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La Opinión

Donald Trump está contra las cuerdas, pero…

Donald Trump se convirtió en un potente peligro para la democracia, puede tomarse el llamado caso de las pastillas de menta

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El exmandatario de Estados Unidos, Donald Trump, parecía hasta antes del pasado jueves el hombre que iba a retomar la Casa Blanca en 2024, pero el informe del comité que investiga su participación en el asalto al Capitolio, del 6 de enero de 2021, fue lapidario.

Es altamente probable que su base política siga estando con él, es el líder republicano, aunque el informe del comité también va a mermar ese apoyo quizá muy poco, pero entre los jóvenes indecisos parece que se cerró la puerta de un posible voto, porque todo parece indicar que Donald Trump arengo un golpe de estado. 

La comisión de la Cámara de Representantes sacó a la luz o detalló los tejemanejes entre bastidores que revelaron hasta dónde querían llegar Donald Trump y sus facilitadores para mantenerse en el poder. 

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Donald Trump se convirtió en un potente peligro para la democracia, puede tomarse el llamado caso de las pastillas de menta, que protagonizaron uno de los episodios más absurdos y tóxicos de las audiencias sobre el 6 de enero. Así es como nació una teoría de la conspiración.

Todo comenzó en un centro de conteo electoral en Georgia, donde una madre le compartió esas pastillas a su hija durante una larga noche de trabajo. Alguien las grabó en video e inventó que lo que la madre le dio a su hija era un puerto USB. 

Un abogado del magnate difundió la acusación de que el video captó a las mujeres usando el dispositivo para tratar de manipular el conteo de las elecciones contra el entonces presidente Donald Trump.

El episodio alimentó toda una red de mentiras, que se derritieron bajo el escrutinio de los investigadores, como copos de nieve en un verano de Georgia. Las audiencias ilustraron cómo esas historias alimentaron la ira de los partidarios de Donald Trump en todo Estados Unidos y especialmente de aquellos que irrumpieron en el Capitolio, muchos armados y sedientos de sangre.

El asunto, es que unos 17.7 millones de personas en Estados Unidos vieron por televisión la audiencia del pasado jueves de la comisión de la Cámara de Representantes.

La empresa The Nielsen Company dijo que ese total es apenas menor que los 20 millones de televidentes que vieron la audiencia del panel el 9 de junio, la única otra de las ocho sesiones que fue transmitida en horario estelar nocturno.

Diez cadenas transmitieron en vivo la audiencia del jueves, comparado con 11 para la sesión de junio. La cadena conservadora Newsmax no la transmitió en esta ocasión.

Las audiencias diurnas promediaron 11.2 millones de televidentes, con un pico de 14.3 millones el 28 de junio, cuando la exasistente de la Casa Blanca Cassidy Hutchinson compareció para declarar sobre la conducta de Trump.

Aproximadamente 13.6 millones de los televidentes del jueves –7%– tenían 55 años o más, precisó Nielsen. Solamente 705 mil tenían entre 18 y 34 años, los números quizá no dicen mucho sólos, pero de cara a unas elecciones intermedias el próximo noviembre, pueden ser determinantes para las aspiraciones republicanas.

Ahora la pregunta que le quita el sueño a Washington, tras la serie de audiencias del comité sobre el asaltó al Capitolio, que dejó cinco muertos, es si el magnate debe ser juzgado o no.

La decisión tiene carácter de urgente dado que Donald Trump, de 76 años, ha dado pistas de querer postularse a la Casa Blanca de nuevo en 2024. La decisión recae esencialmente en el fiscal general Merrick Garland.

En caso de llevarlo a juicio, los argumentos señalan que Donald Trump sabía que había perdido la elección –sus consejeros se lo dijeron y sus jugadas legales no iban a ninguna parte–, pero continuó insistiendo en que el demócrata Joe Biden le “robó” la victoria. 


Presionó a funcionarios electorales en Georgia para “encontrar” los votos que necesitaba para ganar y trató de forzar al entonces vicepresidente Mike Pence para que no certificara los resultados electorales en la ceremonia del Congreso, el 6 de enero de 2021.

Convocó a sus seguidores en Washington y los invitó a “pelear con todo”, en un discurso incendiario cerca de la Casa Blanca. Luego, se recostó durante tres horas y vio por televisión cómo sus leales partidarios atacaron violentamente el Capitolio en un intento por bloquear la certificación de la victoria de Biden.

Analistas legales dicen que el expresidente podría enfrentar al menos a dos cargos: “conspiración para defraudar a Estados Unidos”, por buscar la anulación de los resultados electorales, y “obstrucción de un procedimiento oficial” por el ataque al Capitolio.

La investigación parece una luz al final del túnel para las aspiraciones demócratas en las elecciones de mediano término, pero eso es sólo una parte, el partido del presidente Joe Biden debe dar pasos de plomo para por lo menos mantener la pequeña mayoría que tiene en la Cámara baja y sostener la mitad de las bancadas en el Senado.

Aunque, no hay que olvidar que Donald Trump sabe como aquilatar los momentos difíciles y si hoy parece contra la pared, esa misma presión lo puede poner en el primer plano de las preferencias electorales o al menos a su partido, los republicanos. O usted ¿qué cree?  

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