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CDMX

Organizaciones sociales de la CDMX demandan plan emergente de atención a viviendas de alto riesgo

Se pronunciaron por atención y desahogo de la agenda de predios para expropiación

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A 37 años del sismo del 19 de septiembre de 1985, integrantes del Movimiento Urbano Popular de la Ciudad de México se pronunciaron por la instrumentación y aplicación de un plan emergente de atención a las viviendas catalogadas de alto riesgo.

Con la experiencia de ese temblor de gran magnitud que sacudió la capital del país y dejó importantes daños y pérdidas humanas, demandaron también un aumento al presupuesto anual para la construcción de vivienda nueva y atención y desahogo de la agenda de predios para expropiación.

Afirman que por décadas, cientos de familias capitalinas que viven en zonas consideradas de alto riesgo están en peligro latente, por lo que se pronunciaron a favor de un plan emergente de atención a las mismas.

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Los representantes del Frente Democrático Popular, Asamblea de Barrios de la Ciudad de México 4T, CCAT-UCAI alternativas urbanas, Grupo Zempoala Independiente, Unión de Colonos Democracia y Justicia Social AC, UNOS-IF Comité de Defensa Popular Del Valle de México y Grupo Cedros, expusieron sus exigencias para evitar mayores riesgos y consecuencias derivadas de un movimiento telúrico.

Foto: Archivo

“En pleno siglo XXII, a 37 años de distancia de aquel 19 de septiembre de 1985 en el que un terremoto de gran magnitud, sacudió la Capital de México, cobrando miles de vidas y daños materiales incalculables, afectaciones que aún son visibles ante la opacidad de los gobiernos para atender una necesidad fundamental como lo es el derecho a una vivienda digna y adecuada”, expusieron.

Asimismo, abundaron, el derecho consagrado en el artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y que está prevista en el artículo 9 Apartado E de la Constitución de la Ciudad de México, donde el Estado deberá garantizar que este derecho reúna condiciones de accesibilidad, asequibilidad, habitabilidad, adaptación cultural, tamaño suficiente, segura y con todos los servicios.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en la Ciudad de México existe un déficit de 56.8 por ciento de la población que no tiene acceso a una vivienda, mientras que 37.8 por ciento acude a un préstamo informal o recursos propios, y sólo 12.2 por ciento podría solicitar un crédito a una institución privada.

La vivienda en la Ciudad de México es considerada como pequeña, con un promedio de 56 metros cuadrados, en tanto que el Instituto de Vivienda de la Ciudad de México (INVI) sólo financia 48 metros cuadrados, aún por debajo del promedio general.

Al menos 44.2 por ciento de las viviendas construidas presenta algún tipo de deformaciones, filtraciones o agrietamientos, 40.8 por ciento son filtraciones o cuarteaduras, 16.2 por ciento grietas y fracturas, daños que además de comprometer la salud de quienes en ellas habitan, atentan de manera directa contra su vida.

Ante todo ello, las organizaciones sociales que integran el Movimiento Urbano Popular de la Ciudad de México reiteraron su intención de hacer visible el riesgo latente en el que por décadas habitan cientos de familias capitalinas y la imperativa necesidad de aumentar los presupuestos anuales para financiamiento de vivienda nueva.

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