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Sonora

El robot de un ingeniero sonorense que logra el tacto en las prótesis de personas discapacitadas

Raúl Ariel Durán Jiménez, ingeniero en Mecánica por el Instituto Tecnológico de Hermosillo (ITH), desarrolla el robot en Fukuoka, Japón

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HERMOSILLO, Sonora. Un joven sonorense ganó el primer lugar en la edición 38 de la Conferencia Anual de la Sociedad de Robótica de Japón: su prototipo, hacia el futuro y con el desarrollo de más investigaciones, se encamina a lograr la posibilidad del tacto en las prótesis diseñadas para personas con discapacidad.

Raúl Ariel Durán Jiménez, hermosillense de 25 años, tiene una ingeniería en Mecánica por el Instituto Tecnológico de Hermosillo (ITH) y ahora estudia la maestría en el Instituto de Tecnología de Kyushu (Kyutech) enfocada en robótica asistida e inteligencia artificial con una beca otorgada por el gobierno japonés.

A través de una videollamada en la plataforma Zoom, Raúl, con 18 horas de diferencia entre su natal Hermosillo y la ciudad en la que hoy reside -Kitakyushu en la prefectura de Fukuoka- explica que el robot que diseñó consiste en una pinza con piel blanda e inteligente al tacto.

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“Sería como dar la posibilidad de la sensación del tacto, este es el primer paso de lo que queremos desarrollar”, explicó Raúl. “Queremos trabajar futuros proyectos sobre este tipo de piel y probarlos en diferentes tipos de robots, no solo en lo que sería la pinza y llevarlo a cabo con robótica asistida, inteligencia artificial y detección de objetos”.

La intención de Raúl, con el equipo que integra junto a un compañero y un académico, ambos de origen japonés, es brindar “una segunda oportunidad” a las personas con discapacidad: este es un tema que le interesa desde que estudiaba la preparatoria.

“Entre la prepa y la universidad me empezó a gustar la robótica asistida, la creación de prótesis, cómo mejorar, cómo ayudar y dar una segunda oportunidad a personas que tengan algún tipo de discapacidad o problema”, narró Raúl, “para mí, es algo que puede ser de mucha ayuda para las personas, de ahí surge la idea, la necesidad y me empezó a gustar y se fue desarrollando hasta el día de hoy”.

Y agregó: “El nombre de mi profesor es Tomohiro Shibata y el de mi compañero de investigación es Matsumara Naoki; el equipo es muy importante porque, gracias a ellos, se pudo lograr lo que hasta ahorita conocemos. Trabajar de la mano con mi compañero fue muy importante, de mucha ayuda mutua y con mi profesor que siempre nos asesoraba, nos guiaba por el camino a seguir y, gracias a sus consejos, supimos cómo llevar a cabo este proceso de aprendizaje”.

En septiembre pasado, Raúl cumplío su primer año en la maestría y le queda un año más por delante con el apoyo del Ministerio de Educación, Cultura, Deporte, Ciencia y Tecnología del Japón: MEXT (Monbukagakusho). Aunque sus estudios terminarán en octubre de 2021, ya planea continuar con un doctorado en el mismo país.

Por lo pronto, con el avance en la contención de la pandemia por COVID-19 en Japón, Raúl acaba de volver a trabajar en el laboratorio de Kyutech después de varios meses en confinamiento dentro de su departamento y eso lo considera una gran oportunidad.

“Al principio si fue muy bonito estar conociendo nuevos paisajes y todo, pero, con la situación de la pandemia, uno se tiene que quedar encerrado en su casa y no se disfruta al cien porciento”, contó el estudiante, “pero sí se disfruta, porque mi meta aquí es completar mis estudios y seguir creciendo de manera académica, entonces, para mí, es muy importante, muy fascinante y muy padre”.

La Embajada de México en Japón felicitó a Raúl por su premio.

“No sé cuántas personas eran, porque eran bastantes, era una conferencia online con nacionales e internacionales y había muchas salas”, explicó Raúl sobre la premiación del concurso, “cuando entro, nos dicen los finalistas, escucho mi nombre y me quedo un poquito asombrado y, cuando dicen el ganador, fue mucha emoción para mí; estaba con unos compañeros de laboratorio, mi compañero con el que realicé la investigación y otro compañero que también presentó en las conferencias y fue como una sorpresa y una emoción muy grande”.

Raúl planea volver a Sonora hacia finales de 2021, para “recargar pilas” antes de continuar con sus estudios.

“Si todo sale bien, me quedo un tiempo acá, pero, de todas maneras, sí me gustaría visitar México, porque también me hace falta recargar pilas y comerme unos buenos tacos”, ríe el ingeniero, “seguiré dando todo de mí para futuras investigaciones, para sacar futuros proyectos que puedan ayudar no solo a un grupo de personas, sino a muchas”.

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