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El estrés laboral es enemigo invisible para la piel: Clínica Total Dermatology

Para contrarrestar los efectos del estrés laboral en la piel, se pueden adoptar diversas estrategias, como practicar técnicas de relajamiento

Published

hace 2 meses

febrero 27, 2024

Érika González

Además de los factores naturales como el envejecimiento, el estilo de vida y el entorno laboral también tiene afectaciones a la piel, sobre todo en quienes enfrentan altos niveles de estrés y largas horas en el trabajo, por lo que es crucial adoptar hábitos de cuidado dermatológicos que contrarresten los daños y den una apariencia saludable.

“Existen ciertos factores relacionados con el entorno laboral y el estilo de vida que pueden influir en la velocidad a la que una persona muestra signos de envejecimiento”, expuso Juan Carlos Quesada, dermatólogo de la Clínica Total Dermatology.

Señaló que para contrarrestar los efectos del estrés laboral en la piel, se pueden adoptar diversas estrategias, como practicar técnicas de relajamiento, mantener una rutina de cuidado diaria, utilizar bloqueador varias veces al día, beber mucha agua y hacer ejercicio regularmente.

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Asimismo, abundó, seguir una dieta equilibrada y nutritiva y buscar ayuda profesional si las preocupaciones del trabajo afectan de manera significativa la calidad de vida.

“Aunque no existe evidencia concluyente que demuestre que los profesionales y ejecutivos envejecen más rápido que otras personas, hay factores específicos asociados con ciertos trabajos y estilos de vida que podrían contribuir a un proceso de envejecimiento acelerado”, advirtió.

Sostuvo que los altos niveles de tensión en el trabajo pueden desencadenar la liberación de hormonas del estrés que, a largo plazo, podrían tener efectos negativos en la salud, la apariencia de la piel y el cabello.

En un comunicado, Clínica Total Dermatology refiere que de acuerdo con una encuesta a 410 empleadores realizada por la Corredora de Seguros WTW, 84 por ciento de los empleadores de América Latina citaron el estrés, el agotamiento y los problemas de salud mental como las principales afecciones señaladas por 83 por ciento de la fuerza laboral.

“Las personas con mayores puntuaciones de estrés tenían perfiles inmunológicos que parecían más viejos”, afirmó Eric Klopack, becario posdoctoral de la Escuela de Gerontología Leonard Davis, de la Universidad del Sur de California.

Subrayó que las personas que experimentan más estrés tienden a tener una dieta y hábitos de ejercicio más pobres, y eso explica el envejecimiento inmunológico más acelerado.

Detalló que la presión laboral y responsabilidades, el sedentarismo, la exposición a elementos como la radiación, productos químicos o contaminación podrían afectar la salud física y emocional a largo plazo, con casos como enfermedades cardiovasculares y obesidad, o un proceso de envejecimiento avanzado.

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Según el dermatólogo, para contrarrestar estos efectos es fundamental adoptar prácticas de autocuidado adecuadas, como llevar un estilo de vida equilibrado, practicar el manejo del estrés y mantener una rutina de cuidado de la piel adecuada.

Resaltó la importancia de proteger diariamente la piel del sol, incluso en días nublados, mantenga una rutina diaria de cuidado que incluya limpieza, tonificación e hidratación para mantenerla sana y radiante, y beber suficiente agua durante el día, sobre todo en entornos de trabajo con aire acondicionado o calefacción.

Asimismo, recomendó consumir una dieta equilibrada rica en antioxidantes, vitaminas y minerales; implementar técnicas de relajación como la meditación, yoga o respiración profunda, para ayudar a reducir los niveles de estrés, y llevar una rutina diaria de ejercicio físico para mejorar la circulación sanguínea y promover una piel más saludable.

También sugirió dormir lo suficiente para permitir que la piel se regenere durante la noche, y consultar regularmente a un dermatólogo para el respectivo diagnóstico, la atención de condiciones existentes en la piel o para prevenirlas.

El especialista dijo que la ciencia médica, la industria de la dermatología y la estética están en constante investigación y desarrollo de técnicas y tratamientos que permiten analizar y mejorar la salud de la piel y su apariencia.

Mencionó que existen la armonización facial, tratamientos inductores de colágeno, ácido hialurónico, toxina botulínica, de láser sin tiempo de recuperación, la zona Y y las exitosas combinaciones que pueden hacerse para procurar una apariencia más saludable y joven de la piel.

Reiteró que el estrés puede desencadenar un aumento en la producción de hormonas como el cortisol, que pueden dañar el colágeno y la elastina, generar una piel escamosa, áspera y estimular un envejecimiento prematuro, incluso estimular la producción de aceite en la piel y provocar brotes de acné, eczema u otros trastornos cutáneos que afectan la calidad de vida y la imagen.