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El Extranjero

Un acuerdo de paz que se desmorona en Colombia

Reportes señalan a un grupo que se autodenomina Comandos de la Frontera muchos de ellos ex guerrileros de las FARC

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El 26 de septiembre se cumplen cuatro años de la firma del acuerdo de paz entre el gobierno de Colombia con las FARC.

El próximo 26 de septiembre se cumplen cuatro años de la firma del acuerdo de paz entre el gobierno de Colombia que encabezaba Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionaria se Colombia (FARC), el asunto es que no todos los desmovilizados aceptaron insertarse en el mundo laboral y muchos ex guerrilleros regresaron a la selva para retomar la clandestinidad y el narcotráfico. 

Reportes recientes señalan a un grupo que se autodenomina Comandos de la Frontera muchos de ellos ex guerrileros de las FARC, en el departamento de Putumayo, ubicado en la frontera entre Colombia y Ecuador han generado alerta. Sin embargo, todo apunta también a que sería un cambio de nombre por parte del grupo conocido en la zona como La Mafia.

Además, un nuevo reporte señala que tres hombres fueron asesinados a tiros en un nuevo ataque de grupos armados en el suroeste de Colombia, en medio de la espiral de violencia y masacres que envuelve los campos del país, informó la Policía.

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La nueva matanza ocurrió en la noche del pasado martes en el municipio de Algeciras, en el departamento del Huila, y se suma a las 61 masacres que dejan 246 muertos en lo que va del año, según el observatorio independiente de violencia Indepaz.

Se desconoce quiénes son los culpables del crimen, pero un responsable de la Policía dijo a la agencia francesa AFP que en la región operan guerrilleros que se marginaron del pacto de paz firmado con las FARC en 2016. 

Según la Fundación Paz y Reconciliación, que estudia el conflicto, el municipio de Algeciras ha sido históricamente golpeado por la violencia con cerca de 13 mil víctimas entre 2002 y 2011. 

Colombia vive un nuevo ciclo de violencia que se evidencia en el repunte de masacres –u homicidios de tres o más personas en un mismo evento–, cuando el país pensaba haber pasado la peor página del conflicto con el desarme de grupos paramilitares en 2006 y la disuelta guerrilla de las FARC, diez años después. 

En agosto de este año, las autoridades ecuatorianas desmantelaron un campamento de las ex-FARC en El Carmen, provincia de Sucumbíos, cerca de la frontera con Colombia. Dentro del material incautado se encontraron panfletos pertenecientes a un grupo denominado “Comandos de la Frontera” (CDF).

Días más tarde, la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz denunció el asesinato de dos personas por este grupo en Puerto Asís, del lado colombiano.

Sin embargo, el grupo Comandos de la Frontera no parece ser un nuevo actor criminal que intenta hacer su entrada en el departamento de Putumayo. De acuerdo con la Comisión Intereclesial, no sería más que un intento del grupo conocido como La Mafia o La Mafia Sinaloa por cambiar su nombre.

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“Su cambio de nombre obedecería a un intento por cambiar la imagen y desligarse de los asesinatos, entre ellos, el del líder social Marco Rivadeneira”, dijo en una entrevista la Comisión a Colombia 2020

A pesar de sus diversos nombres, los CDF están integrados por elementos del Frente 48 de las exFARC mafia y un grupo criminal conocido como La Constru y que InSight Crime reportó desde el 2019.

Las exFARC mafia son una serie de estructuras criminales integradas por exguerrilleros que se negaron a deponer las armas o abandonaron el proceso de paz que llevó a la desmovilización de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en 2016.

Los CDF o La Mafia como se le conoce comunmente es uno de varios grupos que ha intentado apoderar del tráfico de drogas en la frontera entre Colombia y Ecuador después de la desmovilización de las FARC.

Esta zona es estratégica en términos de cultivos ilícitos y rutas de narcotráfico. Putumayo es el tercer departamento con más cultivos de coca en el país, y el río San Miguel funciona como una autopista para el traslado de cocaína hacia Ecuador.

Con la salida de las FARC en el 2016, la economía del narcotráfico se derrumbó. Fuentes en terreno le dijeron a InSight Crime que, en su punto más bajo, el precio del kilo de pasta base de cocaína llegó a 1.3 millones de pesos (350 dólares). Hoy en día, su precio se acerca a los 2.4 millones (647 dólares).

Para reactivar el narcotráfico en la zona La Constru puso sus contactos internacionales y reactivó las redes logísticas de las extintas FARC a ambos lados de la frontera para mover los cargamentos de cocaína.

Por su parte, los exFARC mafia del Frente 48 –que, si bien no son un grupo unificado, pero trabajan con La Constru– se encargaron de la seguridad de los cultivos y cristalizaderos.

Esta alianza logró imponerse en varios municipios colombianos del bajo Putumayo como San Miguel y Valle del Guamuéz, fronterizos con la región de Sucumbíos, en Ecuador.

La Mafia, ahora Comandos de la Frontera, ha sido señalada por el asesinato de varios líderes sociales, además de varias acciones de intimidación y control sobre la población, entre ellas el reclutamiento de menores.

Aunque el acuerdo con las FARC redujo la violencia, Colombia vive un conflicto que en casi seis décadas ha opuesto a agentes estatales, guerrillas, paramilitares y narcos, dejando más de nueve millones de víctimas, en su mayoría desplazados.

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