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Sonora

Gabriel Campos usa la ingeniería civil para crear negocio pastelero en Hermosillo

Tras estudiar las carreras de Ingeniería Civil, Comunicación y Artes Plásticas, Gabriel Campos se dio a la tarea de mezclar sus conocimientos en las distintas áreas y así explotar su talento en la repostería y crear pasteles de ensueño.

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HERMOSILLO, Sonora. Tras estudiar las carreras de Ingeniería Civil, Comunicación y Artes Plásticas, Gabriel Campos se dio a la tarea de mezclar sus conocimientos en las distintas áreas y así explotar su talento en la repostería y en el negocio pastelero.

Cuando era pequeño, Gabriel anhelaba tener un pastel con la temática de la selva tropical donde sobresaliera su animal favorito: el changuito, con los colores verde, amarillo y café de la naturaleza.

Sin embargo, su madre no podía comprarlo porque la situación económica no se lo permitía y ese sueño se truncó durante algunos años.

“Hace cinco años, casi finalizando mi carrera no tenía trabajo y me tocó poner el pastel para el baby shower de mi sobrina. Cuando coticé no bajaban de cinco mil pesos y yo sin trabajo no podía pagar eso, entonces amigo y yo decidimos hacerlo”, comentó.

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Entonces, abundó, lo que hice fue comprar un pastel mini, quitarle la etiqueta y ponérsela al que yo había hecho y les encantó a todos; mi hermana se enteró dos años después que yo hice ese pastel.

Gabriel indicó que ahí empezaron los pedidos del negocio pastelero y a pesar de que no tenía mucho conocimiento sobre cotizaciones y precios, se lanzó a una nueva aventura y abrió su negocio Hoshimin Kakes, un nombre derivado de una expresión que utilizaba Gabriel para referirse a algo sorprendente.

“Me gustan los retos y siempre intento hacer algo diferente, ver a los niños emocionarse cuando ven el pastel, es ahí donde digo ‘valió la pena’; es algo que me hubiera gustado sentir, así fue como inicié, esperé a que la gente me conociera, les daba degustaciones y comencé haciendo pasteles raros, algo fuera de lo común”, señaló.

Durante cinco años, el joven pastelero ha compartido su trabajo, sazón y arte con sus clientes, amigos y familiares. Su equipo se conforma por Liliana, Perla e Iris, quienes lo han acompañado a lo largo de su trabajo y se han mantenido firmes pese a la pandemia mundial.

Comentó que 2020 fue un año complicado porque echó abajo sus planes de tener un local, tuvo que regresar a su taller, hacer entregas a domicilio y promocionarse en Internet.

La pastelería pasó de producir de 15 a 20 pasteles semanales a no vender ninguno, pero gracias a la constancia, dedicación y no desistir, lograron seguir generando ingresos con la venta de pasteles individuales con diseños personalizados.

Gabriel aseguró que lo que más disfruta es hacer los muñecos de fondant, pues le recuerda su infancia, cuando elaboraba figuras con plastilina.

Detalló que las figuras que más le piden son los carros y los sabores favoritos del público son el pastel de fresa cherry y relleno de Ferrero, plátano, chocolate con pay de queso y fresa con pay de queso.

“Lo que me costó más trabajo cuando inicié fue que la gente me discriminaba por ser hombre, porque me decían que eso era cosas de mujeres y dudaban si podía hacerlo”, recordó.

Son productos de calidad, sabor y diseño al alcance de su público y la variedad está disponible en las plataformas digitales como Facebook, Instagram y Twitter como Hoshimin Kakes.

Nancy Álvarez | El Sol de Hermosillo

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