:)

Negocios

Los vendedores de piñatas en Sinaloa están al borde de la quiebra por la pandemia de Covid-19

El aislamiento y la recomendación para no hacer fiestas ha provocado graves daños a vendedores de piñatas de Culiacán

Published

on

Piñatas Culiacán

CULIACÁN, Sinaloa. Vendedores de piñatas que adornan muchas calles de Culiacán son contundentes, este año es el peor en cuanto a ventas: “Quienes salimos descalabrados somos los que elaboramos las piñatas, porque las ventas se han desplomado”.

Fabricantes explican que desde octubre empiezan a trabajar con papel, engrudo, cartón y en ciertas ocasiones con el barro para que en diciembre la gente se divierta golpeando el objeto que hacen con tanta devoción.

“Todo tope en eso, ojalá que este año, la gente sacara toda esa ansiedad golpeando nuestras piñatas, pero desafortunadamente la venta bajó drásticamente. No vendemos ni la mitad de lo que vendíamos el año pasado”, lamenta Isidro Retamoza

Lee: La cancelación de la vida social pone en jaque financiero a los salones de fiestas en Aguascalientes

Dice que la tradición de fabricar piñatas viene de su abuelo y que ya son dos generaciones que todo el año hacen este artefacto para que la gente se divierta en festejos de toda índole.

“Nuestro trabajo lo hacemos en casa, porque no tenemos para rentar un espacio, las piñatas las vendemos sobre pedido. Tenemos escuelas, familias que de generación en generación nos han comprado piñatas, además, de los recomendados. Nuestra cartera es de más de 700 clientes, seguros para sus fiestas, es más, sabemos cuándo es el cumpleaños de cada uno de ellos, les hablamos, nos piden la figura que quieren”, expone.

La única vez que sacan las piñatas a la calle de Culiacán es en diciembre, porque tanto a ellos como a sus vecinos, les gusta ver el colorido en las avenidas.

“Este año ha sido de tristeza, poca gente se acerca. Lo que más me llega es ver la tristeza de los niños en sus ojos, sus caritas cubiertas con el cubrebocas, eso me llega más que el no vender mis piñatas”, señala.

Don Isidro dice que estas fiestas decembrinas han sido las más tristes, tanto por la situación que se está viviendo por la pandemia como por la falta de recursos de muchas familias.

“Me partió el alma la visita de una señora con su niño este día de la Virgen. Querían quebrar una piñata para festejar a su nenita, se acercaron, las vieron, contaron lo que traían. La mamá le explica a su niño que no le alcanzaba y que además se quedarían sin el sustento de la semana”, explica.

Dice que además de regalarle la piñata más grande, los vecinos se cooperaron y les compraron los regalos para que festejaran a su Lupita.

“Yo le pedí a la señora que escogiera la piñata que más le gustara de las grandes, escogió una estrella, la más colorida, luego los vecinos le pidieron que regresara otro día porque le iban a tener los aguinaldos. De ahí en fuera, solamente se han acercado cuando mucho unas cinco personas y he vendido dos piñatas. A mis clientes cuando mucho les he vendido unas 200 piñatas, cuando en época buena vendía de 800 a mil piñatas al año. Las escuelas el día del niño y en diciembre me compraban una buena cantidad, pero los niños este año no tuvieron esos festejos”, indica.

Detalla que las piñatas que ha vendido son las más baratas, las más pequeñas. Principalmente “hice dos estrellas en forma del virus y hasta el momento éstas nadie las quiere”.

Publicidad

Trends

Publicidad