¿Conoces cuántos tipos de miel de abeja existen?

A la miel se le dan diferentes usos, desde la cocina, la botica y hasta la recámara, por su empleo cosmético, pero pocos conocen cuántas variedades del dulce elíxir existen y el tiempo que les lleva a las abejas producir este gran alimento.

Para Sandra Corales, directora del proyecto apicultor en Xochimilco Abejas de Barrio, hay distintos tipos de mieles, “de mezquite, de naranjo, de aguacate, de la chinampa, un tipo de cafetal, debido a la flora todas son diferentes por la región en donde se producen”.

Asegura que es un alimento que es muy diverso, si nosotros tenemos colmenas de producción cerca de la zona de aguacate, va a ser única, con sabores y notas de diferentes flores seguramente, pero principalmente con todo lo que tiene que ver con el sabor.

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También hay diferencias en los lugares donde hacen los panales, ya que en el caso de la de aguacate o el naranjo (la cual sabe muy cítrica), o de la chinampa (que es multiflora), no hemos hecho cultivos tan extensivos, abunda.

Señaló que cada región produce su toque especial y además es considerada un alimento muy nutritivo, “porque es un edulcorante natural que nuestro cuerpo aprovecha y asimila, y además lo transforman en energía. A diferencia de otros azúcares, es algo nutritivo para el cuerpo porque dará mucha energía”.

En cuanto a los apicultores, comenta que “este se prepara anticipadamente para la cosecha del año, ya que no en todos lados se cosecha tres veces al año, solamente en Yucatán y en ciertos estados donde hay abundancia”.

Sobre la producción melífera, señala que “los primeros estados productores de miel son Veracruz, Chiapas, Oaxaca y Yucatán, este último, por supuesto, es el primer lugar.

Además tenemos también Jalisco, tenemos Campeche, ambos son estados de muy alta producción, mientras que en la Ciudad de México se produce muy poquita miel, con alrededor 170 apicultores y las colmenas pues no sobrepasan las 30 cajitas”.

Por último, Corales alienta a que la gente se interese por dedicarse a labores de apicultura ya que “esta actividad genera un sentido más de comunidad, incluso los niños que se encuentran aledaños a nuestro apiario, hijos de campesinos y jornaleros, los hemos invitado para que conozcan nuestra actividad y a lo mejor algún día podrían dedicarse a la producción.

Además, para que la gente conozca de dónde viene lo que comen, que es súper fundamental en el tema de la soberanía alimentaria”.

Según una clasificación elaborada por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) de las mieles que se producen en la Península de Yucatán, una de las zonas más prolíficas de producción, cada una se da por su origen floral, geográfico y estacional, estas son referencias de su calidad y podemos conocer sus cualidades.

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En los estados peninsulares de Quintana Roo, Yucatán y Campeche se producen las variedades:

Tajonal

Es muy espesa y cristaliza rápido, está muy concentrada en azúcares y se da en el paraje del monte crecido. Se obtiene en los meses de enero, febrero y marzo en las regiones de Presidente Juárez, Quintana Roo; Tizimín y Dzindzantún, Yucatán.

Jaabín

Se localiza en el monte alto, al principio de la temporada es amarilla, cuando comienza el monte alto es verde y también de colores ámbar, morena y clara, según la variedad de flores. Se obtienen en los meses de abril y mayo en regiones como La Presumida y Othón P. Blanco, en Quintana Roo y Becán en Campeche.

Tsalam

Al final de la temporada es más humeda y se cosecha en junio en Tihosuco, Quintana Roo.

Tsitsilché

Este tipo de plantas crecen en la selva y se obtiene en el mes de marzo en Xculumpich. Quintana Roo.

En cuanto al proceso de elaboración de la miel comienza desde los pasos que la abeja realiza para obtenerla hasta los procedimientos humanos.

Las obreras adultas sobrevuelan las flores para extraer el néctar, las chupan con sus largas lenguas y sólo extraen el polen de las flores. Una vez extraído lo ingieren y lo almacenan en su abdomen, denominado buche melario. Tras ingerirlo, modifican el ph de la miel al combinarlo con unas enzimas.

Vuelven a la colmena, y le pasan el néctar a otras más jóvenes, que extraen y descomponen el néctar a través de diversas digestiones enzimáticas en compuestos más sencillos, ricos principalmente en fructosa y glucosa.

Luego mastican este néctar durante aproximadamente media hora, hasta que la humedad disminuye. De este modo, el néctar se acaba convirtiendo en miel.

Cuando la miel ya está depositada en la colmena, eliminan el exceso de humedad en la colmena con sus alas para abanicar las celdas.

Posteriormente sellan las celdas con cera y se aseguran de que la miel se mantenga en buenas condiciones para conservarse durante muchos años.

El proceso concluye cuando, al paso del tiempo, el néctar creado se une con las enzimas y la cera, obteniendo así su sabor dulce característico. Son necesarias mínimo unas ocho abejas para obtener una simple cucharadita de miel.

El sello que le ponen con la misma cera es un indicador para el apicultor de que la miel ya está lista. Luego, la sacan de los bastidores sin abejas y les dejan una cantidad de reserva para sus necesidades. Para eliminar los restos de cera y recoger el producto, los apicultores dejan en decantación el producto durante unos días, luego es filtrado y envasado.

Otra técnica es poner la miel en escurridores para decantarla con mayor rapidez; otros usan centrifugadoras de paneles para que caiga todo el producto.

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En caso de tratarse de miel cruda, tras reposar unos días, la miel es envasada directamente. Es decir, no se filtra el producto.

Es conveniente clasificar los tipos de acuerdo a su proceso de refinamiento, en este caso se denomina miel pura al producto que fabrican las abejas, sin ningún tipo de añadido. Cuando la miel es objeto de un proceso de pasteurización a 63 grados, es necesario hablar de miel pasteurizada.

Cuando compras en el mercado, debes asegurarte que en el etiquetado no se incluyan frases como jarabe de alta fructosa o glucosa comercial, ya que es probable que tenga agua, edulcorantes artificiales o azúcar.

Ten en cuenta que la natural tiene muy poca agua y es absorbida con rapidez por la piel, así que, si la frotas con las yemas de los dedos y te quedan pegajosas, esa está adulterada.

La forma más sencilla de saber si es pura es verter una cucharadita en un vaso de agua. Si llega al fondo del vaso y hace grumos, es pura. Más sencillo es poner un poco en el dedo, la natural no se caerá, mientras que el resto de ellas sí se derramarían debido a su grado de viscosidad.

Gracias a las abejas tenemos muchos alimentos ricos en micronutrientes, como las frutas, algunas hortalizas, semillas, frutos secos y aceites. Sí no existieran, desparecerían muchos de estos productos, ideales para mantenernos bien nutridos.

Las plantas polinizadas adecuadamente producen frutas y hortalizas más grandes, uniformes y sabrosas. Si una planta no se ha polinizado adecuadamente, no invertirá necesariamente sus recursos de manera uniforme.

También enriquece los aromas de los alimentos, mejora el sabor de pasteles, panes y helados, además de otorgar un toque especial a los asados de carne, pollo, pescados y vegetales como calabazas, pimientos y zanahorias.

Las abejas y otros polinizadores están mejorando la producción de alimentos de dos millones de pequeños agricultores en todo el mundo, ayudando a garantizar la seguridad alimentaria de la población mundial.

La obtención de miel de colonias de abejas silvestres continúa siendo también un componente importante de los medios de vida de las poblaciones que dependen de los bosques en muchos países en desarrollo.

La miel es el único alimento natural que no caduca. Es un edulcorante natural, tiene propiedades antibacterianas y antisépticas. Se aconseja consumir miel todas las mañanas antes del desayuno o incluso si haces ejercicio, ya que esto te aportará mucha energía durante todo el día.

Además, ayuda a estimular el sistema inmune, es antioxidante, mejora la memoria, controla la presión sanguínea, recupera el sueño, minimiza alergias. También contribuye a mantener buena salud visual, regula el azúcar en la sangre y reduce el estrés.

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Las abejas han formado parte de la civilización humana desde hace miles de años. Los antiguos egipcios utilizaban la miel con fines medicinales, por ejemplo, para curar heridas; también usaban cera de abejas para embalsamar cadáveres y hasta para obtener luz artificial.

Datos curiosos:

Existen 20 mil especies de abejas diferentes agrupadas en siete familias distintas. No todas las abejas producen miel. La abeja melífera o abeja de la miel es un insecto de la familia de los ápidos.

El grupo de las abejas melíferas está formado por tan solo cinco especies de abejas. Las abejas del género Apis (abejas melíferas), Trigona y Melipona (Meliponas).

Son animales sociales, esto quiere decir que dentro de la colmena, las abejas se agrupan en tres castas: la reina, las obreras y los zánganos.

50 mil abejas pueden convivir en una colmena dependiendo de la temporada. 50 y 100 flores diferentes puede llegar a visitar entre cada viaje de recolección. Podemos encontrar abejas en todos los continentes del mundo, salvo en África.

Las abejas cuentan con 5 ojos, 2 compuestos y 3 simples, gracias a ello, las abejas pueden ver todos los colores, salvo el rojo, percibir mejor el movimiento y reaccionar con rapidez.

A 25 kilómetros por hora aproximadamente es la velocidad a la que pueden volar las abejas. 200 veces por minuto es la cantidad que pueden batir sus alas. En los últimos años, han desaparecido multitud de colonias de abejas; hay regiones donde han desaparecido hasta el 90 por ciento de ellas.

La miel oscura es mejor porque concentra mayores propiedades y nutrientes. Se ha utilizado como cosmético durante siglos. La apicultura empezó en la era cristiana como una técnica para hacer velas.

Francisco Charqueño / El Sol de México