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Las Fuerzas Armadas Mexicanas y su evolución hacia una institución igualitaria e incluyente

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Omar García Harfuch reconoce que se necesita el apoyo militar en Ciudad de México

Desde 1946, México es gobernado de manera ininterrumpida por presidentes civiles, sin ningún intento de golpe de Estado, y las Fuerzas Armadas han demostrado su lealtad a las instituciones civiles democráticamente electas y son un factor de estabilidad del Estado mexicano, aunado a un trabajo constante por la igualdad de género, derechos y formación profesional de sus elementos.

El informe de medición de barreras al interior de las Fuerzas Armadas y de seguridad pública elaborado por la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), ONU Mujeres México y la Red de Seguridad y de Defensa de América Latina (Resdal), y aprobado por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y la Sedena, ésta última resalta participación de las mujeres mexicanas militares.

De acuerdo con el capítulo México: características nacionales y perfil institucional de la Secretaría de la Defensa Nacional, el país comenzó su vida independiente en 1821 y en 2000 transitó a la democracia plenamente, lo que la ha llevado a consolidar sus instituciones políticas de manera pacífica, incluyendo a las Fuerzas Armadas.

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Refirió que en 1945, México tuvo un papel importante como Estado miembro fundador de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y con la Conferencia de Chapultepec logró dar paso a la colocación de los primeros Estados americanos en el nuevo orden internacional posbélico.

Subraya que la diplomacia mexicana se ha distinguido por la promoción de la resolución pacífica de las controversias, la no intervención en asuntos internos de otros Estados, la cooperación internacional para el desarrollo, la no proliferación de las armas, así como la promoción de la paz y seguridad internacionales.

Según la investigación, iniciada en 2021 con el financiamiento de la Iniciativa Elsie, mediante la Oficina de la ONU Mujeres México, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) fue creada el 1 de noviembre de 1937 pero es hasta 1976 cuando establece con mayor claridad sus competencias.

Destaca que la Sedena tiene un funcionamiento dual, como Estado Mayor y comandancia general conjunta del Ejército mexicano y Fuerza Aérea, así como secretaría de Estado con funciones administrativas y políticas dentro del gobierno federal.

La Sedena, a través de la Comandancia del Ejército Mexicano, cuenta con 12 regiones y 48 zonas militares, mientras que el personal, según sus funciones, se dividen en arma o servicio, siendo las armas con las que cuenta el Ejército infantería, caballería, arma blindada, artillería e ingenieros.

Los servicios con los que cuenta la dependencia son intendencia, ingenieros, cartografía, transmisiones, materiales de guerra, transportes, administración, sanidad, justicia, veterinaria y remonta, informática, meteorológica, control de vuelo y material aéreo.

Asimismo, cuenta con cuerpos especiales: cuerpo de aerotropas, cuerpo de policía militar y cuerpo de música militar, en tanto que la Fuerza Aérea Mexicana se integra por cuatro regiones aéreas, y sus elementos de arma son los formados como pilotos aviadores, teniendo a su disposición los servicios del Ejército mexicano.

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En cuanto a la participación de la mujer en el Ejército y Fuerza Aérea, el primer caso documentado es el de Valentina Ramírez durante la Revolución Mexicana en 1910.

En 1934 causa alta la primera mujer de forma oficial en la Intendencia General del Ejército y desde entonces la participación de la mujer en la Sedena ha ido en aumento, con más espacios dentro de la misma institución, tanto en espacios de formación profesional, como en actividades administrativas y operativas.

En 1965 y bajo mandato presidencial, la Secretaría elaboró el Plan de Auxilio a la Población Civil o Plan DN-III-E, cuyo único propósito es el auxilio a la población en desastres naturales y desde entonces se aplica de forma continua e ininterrumpida.

Según el reporte, la participación de las mujeres en el Ejército y Fuerza Aérea mexicanos es todavía reciente, aunque el aumento de personal femenino es constante, al contar 25 mil 495 mujeres en el activo (11.9 por ciento del personal total) con completa posibilidad de ascender en la escala jerárquica.

En cuanto a la participación de las mujeres en operaciones de paz, el reporte de la Sedena ha desplegado 21 elementos femeninos, equivalentes a 40 por ciento del total del personal desplegado.

Asegura que la dependencia tiene la firme intención de no sólo mantener, sino incrementar este número toda vez que la participación de personal femenino fortalece los compromisos de México en la agenda de Mujer, Paz y Seguridad, además de ser congruente con la política exterior feminista del gobierno mexicano.

De forma institucional, los beneficios radican en el desarrollo de nuevas capacidades a partir de las lecciones aprendidas, formación de instructores de calidad para adiestramiento, formación de expertos en operaciones de paz y fortalecimiento de la proyección internacional.

El informe iniciado en 2021 expone que desde 2006, la Sedena ha participado en tareas de mantenimiento del orden público, y apoyo a autoridades locales en labores de seguridad pública y proximidad social.

Asimismo y desde 2018 bajo mandato presidencial, la dependencia tiene a su cargo la supervisión, planeación, instrumentación y administración de obras prioritarias públicas de la actual administración como la creación de la Guardia Nacional, la construcción de un nuevo aeropuerto internacional y la construcción de líneas ferroviarias en el sur y sureste de la República Mexicana.

En términos de opinión pública, afirma que el Ejército mantiene desde hace dos décadas un nivel de confianza de casi 88 por ciento de la población encuestada, y agrega que a pesar de todas las misiones que encabezan, las Fuerzas Armadas, el Ejército y Fuerza Aérea tienen un presupuesto menor al 0.6 del Producto Interno Bruto (PIB), sólo después de Guatemala, Costa Rica y Panamá.

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