:)

El Extranjero

El Papa pide denunciar abusos sexuales cometidos dentro de la Iglesia

En México y el mundo en recientes años han salido a la luz pública innumerables casos de abusos cometidos por sacerdotes católicos contra niños y niñas

Published

on

El Vaticano redactó un formulario para señalar el delito.

 El Vaticano, por iniciativa del papa Francisco, instruyó a los obispos a denunciar casos de abuso sexual a menores cometidos por sacerdotes a las autoridades civiles, aun si no están obligados por las leyes locales.

La orientación está dentro de un “vademecum” o guía que emitió la Congregación de Doctrina de la Fe del Vaticano. Contiene algunas de las palabras más claras respecto a reportar abusos sexuales en un documento del Vaticano.

A mediados de junio de 2020, se dio a conocer que una comisión independiente encargada de investigar los casos de pederastia en el seno de la Iglesia católica en Francia estima que en el país ha habido al menos tres mil víctimas de abusos sexuales a menores en esa institución desde 1950.

Mientras que el año pasado, la Iglesia católica en Estados Unidos contabilizó 4 mil 434 denuncias de abuso sexual cometido por miembros del clero durante el año fiscal 2018-19, el triple que el año previo, y gran parte del incremento se deriva de una serie de demandas y reclamaciones presentadas por víctimas que sufrieron abusos hace décadas, indicó el episcopado.

Estos documentos constituyen un “instrumento” destinado a ayudar a las autoridades locales de la Iglesia en la “delicada tarea de llevar adelante correctamente los casos” que impliquen a religiosos “cuando son acusados” de abusos a menores, explicó el cardenal español Luis Ladaría Ferrer, el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en un comunicado.

El Papa argentino, que ha convertido la lucha contra las agresiones sexuales en la Iglesia católica una de las prioridades de su pontificado, convocó en febrero de 2019 una cumbre sin precedentes que reunió a 115 presidentes de conferencias episcopales.

En aquella ocasión se comprometió a “dar directivas uniformes para la Iglesia”, evocando referencias legales ya en vigor en el plano civil y canónico.

Los documentos publicados el jueves no proponen nuevas reglas, ni pretenden que la justicia de la Iglesia católica reemplace a la justicia civil, subraya el Vaticano.

Lee: Cardenal pederasta sobornó a dos Papas cuando enfrentó acusaciones

El Vaticano redactó un formulario para señalar el delito. El responsable debe informar de la identidad del sacerdote sospechoso, sus diferentes ministerios, la fecha de los hechos y el nombre de la o las presuntas víctimas, las medidas adoptadas por la autoridad eclesiástica así como, en caso de procedimiento penal, el nombre del fiscal y los abogados designados.

Desde hace varios años, la Iglesia católica se encuentra en plena tormenta con las revelaciones constantes de escándalos de agresiones pederastas cometidas durante décadas por sacerdotes o religiosos, a menudo cubiertos por la jerarquía en varios países, en particular Estados Unidos, Chile o Alemania.

Documentos anteriores del Vaticano requerían que los religiosos reportaran cualquier caso de abuso a los superiores de la Iglesia, pero indicaban que se debían seguir las normas locales sobre la obligatoriedad de informar presuntos abusos sexuales a las autoridades civiles.

“Aun en casos donde no exista obligación explícita legal de hacerlo, las autoridades eclesiásticas deberían reportar a las autoridades civiles competentes si se considera necesario para proteger a la persona implicada u otros menores del peligro de más actos criminales”, indica el texto.

Si bien la cláusula no tiene fuerza plena de una ley de la iglesia y deja algo de discreción a los obispos, el lenguaje parece ser un paso significativo en respuesta a las demandas de agrupaciones de víctimas.

El manual está sujeto a futuras actualizaciones en función de eventuales cambios legislativos en el Vaticano o a las peticiones que se puedan recibir por parte de los clérigos.

Monseñor Morandi lamentó que el fenómeno de los abusos “está presente en todos los continentes”, como han demostrado los casos de Chile, Estados Unidos, Australia, por ejemplo, y la Santa Sede aún recibe “denuncias de hechos antiguos” y recientes.

Por eso defendió este esfuerzo de claridad en su tratamiento, aunque cree que no será suficiente “sin una formación adecuada, un discernimiento cuidadoso, una prevención serena, pero decidida”.

El vademécum empieza definiendo el delito: “todo pecado externo contra el sexto mandamiento (no cometerás actos impuros) del decálogo cometido por un clérigo con un menor”, entendido como toda persona menor de los dieciocho años de edad.

Lee: El Papa allana el camino para castigar abusos sexuales cometidos por sacerdotes

Sin embargo se subraya que su tipología es “muy amplia” y abarca numerosos supuestos: desde relaciones sexuales “consentidas o no consentidas” al contacto físico con intención sexual, masturbación, producción de pornografía o inducción a la prostitución.

Además recuerda que el documento papal “Sacramentorum sanctitatis tutela” (2010) ya introdujo tres nuevos delitos contra menores por “adquirir, retener y divulgar imágenes pornográficas por parte de un clérigo con un fin libidinoso”.

En sus 15 páginas se estipula detalladamente qué hacer cuando un clérigo recibe información sobre un caso de abuso, cómo valorar su verosimilitud, cuándo y cómo abrir una investigación previa sobre los hechos y el modo de cooperar con las autoridades civiles.

El presidente de la Red de Víctimas de Italia, Francesco Zanardi, explicó a la agencia Efe que este instrumento “puede ser útil” de puertas para adentro, pero no ataja algunos de los problemas de fondo.

Por ejemplo señaló que la descripción de delito basada en el sexto mandamiento sitúa a Dios como principal víctima y defendió que estos casos sean gestionados prioritariamente por las autoridades judiciales del país donde se producen.

Publicidad

Trends

Publicidad