respuesta a una pregunta sobre si los mexicanos estarán más tranquilos con la situación de la justicia en el país, el mandatario expresó su optimismo sobre los cambios que traerá la reforma.

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“Creo que sí, esta reforma va a permitir avances muy importantes”, afirmó López Obrador durante su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional después del izamiento de la bandera a media hasta en recuerdo de los fallecidos en el terremoto de 1985.

Subrayó que una de las directrices fundamentales de su gobierno desde que asumió la presidencia ha sido la separación del poder económico del poder político, algo que considera esencial para garantizar una verdadera justicia.

López Obrador relató cómo la idea de separar el poder económico del político fue planteada por un migrante en Baja California. Según el mandatario, este ciudadano le recomendó que la reforma debería enfocarse en separar ambos poderes para que el gobierno pueda representar a todos los mexicanos, sin importar su clase social, creencias o lugar de residencia.

“Me lo recomendó un migrante en Baja California, la reforma. Me dijo que era necesario separar al poder económico del poder político. Que el gobierno represente a todos, a ricos y a pobres, a creyentes y no creyentes. A los que viven en el campo y la ciudad, de todas las clases sociales que hay en nuestro país“, relató el presidente.

López Obrador explicó que su gobierno ha logrado avances en la separación del poder económico y político en los Poderes Legislativo y Ejecutivo, pero que aún falta mucho por hacer en el Poder Judicial, donde considera que persisten serios problemas.

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El Poder Judicial, “secuestrado” por minorías y la delincuencia

El presidente no dudó en criticar duramente la situación actual del Poder Judicial, al que describió como “tomado, atrapado, secuestrado”. Según López Obrador, el sistema de justicia mexicano está controlado por una minoría y por la delincuencia, lo que impide que se imparta justicia de manera oportuna y equitativa para todos los ciudadanos.

“El Poder Judicial está tomado, atrapado, secuestrado y está solo al servicio de una minoría y de la delincuencia“, afirmó. López Obrador señaló que este control del poder judicial se manifiesta en la falta de una justicia pronta y expedita, ya que las resoluciones suelen favorecer a aquellos con influencias, incluyendo tanto a miembros de la delincuencia organizada como a los llamados “delincuentes de cuello blanco”.

Otro de los puntos destacados por el presidente fue la necesidad de democratizar la elección de jueces en México. Aseguró que se ha difundido mucha información errónea acerca de quién puede ser juez en el país y recalcó que, bajo la nueva reforma, los jueces podrán ser elegidos directamente por los ciudadanos.

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“Se ha mentido mucho sobre que cualquiera puede ser juez“, subrayó. Con esta afirmación, López Obrador buscó desmentir la percepción de que su reforma judicial permitirá que personas sin preparación o experiencia accedan a cargos de jueces.

La propuesta de López Obrador de que los ciudadanos elijan a los jueces se alinea con su política de ampliar la participación democrática en las instituciones públicas, y es vista por algunos como una forma de reducir la influencia de élites y grupos de poder dentro del sistema judicial.