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Nueve de cada 10 mujeres se sienten amadas, a pesar de la violencia de sus parejas: Cruces x Rosas

Siete confesaron haberse enamorado de los gestos románticos y detallistas de sus parejas, quienes luego se volvieron agresores

Published

hace 10 meses

julio 12, 2023

Érika González

A pesar de que la deconstrucción del mito del amor romántico ha sido significativa en los últimos años y mucho se ha hablado de ello, nueve de cada 10 mujeres dijeron sentirse amadas a pesar de la violencia de su pareja, expuso la asociación civil Cruces x Rosas.

Señala que hay frases como “Te molesta porque le gustas”, “te cela porque te quiere” o “no te deja salir porque le importas” son resultado de mensajes del amor idílico representado en novelas, películas, series y hasta en el entorno cercano cuando familiares, amigas, amigos, conocidas o conocidos normalizan la relación de poder del hombre sobre la mujer.

Refiere que con base en una encuesta aplicada a mil mujeres en 2020, que han vivido relaciones violentas, 74 por ciento confesó haberse enamorado debido a gestos románticos y detallistas por parte de sus parejas, pero que luego se volvieron agresores.

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Cruces x Rosas precisa que 96 por ciento de las mujeres encuestadas afirmaron sentirse amadas a pesar de la violencia que experimentaron en sus relaciones, lo que se refleja que “el sufrimiento se convierte en un requisito para amar y ser amada”.

Para Camila Trombert, co-fundadora y directora de Cruces x Rosas, existe una línea en la que los problemas se transforman en abusos verbales, celos, golpes y otras formas de violencia y “en muchas ocasiones, el deseo de mantener viva la fantasía del amor romántico no nos permite ver los actos violentos”.

Explicó que el mito del amor romántico es un conjunto de creencias limitantes transmitidas en el tiempo a través de un sistema patriarcal que jerarquiza a las mujeres después de sus parejas, y a través de un vínculo de idealización podemos llegar a contarnos historias de la pareja que no necesariamente corresponden a la realidad, llevando a idealización, codependencia o violencia.

“Nos contamos historias del ser amado que no corresponden a la realidad para seguir creyendo en la narrativa que escuchamos. El vínculo que hacemos entre sufrimiento y amor debe deconstruirse”, abundó.

De acuerdo con la investigación de Cruces x Rosas, 24.6 por ciento de las mujeres encuestadas compartió que una de las creencias recurrentes en una relación violenta era la idealización de su pareja.

Subraya que el amor romántico y sus acciones pertenecen a un mundo idealizado que pareciera tener un filtro rosa que evita que se vea lo que no es el amor como conductas violentas, pues a 87 por ciento de las víctimas les costó identificar que lo que vivían era violencia y 17.4 por ciento no se dio cuenta de la situación hasta que alcanzaron niveles extremos de ansiedad, depresión, intentos de suicidio o adicciones.

La asociación civil menciona que de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh), realizada por el Inegi a poco más de tres millones de mujeres en Ciudad de México, 52.6 por ciento de las mujeres de 15 y más años que tiene o ha tenido una relación amorosa ha enfrentado violencia por parte de su pareja actual o la última, a lo largo de su relación.

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Ante ello, Cruces x Rosas, junto con 150 voluntarias activas, ayuda a mujeres a salir de situaciones de violencia, a través de ayuda psicológica, así como información en redes sociales y página web, para ayudar a las mujeres a identificar situaciones de violencia.

También, a través del protocolo “experiencias violentas en relaciones de pareja”, la organización ha ayudado a más de mil 500 mujeres desde su fundación, en 2018, a través de 14 sesiones, psicólogas especializadas acompañas a mujeres víctimas a transitar la violencia con perspectiva de género y ética en la práctica.

“Es fundamental que la sociedad comprenda que este amor no es violento. Promover relaciones basadas en el respeto, la equidad y la empatía es el camino para construir un futuro libre de violencia de género.” añade Camila Trombert.