“Montalikes”: La estafa de trabajos fáciles en redes sociales deja sin dinero a miles de usuarios

Hace cuatro meses, Omar Osorio recibió una invitación para trabajar desde las redes sociales compartiendo publicaciones, dando me gusta a fotos, videos y generando tráfico en páginas desde su perfil. En su primera semana recibió un pago de dos mil pesos, mismo que se duplicó y triplicó en los días posteriores.

A un mes de trabajar desde su casa y su celular, la alegría terminó, pues su cuenta bancaria quedó en ceros.

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) denominó este tipo de estafas como “montalikes”, de las cuales acumula más de cinco mil reportes en lo que va del año.

En entrevista con El Sol de México, Jesús Chávez Ugalde, titular de la Dirección de Análisis de Servicios y Productos de la Condusef, detalló que el modus operandi de los delincuentes consiste en ofrecer trabajos fáciles y con sueldos ostentosos.

Cuando una persona acepta el supuesto empleo, se le explica que debe compartir contenido en sus perfiles cada cierto tiempo y con ello se generan ganancias que van de los mil a dos mil pesos semanales.

“Te prometen ganar más de 10 mil pesos en un par de semanas y luego te solicitan todos los datos de tu cuenta bancaria con el pretexto de que es un depósito muy grande y necesitan corroborar información”, explicó el directivo.

A primera vista no parece una estafa, ya que los primeros pagos a las personas son reales, aunque por una cantidad menor. Lo anterior, precisó el ejecutivo de la Condusef, genera cierta confianza en los presuntos empleados.

Además de los “likes”, hay a quienes se les encomienda grabar o compartir videos, al igual que realizar llamadas para ofrecer algún producto o servicio.

El otro modo de estafa, y quizá uno de los más peligrosos detectados en los últimos meses por el organismo, son las empresas que invitan a invertir en compañías de dudosa reputación.

La dinámica es similar a los “montalikes“. Los usuarios se registran en una plataforma y la empresa en cuestión ofrece jugosos rendimientos por las inversiones, mismos que son entregados en tiempo y forma las primeras semanas.

El problema viene cuando la compañía ya no paga las ganancias a sus clientes y después también se les “secuestra” la información personal contenida en su dispositivo móvil.

Este fue el caso de Carolina Alarcón, quien por recomendación de una vecina invirtió en una página que le ofrecía rendimientos de 25 a 50 por ciento por invertir mil pesos a un plazo de una semana.

Temerosa, pero decidida a obtener “dinero fácil”, invirtió tres mil pesos de su pensión; una semana después, le pagaron sólo 100 pesos y la página desapareció de internet. Así fue que acudió a la Condusef para meter un reclamo, aunque no tuvo la respuesta que esperaba. Por ahora, ya da por perdidos sus ahorros.

“Por ley, atendemos reclamos de instituciones financieras. Suponiendo que fuera una empresa comercial, quizás ahí podría ayudar la Profeco, pero hay ocasiones en las que son empresas fachadas o van cambiando su nombre”, subrayó Chávez Ugalde.

Sea cual sea el caso, el directivo de la Condusef puntualizó que en el organismo siempre se orienta a todos los usuarios que requieran apoyo, si bien no todos los reclamos tienen que ver con una institución financiera como un banco, casa de bolsa, sofom, sofipo, entre otras.

Entre enero y julio, el sector de banca múltiple fue el que recibió el mayor número de quejas con más de 44 mil casos a nivel nacional. De este universo, 25 mil 634 son por intentos de fraude tradicional, seguido del fraude virtual, con 17 mil 158 reclamos.

Según Chávez Ugalde, el robo de identidad es el menos denunciado, con sólo mil 239 casos registrados al cierre de julio. Este delito consiste en obtener los datos personales de una persona para abrir una cuenta bancaria y solicitar un crédito, por ejemplo.

Sin embargo, consideró que es uno de los más peligrosos porque no solo puede tener repercusiones económicas y financieras, sino también fiscales.

Miguel Ángel Ensástigue | El Sol de México