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El grupismo panista entregó Baja California al obradorismo: Gustavo de Hoyos

Afortunadamente, considera, tenemos una democracia que hoy por hoy no permite la reelección del Presidente

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LEÓN, Guanajuato. El grupismo del PAN fue lo que entregó Baja California a al obradorismo, por lo que el albiazul en Guanajuato debe poner por delante el interés superior del estado y privilegiar estar cerca de la gente y la ciudadanía, expuso Gustavo de Hoyos, expresidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y aspirante a la Presidencia de la República.

“Ese grupismo terminó por degradar a un movimiento que comenzó siendo legítimo y que terminó entregado el estado al obradorismo”, por lo que “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”, subrayó.

Consideró que el principal daño que el actual gobierno le está heredando al país es un ambiente de polarización y de odio entre los mexicanos, y en caso de ganar, aseguró que dedicará una parte sustancial de los primeros 100 días a reconstruir el tejido social. “Hay que celebrar la diversidad, fomentar la pluralidad y abonarle a la tolerancia”.

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En segundo lugar, reestructurar a fondo el sistema de seguridad pública del país. Hay que mejorar la seguridad cotidiana, la seguridad de las mujeres, muy especialmente, y también la seguridad nacional, en esas tres dimensiones. Tercero, hacer una revolución para mejorar la calidad de los servicios públicos básicos especialmente salud y educación.

Cuarto, iniciar las negociaciones para el nuevo gran acuerdo con Norteamérica. El TLC nos ha dado mucho el T-MEC en el cual me tocó ser negociador, nos ha mantenido las ventajas por un rato más, pero tenemos que celebrar el gran nuevo acuerdo en materia de inversión, en materia comercial, en materia de seguridad y en materia migratoria.

Debemos ser el motor de una Norteamérica que se parezca a la Unión Europa, con una moneda común, libre tránsito de personas y bienes; el desarrollo del país más allá de lo inercial que no es poca cosa ya merece un salto exponencial para generar bienestar.

Los hechos de la elección de 2018 señalaron que el modelo económico que siguió el gobierno federal durante 30 años provocó crecimiento económico, pero también desigualdades. ¿Qué opina Gustavo de Hoyos de esta era que está cambiando de este modelo económico que dejó saldos?

Sin duda le volvería apostar a la integración de Norteamérica ha sido la más importante política pública de este país en las últimas tres décadas y no podemos entender el Bajío de hoy, por ejemplo, sin esta visión que se tuvo por el sector privado y por los gobernantes de entonces para dar el paso y atreverse abrirnos.

(No obstante), cambiaría que no tuvimos la atención suficiente en lo social. Pensamos que el desarrollo por sí solo, el crecimiento económico, iba a traer aparejado, mágicamente, el incremento de bienestar ahí hubo pecado de omisión por los gobiernos y el sector privado también.

El gran desafío hacia delante es cómo dar el siguiente paso en la integración de Norteamérica, pero balanceado con políticas públicas que den satisfactores básicos a la población, que el más fregado, el menos trabajador, el menos preparado el menos favorecido no le falte lo esencial.

El presidente Andrés Manuel López Obrador también opina que los menos favorecidos merecen atención y por ello les otorga dinero; para que tengan lo mínimo para sobrevivir ¿qué opina Gustavo de Hoyos?

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El presidente López Obrador instrumentó la política que yo le plantee desde la Coparmex, y está documentado, hace unos días publique incluso un video en el cual él dice: “reconozco a la Coparmex por la política en materia salarial y la voy hacer mía”, es decir, la política del incremento al salario mínimo la desarrollamos en la Coparmex la presentamos al Candidato López Obrador y los otros candidatos.

El ganó la elección y debo de reconocerle que los incrementos han sido consistentes con la ruta que planteamos, literalmente con la propuesta tal y como se presentó. Ahí hay un acierto en su gobierno, También tomó la propuesta que venimos trabajando con algunos ajustes en materia pensionaria y es el incremento que se dio hacia las pensiones y tercero, han sido un acierto los programas sociales.

El desafío es cómo el siguiente gobierno que yo pretendo encabezar logre aumentar los recursos a los programas, pero establecerlos y organizarlos de una mejor manera, es decir, se puede hacer más y con el mismo dinero finalmente los tenemos que blindar para que no sean instrumento de control político electoral.

No se trata de que no haya apoyo adultos mayores; se trata de que estén mejor distribuidos porque hoy día a una señora de una condición desfavorable en educación de marginalidad en la sierra de Guerrero le dan exactamente la misma ayuda que a mi mamá, que es una señora pensionada con bienes, con trabajo y con ingresos.

Se tiene que repensar [los apoyos] para que se den de manera diferenciada en función de la necesidad, la justicia no es repartir por parejo es la equidad, es darle a cada quien según lo que necesita y, sobre todo, si algo le recrimino a los programas sociales es que se ligan se condicionan a la referencia político electoral.

Tenemos que garantizar que los mexicanos y mexicanas, los jóvenes que lo reciben, los adultos mayores, los discapacitados sepan que es un apoyo del estado mexicano y no una dádiva de su Presidente en turno. Al final de cuentas, se pagan con los impuestos de todos.

A Gustavo de Hoyos se le ubica en la ultraderecha ¿es así?

No y que bueno que me hacen la pregunta para poder aclarar. Yo me defino como un liberal republicano. Nada más. Alguien “de derecha” jamás estaría planteando incremento a los salarios, pagos de impuesto justos. No estaría planteando ideas de inclusión hacia todos los pensamientos.

En mi caso, en todos los ámbitos desde lo económico hasta los temas axiológicos me describo como un liberal. En mi familia coexisten distintas religiones y además, de una manera muy civilizada. En mi círculo más íntimo tengo desde personas que profesan la fe católica de manera muy intensa como parte esencial de su vida, hasta personas que tienen otra religión y convivimos con total pluralidad y mucho amor.

Y en la parte política mis ideas tienen que ver con la importancia del desarrollo, pero siempre poniendo por delante una economía dirigida a las personas, es decir, al final del camino todo ese desarrollo floreciente, todos esos parque industriales esos corredores, esa logística, tiene que traducirse en que un chico que salga de una universidad el día que egresa y tenga 3 o 5 oportunidades, que pueda elegir la que más se acerque a sus expectativas, tenga una remuneración y le dé la estabilidad suficiente para proveerse su bienestar, incluidos sus gustos.

Yo no estoy de acuerdo con esta visión del oficialismo de pobreza franciscana. Yo creo que en México, sobre todo la nueva generación, requiere que le vaya muy bien, lo cual no está peleado con la generosidad social.

Hay ejemplos que tenemos en los que vemos que ser candidato independiente, no funcionó porqué a la hora que gobierna no tienen los apoyos de los partidos políticos. ¿Gustavo de Hoyos puede conciliar los intereses de toda la oposición para enfrentar al Candidato de Morena en 2024 o es un esfuerzo quijotesco?

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Yo no estoy construyendo una candidatura independiente, lo digo categóricamente. Hoy es tiempo de unidad. Más allá de cualquier aspiración personal, se trata de lograr la unidad de la oposición para que sea competitiva.

Hay que reconocer que los partidos políticos, incluidos los de oposición, están sumidos en un gran desgaste, en un descrédito ante amplios grupos de la población y por eso yo cuando anuncié mi aspiración dije que estamos hasta la madre de los políticos, sobre todo de que no hay espacios para los ciudadanos.

Estoy planteando yo una candidatura que venga de la sociedad civil, de una trayectoria de vida de haber trabajado por el bien común y que logre aglutinar al PAN, PRI del PRD y Movimiento Ciudadano. Es una condición de éxito conciliar los cuatro.

Yo fui un constructor de la coalición Va por México desde el día cero, desde la idea embrionaria, desde el día que era solamente una quimera hasta que se concretó con la firma del convenio y sostengo que para conformar un gobierno de coalición la mejor fórmula es alguien que venga de fuera de los partidos.

Estoy tratando de convencer a las dirigencias partidarias y que entiendan que en este momento es lo que más les conviene a ellos y es lo que conviene también a los ciudadanos.

¿Cuál es el planteamiento de Gustavo de Hoyos en seguridad para combatir un problema que ha rebasado al Estado en diversas regiones?

Yo veo la seguridad en tres dimensiones, primero la seguridad cotidiana, que tiene que ver con policías civiles, eficaces, suficientes para evitar que en las colonias se roben los cilindros de gas todos los días cuando la gente sale a trabajar; que a los chavos les roben el celular en el transporte público y que a un trabajador o trabajadora de una empresa, de estas que hay muchas en Guanajuato, cuando salga a tomar el camión le roben la nómina que acaba de sacar del cajero después de una semana de fregarse.

Lo básico, la seguridad cotidiana, la tenemos que recuperar porque no es posible que nos siga trastocando y aunque no está en los periódicos, son tragedias familiares de todos los días. A una familia que le roben su cilindro es fastidiarle un mes y no es poca cosa que le roben el celular a un chavo que se endeudó en la tienda a crédito para comprarlo.

En cuanto a los empresarios, a veces se habla de ellos y se imagina uno al señor Slim, contratando seguridad entrenada de Israel para custodiar los Iphone que van del aeropuerto al centro Telcel.

Esa es una cara de esa tragedia, pero yo te puedo decir que mis cuñados que tienen un pequeño rancho en Durango hoy no pueden vender una cabeza de ganado si no pagan derecho de piso al crimen organizado.

Son productores que crían su ganado y que no lo están pudiendo comercializar porque el narco de la zona tiene prohibido que los compradores le adquieran si no llevan un papel que diga ‘que ya pagaron el derecho de piso’.

Esa es la realidad de la inseguridad de nuestro país, entonces cuando pensemos en los empresarios no pensemos sólo en la protección a los del nivel de Carso, que también hay que cuidarlos, pensemos también en el pequeño productor agrícola, ganadero o tendero al que también le cobran derecho de piso; pensemos en la Central de Abastos, lo que no podemos permitir es que se niegue esta realidad y, segundo, normalizar que exista.

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No podemos permitir que al rato todo mundo tengamos que estar pagando derecho de piso y con el riesgo de perder la vida y con el riesgo incluso de que nos quemen el negocio.

Por eso hablo de soluciones radicales, con fuerza porque hoy hemos perdido la capacidad de asombro y lo que creo es que este país ya merece a alguien que de soluciones a fondo. Dentro de la ley, claro que sí, no por impulso, no por ocurrencias, buscando las mejores prácticas internacionales, pero no con cobardía.

La segunda dimensión es la seguridad nacional. A mí sí me preocupa que el gobierno federal haya abdicado a esa responsabilidad fundamental de ejercer el monopolio de la fuerza pública en al país y el control del territorio.

Ando por todo el país y cada vez más me dicen “por aquí no podemos pasar, hay que pasar de día para llegar del punto A al punto B, hay que dar vuelta por acá, aunque sea el triple de tiempo porque no podemos garantizar la seguridad”.

Eso que estoy viviendo en mis recorridos por el país, es lo que está viviendo la gente todos los días, algunos pagando su derecho de piso para vender su ganado, para sacar su cosecha. Es una gran tragedia que tiene que ver si con el narcotráfico, pero también tiene que ver con cómo el gobierno ha cedido el control del territorio, de las carreteras y de los pueblos y esto infortunadamente va creciendo en todo el país.

Tercero, la seguridad de las mujeres. A mí me indigna que hoy México sea el paraíso de los feminicidas, de los violadores y de las parejas violentas. Lo digo en primera persona porque a mi mujer la levantaron, la secuestraron, la golpearon y se tuvo que escapar.

Yo sé lo que significa la rabia de un crimen que se comente en contra de una mujer. Cuando anuncié mi aspiración, usé una expresión que a algunos les escandalizó les dije que teníamos que tratar a quienes atentan contra las mujeres con la misma dureza en El Salvador se está tratando a los Maras.

No podemos mantenernos más tiempo en un país que solamente se acuerde de las tragedias de la mujer el día 8 de marzo. Eso tiene que cambiar y el compromiso que he hecho es que, si soy Presidente, voy a poner en la más alta prioridad la seguridad en todos los ámbitos, pero especialmente el de las mujeres; porque tengo hijas tengo una esposa que fue secuestrada y me niego a pensar que todos los días tenga que estar temblando de miedo si algo les va a ocurrir.

Hoy los índices de violencia contra las mujeres en México son mayores que en muchos países islámicos, de los que hace unos años nos asustábamos de leer las crónicas periodísticas de lo que pasaba. Hoy México es mucho más riesgoso para una mujer, sin estigmatizar países como Irán, por ejemplo.

Cuando el Presidente estigmatiza a una comunicadora, a una periodista porque se manifiesta, porque denuncia que no hay una política adecuada para la protección de las mujeres o se dice en la retórica oficial ‘o se cuidan las mujeres o se mantiene el Palacio Nacional’.

Tenemos que visibilizar el problema, porque si no está visible puede quedar oculto en cualquier escritorio burocrático. Segundo, tiene que haber una política de Estado que ponga esto en la más alta prioridad. Sí se puede hacer, pero se requiere decisión, recursos y se requiere empatía, también para entender.

No me gusta decirlo, pero a veces pienso ‘se nota que el Presidente López Obrador, no tiene mujeres hijas’, porque si tuviera, entendería lo que significa para un padre el riesgo de tener una hija.

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No soy un empresario acaudalado. Mi familia es una familia de clase media que paulatinamente fue acumulando una seguridad patrimonial con base en esfuerzo. Yo sigo trabajando. Hoy me levanté a las 5 de la mañana, para de 5 a 7 dejar los pendientes de mi oficina por correo electrónico y a las 10 de la noche que regrese a mi oficina le doy un empujoncito a mis cosas.

Como se pueden dar ustedes cuenta, recorro el país solo. Me subo al avión solo, llego solo y en cada lugar sí tengo grandes amigos que me mueven en sus carros, me prestan a alguien de su empresa para que me lleve y me traiga, así estoy recorriendo el país. Literalmente, no me acompaña absolutamente nadie.

No llevo escolta. Es el estilo de cada quien. Yo soy un ciudadano de a pie, lo digo sin tanto rollo, una persona trabajadora, que tengo una cierta seguridad patrimonial que me permite dedicarle una parte de mi tiempo a esto.

Tengo buenos socios comprometidos con esta causa, pero bajo ninguna circunstancia me considero “el candidato de la oligarquía”, de los ricos del país. Sí me considero que puedo ser el Presidente que puede inspirar a los mexicanos con base en el trabajo.

Mi historia de vida habla de una complementariedad, yo desde muy chavo le he dedicado 50 por ciento al activismo cívico-ciudadano y últimamente, empresarial, que en los últimos años me hizo figura pública.

Tengo 30 años trabajando en causas de la sociedad civil y por eso cuando levanté la mano dije: ‘ya es tiempo de alguien que no venga de la burocracia partidaria, lo digo muy respetuoso de las personas que se han forjado en ese ámbito, pueda tomar las riendas del país’.

¿ Gustavo de Hoyos está logrando aglutinar a los partidos de oposición?

Estoy muy contento porque tengo prácticamente dos meses que empecé con esta iniciativa y ha sido bien acogida, con algunos escepticismos claro. Porque se espera que las personas vengan de la vida partidaria, puedo decir que, en temas de reconocimiento de nombre, ya le ando pisando los talones a quienes ya tienen mucho tiempo en la oposición buscando la candidatura. Ya cerca niveles cercanos al 50 por ciento.

Algo que me enorgullece mucho, es que hubo un estudio reciente que habla de la positividad, una cosa es ser conocido y otra tener una opinión pública positiva. Y en el caso de la oposición solo hubo dos personas que la tenemos por arriba del 75 por ciento, uno es el gobernador de Nuevo León (Samuel García) y el otro soy yo.

De los que me conocen es altamente positiva, ¿cuál es el reto?, recorrer el país para que más gente me pueda conocer, pueda conocer mi propuesta.

Y estoy optimista porque, aunque los partidos son huesos difíciles de roer creo que en esas circunstancias se están dando cuenta que solitos no les va alcanzar, para decirlo con todas sus letras.

Se requiere una coalición de cuatro, yo estoy trabajando por ella, pero se requiere la otra coalición que es el otro 50 por ciento de la ecuación que es, la coalición con la sociedad civil y es de donde yo vengo.

Perdón que me eche un cebollazo yo mismo, pero cuando hicimos en febrero la movilización en contra del Plan “b” fue en el Zócalo de la Ciudad de México y otras 60 ciudades simultáneamente, platicaba yo con mi agenta partidario y le decía: ‘ustedes cuatro juntos, ¿pueden hacer esto, sin recursos?’ y dijo ‘no podemos’.

Lo que quiere la sociedad civil es un llamado legitimado, honesto, que sea horizontal y bueno es el ahora de la ciudadanía. Los países tienen ciclos, yo fui testigo cómo hace 30 años algunos liderazgos de la sociedad civil brincaron a la política, así como llegaron los Medina Plascencia, otros y otros, el propio Vicente Fox que llegó a la Presidencia de la República, vino un proceso de agotamiento, hubo muchos errores de la clase política, el caso de Guanajuato no se escapa de esa realidad.

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Yo creo que es el momento de regresar a ese ciclo donde un grupo nutrido de ciudadanas y ciudadanos pueda tocar las puertas, si es necesario, de los partidos políticos para que se abran en serio. Mi propuesta es que, en el gobierno de coalición, el gabinete legal y ampliado provenga, el 50 por ciento, de personas experimentadas sin militancia partidaria.

Es decir que la mitad venga de personas altamente calificadas, probadas, y que no vengan de estructuras partidarias. Ha habido gente en este país, que vienen fuera de estructuras partidarias que le han dado grandes resultados al país. Ahí tienes la Secretaría de Educación del doctor Kumate, el doctor De la Fuente. Hubo grandes personalidades que no estuvieron en la vida partidaria y que hicieron grandes cosas por el país.

¿Cuál es su mensaje para la gente que simpatiza con Morena?

Todas y todos somos mexicanos. Tenemos que dejar atrás las camisetas partidarias o quienes no tienen ninguna como camiseta, como es mi caso, y para decirlo en términos futbolísticos ahora que acaba de ser la final, ponernos la camiseta del TRI.

Es decir, esto que hablo yo de la reconciliación tiene que ver con eso que es para los mexicanos el deporte es muy muy normal, unos le van al León, otros al América o a las Chivas, a los Tigres, se valen tener en la época en la competencia diferentes camisetas, pero tenemos que tener siempre la camiseta del TRI.

Así como le echamos porras a un delantero del equipo adversario cuando va a jugar un campeonato mundial, tenemos que aprender las y los mexicanos, especialmente el presidente, que cuando ya juega con camiseta del TRI hay que trabajar para todos.

Yo creo que quienes han venido apoyando a Morena, tuvieron razones entendibles para apoyar la propuesta que parecía genuina del presidente López Obrador, hoy creo que tienen razones para darse cuenta que esas promesas no fueron satisfechas y que al final de cuentas lo que construye un país es la posibilidad de alternancia.

Y creo que el 2024, recuperando lo mejor que se haya hecho estos años: la austeridad del presidente y todas las cosas que se puedan rescatar, así como recuperar lo mejor del pasado y hacer una síntesis, para una visión de futuro.

El presidente Andrés Manuel López Obrador terminó un ciclo y una función histórica y ¿ahora es momento para Gustavo de Hoyos de pasar a un nuevo escenario?

Afortunadamente tenemos una democracia que hoy por hoy no permite la reelección del Presidente, tenemos una democracia que es republicana, que implica división de poderes.

No es la primera vez que parece que tenemos un presidente muy fuerte y que se va a perpetrar, todos los presidentes que han tenido la tentación de hacer un Maximato o algo parecido han fracasado.

Lo que yo le digo a quien escuche o nos lee, que acordemos un poquito la historia, seguramente una vez que el Presidente destape su “corcholata” (candidato) empezará un ciclo, como pasaba con el viejo régimen de los presidentes del PRI, descendente, surgirá un liderazgo de quien él determine y habrá un liderazgo de la oposición. No pensemos que hay mal que dure 100 años ni pueblo que lo soporte. Estoy convencido que viene la hora de la alternancia.

¿Cómo impulsaría Gustavo de Hoyos lo que sea para que los jueces y todo lo que padecemos los mexicanos en algún momento el Poder Judicial, de que son procesos eternos ¿cómo resolver ese problema?

Conozco muy bien el sistema del Poder de Justicia, vivo de mi trabajo como litigante, soy abogado, así que he padecido la corrupción de jueces y magistrados, he padecido que los plazos legales no se cumplan, he visto sentencias a modo, las he combatido, pero aún con esas deficiencias que están ahí soy un convencido de la importancia de la división de poderes.

Del sistema de pesos y contrapesos y aunque hay problemas humanos muy graves, creo que hay que reconocer, nadie lo niega y yo vivo cotidianamente en ese desafío, defiendo los intereses de mis clientes cuando veo una injusticia al frente.

Me parece que es un valor primordial de nuestra nación mantener este régimen republicano. Y por eso celebro que el pasado domingo, en varios lugares del país de manera tan espontánea, muchos ciudadanos y ciudadanas como fue el caso del Bajío y de la Ciudad de México y en muchos lugares, nunca he visto yo una manifestación en favor del Poder Judicial y que bueno porque me parece que eso es esperanzador y además, en hora buena que sea una Ministra Presidenta de la Corte, mujer.

¡Qué gran legado en la historia mexicana, que cuando llegó una mujer a la Suprema Corte por primera vez, la gente salga de apoyo a la Corte y su presidenta! Creo que estamos viviendo momentos históricos del país, pero más allá de la Corte y de Norma Piña, que nos va a dejar esto, el país lo va a resistir, poder blindar para siempre el régimen republicano.

Es decir que el Poder Ejecutivo tenga su lugar, que el Poder Legislativo discuta, proponga, haya minorías o mayorías que se respeten y que haya un Poder Judicial que sea garante de la vigencia de la constitución. Dicen que es tan importante el Poder Judicial, que su función fundamental es defender, incluso, la ley y los derechos de las personas.

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Si eligiera una frase, con la que quisiera que se quedaran los lectores de los Soles y Noticias Vespertinas, de esta charla ¿con qué idea quisiera Gustavo de Hoyos que se quedaran de este precandidato a la Presidencia?

Es tiempo de uno de nosotros, vamos juntos a la construcción de un México ganador para todas y todos, no tengan duda, ¡ya nos toca!

Scarleth Pérez | El Sol de León

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