Magia y nostalgia en cada trago de pulque Federico en Amealco

AMEALCO DE BONFIL, Querétaro. Una combinación de magia y nostalgia del pasado se siente en la garganta con cada trago de pulque natural de los que se sirven en las pulquerías de la zona del Centro Histórico de Amealco de Bonfil, sitios que resaltan la tradición y son un referente turístico.

Al menos 10 pulquerías hay en este perímetro y con 30 y hasta 100 años de tradición sirven los más exquisitos curados y pulque natural en jarros de barro que preservan el suculento sabor de esta bebida que se obtiene a través del maguey.

Una de las más tradicionales se localiza sobre la calle Miguel Hidalgo 280 y se denomina Pulquería Don Federico, la cual data desde hace aproximadamente 100 años y sus paredes resguardan diferentes anécdotas que se van fortaleciendo a lo largo de los años.

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De acuerdo con una de sus propietarias, a este lugar llegan muchos turistas en familias, sobre todos los fines de semana, y actualmente los jóvenes buscan seguir con el legado de tomar pulque, una tradición que anteriormente se estaba perdiendo, pero que en Amealco, se está arraigando.

“Llegan las familias a tomar pulque natural, algunos dicen que no les gusta, pero cuando lo prueban, opinan otra cosa, el pulque de Amealco es muy sabroso, y reconocido por las personas. Aquí han llegado turistas de Francia, Estados Unidos, Cuba y de otros países”.

La señora indicó que algunas touroperadoras que hacen recorridos solo por la zona céntrica, dan una parada obligada por las pulquerías, es por ello que, ahora incluso invierten en que sus fachadas y muros prevalezcan con los colores y utilería del pasado.

Recordó que en ocasiones la gente le ha mencionado que específicamente esta pulquería tiene algunas semejanzas con las escenografías de las películas de Joaquín Pardavé, Pedro Infante y de otros actores de la época de oro del cine mexicano.

Las pulquerías trabajan diariamente a partir de las 10 de la mañana y cierran alrededor de las seis de la tarde, sirviendo los mejores curados que van desde el de pistache, piñón, manzana, jitomate, mazapán, café, nuez, chocolate, avena, mango y el de tuna, aunque subrayó que el que siempre piden, y más se vende, es el natural, agregó.

Dolores Martínez | El Sol de San Juan del Río