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Baja California

Contrabando de ropa y línea blanca golpean al comercio en Tijuana

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Contrabando de ropa y electrodomésticos golpean al comercio en Tijuana

TIJUANA, Baja California. El contrabando de ropa, electrodomésticos y línea blanca de segunda mano importada de California golpean en las ventas y finanzas de unas 400 empresas afiliadas a la la Cámara Nacional de Comercio (Canaco).

“El ingreso (de ropa y electrodomésticos) no es formal, es una economía subterránea. La mayoría de los negocios que venden ropa usada y la traen… Contrabandear ese tipo de mercancías es muy común”, afirma Carlos Hernández León, presidente del Grupo Especializado de Importadores de Mercancías Populares de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Tijuana.

Se trata de un negocio para muchas personas y es algo común para la población, agrega el empresario bajacaliforniano.

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“Aquí en Baja California, en la región fronteriza, es muy común comprar cosas usadas, pero están en condiciones de nuevas y nosotros le agregamos un valor, por el reacondicionamiento que llevamos a cabo”, dice a Cobertura 360.

Para el sector de comerciantes establecidos, representa una pérdida. Los más de 400 personas miembros del Grupo Especializado no compiten en la venta de ropa usada.

“Nuestro mayor competidor es el contrabando, es la informalidad. Y no hacen algo extraordinario, simplemente hay una facilidad en la ley aduanera. Te presentas en la aduana y dices que los muebles son tuyos, pero si lo haces todos los días, la autoridad difícilmente lo puede controlar”

Carlos Hernández León, presidente del Grupo Especializado de Importadores de Mercancías Populares

El representante explica que a través de la auto-declaración (un formato y mecanismo en la aduana mexicana que permite el ingreso de mercancía, en pequeñas proporciones.

Para el ingreso de pacas de ropa (cargamentos con más de 20 kilogramos) se debe cumplir con la regulación por parte de la Secretaría de Economía, así como tener un permiso fitosanitario por parte de la Secretaría de Salud, pero es casi imposible cumplir con ella.

“Está el requisito, pero no están disponibles. Solo se puede hacer a los gobiernos de los estados y en caso de desastres naturales”, argumentó.

Más de 150 personas se acercaron al grupo especializado, en busca de obtener el permiso en Tijuana, para cumplir con los requisitos de la importación formal, sin embargo, hay factores que impidieron la formalización, precisa.

Representa una forma de vida para algunas personas como Alma Ruiz, una joven que es madre de familia de dos menores de edad, quienes están siempre vestidos de “marca”: Zapatos Nike, sweaters GAP, mochilas Adidas y pantalón Levis.

Fuera de casa ubicada en la delegación La Presa de Tijuana, en una venta de “garaje”, ofrecen los productos a bajo costo, sin pagar impuestos para realizar la venta y obtener ganancias por ella.

“Vamos al otro lado y hay lugares baratos, más baratos que aquí (Tijuana), me gusta porque de allá nos traemos varias cosas”, cuenta Alma Ruiz.

La tijuanense aprovecha para traer bolsas para dama desde Chula Vista a Tijuana.

De aquella ciudad estadounidense se traslada junto a sus dos hijos con varios kilogramos de prendas de ropa, como son zapatos, bolsas, blusas para dama y pantalones para caballero.

“Cuando ellos (los hijos) van a entrar a la escuela vamos para allá (California) y les compro todo (útiles escolares, zapatos, mochila, etc.) y me traigo para vender”.

Electrodomésticos de segunda mano

Los vendedores de mercancías de segunda no compiten en la venta de ropa usada, sí lo hacen en otros rubros y uno de ellos es de electrónica y línea blanca, informa el representante del Grupo Especializado de Importadores de Mercancías Populares.

Carlos Hernández León dijo que en línea blanca el producto más solicitado es la lavadora (oscila entre los cuatro mil y ocho mil pesos), mientras que en los muebles se trata de las camas el más demandado (desde 500 pesos hasta dos mil pesos).

“Revisamos cuales son las piezas que podrían estar dañadas del aparato y entonces las reemplazamos, le damos una limpieza, todo el proceso de sanitización que se requiere y entonces los podemos poner a la venta”.

CARLOS HERNÁNDEZ LEÓN, PRESIDENTE DEL GRUPO ESPECIALIZADO DE IMPORTADORES DE MERCANCÍAS POPULARES

El objetivo de hacer la revisión es que le productos sea eficiente y no represente un riesgo para el usuario, pero los comerciantes establecidos son cuidadosos en adquirirlos para entrega óptima, esto genera un estatus para el negocio que le permite obtener más clientes.

Desde lugares del estado de California, Estados Unidos, como son swap meet y espacios dedicados a la beneficencia, los comerciantes trasladan a Tijuana los aparatos, comenta Hernández León.

“Que esté en condiciones de usar, que no esté viejo, que si le tienes que hacer una reparación, sea posible y que esté en buen precio, si no, no se adquiere”.

Un valor en aduanas por ocho millones de pesos mensuales representan las transacciones que se hacen por los artículos de segunda, en la región fronteriza, que abarca Baja California, Baja California Sur, una ciudad en Sonora, Jalisco, Sinaloa y otra en la Ciudad de México, señala.

Por la aduana de Tijuana se puede ingresar mercancía hasta por un pago de impuestos de mil dólares (alrededor de 18 mil pesos), precisó, lo que hace más difícil detener la competencia desleal de artículos usados en la frontera.

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