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Sonora

Sonora tendrá el primer Jardín Etnobiológico autosustentable del país

Para proveer de agua dulce al Jardín Etnobiológico de Bahía de Kino, el Instituto Tecnológico de Sonora tendrá una planta desalinizadora

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Para proveer de agua dulce al Jardín Etnobiológico de Bahía de Kino, alumnos y docentes del Instituto Tecnológico de Sonora (Itson) implementarán un prototipo de planta desalinizadora, mientras que la Universidad Tecnológica de Hermosillo (UTH) dotará de paneles solares a fin de crear un lugar 100% sustentable y libre de emisiones de carbono.

Con tal proyecto, el Jardín Etnobiológico se convertirá en el único en el país en contar con esta tecnología, de los 27 existentes proyectados por Conacyt.

María Magdalena Armendáriz Ontiveros, investigadora del Itson, explicó que se trata de una planta desalinizadora a escala, con la que se busca aplicar los conocimientos adquiridos sobre el tema y realizar pruebas para tratar de solucionar deficiencias recurrentes de las mismas máquinas.

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Primeramente, dijo, con la instalación se busca abastecer de agua potable al jardín debido a que en la zona de Bahía de Kino existe un problema de suministro y la planta desalinizadora los dotará de 10 m3 por día.

Explicó que es una tecnología a pequeña escala a fin de realizar pruebas: “Nosotros la estamos armando desde cero, en las plantas desalinizadoras ocurre un problema que es el ensuciamiento de sus membranas, así que nosotros -a esta planta- le estamos agregando un flujo cruzado con el objetivo de estar haciendo pruebas experimentales directamente con el agua de mar”.

La también Doctora en Ciencias, con especialidad en Biotecnología, detalló que, para no desbaratar las membranas de ósmosis inversa, que es lo más caro de las plantas desalinizadoras, le agregaron un sistema de nanopartículas para realizar experimentos que los lleven a mejoras para aumentar la eficiencia de la producción de agua.

“Lo que estamos haciendo en las membranas es agregar nanopartículas de hierro, las cuales no se agregarán al módulo en sí, sino a un pequeño pedazo de membrana que estaremos probando a la par al momento de ensuciarse”, comentó.

En sí, agregó, vamos a abordar esa problemática con tecnología novedosa y sobre todo se busca hacer un proceso que sea descarbonizante.

Para lograrlo, Carlos Adán Castillo Ortiz, director de las carreras de Ingeniería en Energías Renovables y de Mantenimiento Industrial de la UTH, agregó que convertirán el Jardín Etnobiológico en un ecosistema sustentable y con cero huellas de carbono.

Por lo que ya cuentan con lámparas solares que iluminan toda el área, además los estudiantes de la UTH colocarán paneles solares para el funcionamiento de la planta desalinizadora.

A nivel nacional, mencionó, existen 27 proyectos de jardines similares, y el de Sonora será el primero en contar con su propia planta desalinizadora y lograr el objetivo de sustentabilidad.

Con la instalación de la planta piloto desalinizadora se busca aprovechar el agua para regar las mismas áreas de jardín a fin de no utilizar el líquido de la red potable de Bahía de Kino, donde es muy escaso y debe cuidarse.

Este proyecto, dijo, es un ganar-ganar, ya que al Itson le sirve porque pone en práctica sus investigaciones y a la UTH porque aprovecharán el agua desalinizada del mar.

“La planta es a escala, pero queremos hacer como un pequeño represo donde pueda caer el agua que ya está desalinizada y de ahí hacer las pruebas químicas y ya teniendo la seguridad de la calidad, hacer un uso más propio de lo producido”, indicó.

Carlos Castillo, quien también funge como responsable técnico del proyecto 321354 Conacyt de la Red Nacional de Jardines Etnobiológicos, señaló que con ese represo se busca captar alrededor de 5 mil litros de agua para el riego de las plantas.

“Estamos a 10 metros del mar y es un proyecto sui géneris a diferencia de otros en el país, es un proyecto que converge la playa, el desierto y la montaña, estamos en un ecosistema muy interesante donde buscamos rescatar las riquezas bioculturales de las etnias, por lo que estamos trabajando con los seris, yaquis, mayos y guarijíos para la conservación de las especies representativas de la región”, detalló.

El Jardín Etnobiológico se distingue por ser sustentable, reiteró, debido a la sustentabilidad aplicada para lograr un entorno natural totalmente adaptado para la convivencia con la naturaleza, concluyó.

Jardín Etnobiológico de Sonora

Ubicado al norte de Bahía de Kino, en un terreno adquirido en comodato del Centro Reproductor de Especies Marinas del Estado de Sonora (Cremes), el jardín consta de cinco componentes importantes que lo hacen único.

Terrazas de cultivo donde se encuentran especies representativas de los yaquis, seris, mayos y guarijíos. Se tiene planeado colocar andadores para que los visitantes puedan pasear y conocer el nombre de cada especie y para qué lo usan las etnias.

El segundo componente es la Farmacia Viviente, se trata de una jardinera colocada en estructura circular con la que se busca exponer y promover el rescate de la herbolaria básica, es decir, todas las especies medicinales que utilizan las cuatro etnias.

Otro punto a promover es la educación y promoción, por lo que se cuenta con un Aula Móvil, que fue pintada a mano por el artista yaqui, Ricardo Talamante, donde se plasmó los rostros de las etnias de Sonora.

Durante el próximo año será utilizada para ser trasladada a diversas escuelas rurales y ofrecer talleres de ecología y medio ambiente, así como para capacitación sobre energías renovables, sustentabilidad y reciclaje.

Otro componente del jardín es la laguna de sedimentación, ubicada cerca del mar y es alimentada por el agua de los procesos de conservación de la totoaba que se realizan en el Cremes.

Dicha agua se encuentra rica en nutrientes por lo que en el lugar albergan peces como pequeñas totoabas, lisas y jurel; después de la sedimentación, el agua se regresa de nueva cuenta al mar totalmente limpia.

En dicha laguna existen manglares y se están por sembrar más a fin de que éstos atraigan nuevas especies, haya anidamiento de aves y se embellezca el lugar.

Por último, el jardín cuenta con un mariposario, catalogado como el más grande de todo Sonora al ser una zona de 225 metros cuadrados aproximadamente; en él se reproduce la mariposa endémica Cuatro Espejos.

El lugar está adaptado con varias plantas de sangregado donde se lograron 112 capullos que actualmente se encuentran a la espera de la llegada de las primeras lluvias del próximo año, para que las mariposas puedan salir e inicien su proceso de reproducción que dura 10 días.

Pese a no ser una especie en peligro de extinción, el entorno de la mariposa Cuatro Espejos está deteriorado, por lo que se busca su conservación que se da en la zona costera de Sonora, Sinaloa y Arizona.

Reyna Gámez | El Sol de Hermosillo

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