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La pandemia de Covid-19 deja herencia de hambre entre los pobres de Coahuila

La crisis económica que desató el Covid-19 ha dejado una secuela de hambre; familias tienen problemas para conseguir qué comer

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Coahuila, hambre por Covid-19

TORREÓN, Coahuila.- Los ocho miembros de la familia Piedra Ruiz viven en extrema pobreza y la pandemia originada por el Covid-19 complicó más sus condiciones alimentarias al grado que solamente pueden comer una vez al día y hay otros que no prueban bocado. Los frijoles y huevo son su dieta diaria.

Antes de la contingencia, los Piedra Ruiz se mantenían de la venta de tunas en los cruceros de la ciudad, así como de la recolección de PET, cartón y aluminio y podían comer al menos dos veces al día.

Pero con la llegada de la epidemia ya no pudieron vender el fruto y ahora ofrecen paletas de dulce a cambio de alguna caridad. Siguen con la recolección de PET, cartón y aluminio, y en días buenos logran recabar hasta 150 pesos, pero hay días que no sacan un solo peso.

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Acuden con frecuencia a Abastos para recoger de entre la basura desechos de alimento como tomates, calabazas, papas y cebollas.

Avecinados en la colonia Ampliación Zaragoza Sur, en la zona urbana de Torreón, Coahuila, Sandra y Ernesto, enfrentan problemas para alimentar a sus cinco hijos: Erika, de 20 años; Esperanza, de 18; Daniel, de 15; Elías, de 13; Génesis, de 11, y Jazmín, de 2; además, luchan a diario por atender a Esperanza, quien sufre de parálisis cerebral y necesita de cuidados especiales y pañales.

Su dieta diaria está compuesta por frijoles y huevo, y cuando hay para más, se dan un lujo, comer alguna chuleta o pan de dulce con leche, pero es casi imposible.

Sólo pueden comer una vez al día, alrededor de las seis de la tarde, tiempo que ellos consideran el ideal para poder mitigar el hambre del día y la noche y que les dé la fuerza de probar alimento hasta el otro día a la misma hora.

En el refrigerador de los Piedra Ruiz, que también sirve de alacena porque está dañado, sólo hay frijoles, bolsas de sopa, aceite, sal y un bote de leche saborizada, que se le da a la más pequeña de la familia cuando se logra obtener más dinero del habitual tras la jornada de trabajo.

Sandra Ruiz Bernal está casada con Ernesto Piedra Estrada desde hace 20 años, y él dejó de trabajar hace tiempo como chofer de autobuses porque enfermó de una hernia, además de diabetes y un problema motriz. Las enfermedades han ido minando sus fuerzas.

Día largo, comida escasa

Un día normal transcurre partir de las 5:30 de la mañana cuando comienzan a preparar sus dos triciclos donde se trasladan a diversos puntos de la ciudad para recolectar pet, cartón y aluminio; la jornada es larga y pesada.

Hambre por Covid-19
Familias de Torreón, Coahuila, apenas pueden comer una vez al día.

En uno de los triciclos llevan a Esperanza y recorren la ciudad en busca del sustento.

Erika, Daniel y Elías a temprana hora se van a casa de su abuela paterna para que puedan comer debido a la pobreza extrema que viven.

“En un día bueno de chamba nos traemos 150 pesos, si Dios nos ayuda, es muy variante, 100 pesos, hay días que de plano nos venimos en blanco”, relató Ernesto.

A veces llegan las doce del mediodía y no han comido. El dinero que consiguen apenas alcanza para el alimento de un solo día para muchas familias de Coahuila. Por lo general Sandra y Ernesto prefieren que sus hijos coman primero, dándole prioridad a Esperanza debido a su condición de salud.

Este día hubo frijoles y huevo para comer. Esperanza degusta ese manjar, al igual que Jazmín, así como otros integrantes de la familia.

Debido a que el agua de la llave no está limpia, prefieren comer sus alimentos, así, sin agua. Y pensar en refrescos o aguas frescas no es opción.

Pese a esto, la madre se siente satisfecha que sus hijos puedan comer algo y no estén con el estómago vacío.

Aunque viven con hambre y con incertidumbre sobre el sustento diario, para Sandra Ruiz lo más importante es vivir el día a día como si fuera el último de sus vidas.

De acuerdo al Instituto Municipal de Planeación de Torreón, en la colonia Zaragoza Sur se cuenta con aproximadamente 7 mil 71 habitantes, de los cuales, hasta hace tres años, poco más de la mitad viven en situación de pobreza extrema.

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