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En Orizaba padecen los incendios, pero ya se preparan para las lluvias y las barrancadas

Ocurren por la acumulación de materiales sólidos de lo que fue un bosque

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ORIZABA, Veracruz. Luego de una temporada de incendios que ya casi termina, ahora los habitantes de Orizaba se preparan las lluvias y con ello, para las barrancadas en las mismas zonas donde se padeció el fuego como Nogales, Huiloapan, Acultzingo, Río Blanco y Maltrata.

De acuerdo con el biólogo consultor ambientalista de la Sierra de Zongolica, Miguel Ángel De la Torre Loranca, el riesgo es latente si no se hacen los trabajos necesarios para evitarlos.

Explicó que las barrancadas suceden por la acumulación de materiales sólidos de lo que fue un bosque, por ejemplo: tierra, piedras y troncos que arrastra la lluvia, pues no hay una barrera natural que la contenga.

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“Después de los incendios forestales lo que ocurre es que el agua acumula demasiada humedad que empieza a escurrir donde fueron bosques y, si hay cero vegetaciones, en lugar de que ésta lo absorba hace que desgaste el suelo y empieza a arrastrar toda la materia orgánica que se encuentra en él”.

El agua de lluvia, sin barrera natural arrastra toda la materia orgánica que encuentra a su paso en las altas montañas, hojarasca, palos, troncos, piedras, subrayó el especialista.

Todo eso se acumula en las cañadas y solo espera que haya un fenómeno meteorológico como una tormenta, cuenca arriba, y se viene toda esa masa sólida.

“Así se forman las famosas barrancadas que es un cúmulo de materia orgánica e inorgánica que estaba en suelo, como parte de los residuos del bosque, se acumulan en la cañada cae una tempestad y hace un alud de lodo, palos y rocas causando destrucción a su paso”, abundó.

Recordó que eso fue lo que sucedió hace años en el municipio de Nogales, debido a que las cañadas están deforestadas, ya que no tienen vegetación que contenga todos esos desechos que descienden de las faldas del volcán Pico de Orizaba.

Expresó que con una tormenta que se registre en la parte alta, se viene el alud de troncos, tierra y troncos, que se lleva todo a su paso.

Recomendó que una vez que pasen los incendios forestales, si hay afectaciones se debe renovar la vegetación con un programa para reforestar para cuidar que todo el suelo de la Cuenca se mantenga, de lo contrario, se comienza a erosionar y causa ese tipo de problemas.

Agregó que lo primero que se realizar en las zonas dañadas por los incendios es la conservación del suelo y posteriormente una reforestación, pues recordó, que el suelo es el único recurso que puede sufrir daño irreversible tras un incendio y, sin un suelo próspero, no es posible restablecer la vida vegetal en esas zonas.

Mayra Figueiras / El Sol de Orizaba

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