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La pandemia de Covid-19 derrumbó 100% las ventas de los trajes de novio en Chihuahua

José Luis Vidal Guerrero, propietario de Sastrería Bremen, manifestó que está es la peor crisis de este negocio familiar de trajes de novio

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El propietario de la sastrería dijo que la reparación de ropa estuvo limitada.

Durante poco más de seis meses los establecimientos que ofrecen trajes para novios redujeron sus ventas en un 100 por ciento, por lo que junto con la reanudación de eventos sociales esperan tener una recuperación en octubre, dado que los últimos dos meses del año no son demandantes para su giro.

José Luis Vidal Guerrero, propietario de Sastrería Bremen, manifestó que está es la peor crisis en 64 años por la que ha atravesado este negocio familiar, fundado por su padre, el señor Rosalío Vidal Haro.

Vidal Guerrero recordó que dicho establecimiento cerró durante tres meses: de mediados del mes de marzo y hasta el 15 de junio, pero su reapertura se dio en el semáforo epidemiológico en color naranja, por lo que seguían cerrados los salones de fiestas, las iglesias y hasta el Registro Civil, así que los ingresos siguieron paralizados en lo que respecta a vestimenta para bodas.

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Por otra parte, la reparación de ropa estuvo limitada, pero eso ayudó un poco a solventar la crisis financiera, afirmó Vidal, dueño de la sastrería donde se confeccionan los trajes de novio.

No obstante, el propietario del establecimiento destacó que afortunadamente ellos no se ven obligados a pagar renta por el local puesto que es propio, a diferencia de otros negocios que a pesar de no estar percibiendo ingresos, sí debieron saldar alquileres de inmuebles.

Sin embargo, refirió que en toda la historia de Sastrería Bremen no habían sorteado una situación igual a la vivida por el tema del Covid-19. “Con la influenza hubo algunos problemas pero no comparados a los actuales”, recordó.

Vidal se dijo confiado en poder recuperar al menos algunos ingresos durante el próximo mes, argumentando que la temporada alta es al término de la Semana Santa y hasta octubre, “ya que las novias no quieren casarse en frío porque deben cubrir su vestido con un saco, entonces las bodas toman una pausa”.

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En este sentido, indicó que al cierre de 2020 contemplan poder sostenerse con las composturas de trajes, pues por lo regular la gente emplea esta temporada para mandar arreglar su ropa de etiqueta en sastrerías con gran experiencia como ésta.

Karina Rodríguez |Organización Editorial Mexicana

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