La demanda de testamentos se dispara en la pandemia de Covid-19 en Baja California Sur

LA PAZ, Baja California Sur.- En el pasado mes de septiembre la demanda de testamentos creció en 30 por ciento en el estado, un aumento significativo que en buena medida podría atribuirse al temor de morir durante la pandemia de Covid-19, informó Karim Martínez Lizárraga, presidente del Colegio de Notarios de Baja California Sur.

Aun así, consideró que aún no se consolida en el estado una cultura del testamento y que son comunes los juicios entre herederos, con procesos que en algunos casos llegan hasta 30 años o más.

Ante la evidente mortalidad que la pandemia de Covid-19 ha causado entre adultos mayores, destacó la importancia de este documento a fin de no dejar problemas a los herederos, y explicó que se trata de un trámite con un costo de hasta 4 mil 600 pesos, cantidad que no es significativa si se le compara con la gran valía y la gran cantidad de gastos y problemas que se habrá de ahorrar a sus familias.

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Informó que a causa de la pandemia, en las últimas semanas los notarios están recibiendo una gran cantidad de solicitudes de personas que están internadas a causa de esta enfermedad, sin embargo la normatividad sanitaria impide a los notarios acceder a los hospitales para realizar el trámite.

En ese sentido, hizo un llamado a la ciudadanía para que gestione su testamento ya sea aprovechando los dos meses de promoción del año o en cualquier fecha, consultando en la página del Colegio la ubicación de las notarías, en donde previa cita telefónica se les atenderá con todos los protocolos de prevención para evitar contagios.

Karim Martínez Lizárraga recordó que hasta antes de la pandemia, los notarios generaban hasta 500 testamentos por notaría y que durante la campaña fueron gratuitos para los trabajadores del sector salud, incluyendo a médicos, enfermeras, camilleros, chóferes y a todo el personal que acreditó trabajar en el sector salud.

Explicó que el testamento más sencillo y más económico es el público abierto, en donde se señala en qué porcentaje quedarán repartidos los bienes para los sucesores, un esquema en el que no necesariamente se tendría que vender las propiedades para hacerse el reparto sino que se adjudican en la proporción que indique el interesado con la posibilidad de que entre ellos se puedan ceder derechos.