Margarita Ríos-Farjat dice que es penoso llamar terrorista al SAT

Margarita Ríos-Farjat, jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), aseguró que su estrategia para cobrarle impuestos a los contribuyentes no espanta a las inversiones, así como no les preocupa que los vean como inquisidores.

“No nos amilana que nos vean como inquisidores, tenemos la puerta abierta para todos y siempre escuchamos y tenemos las reglas claras. Si nosotros somos inquisidores es que ya desaparecieron los otros poderes del estado”

Margarita rios-farjat, jefa del Servicio de Administración Tributaria.

La encargada del SAT descartó que el trabajo de fiscalización espante a los inversores, tal y como ayer acusó la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), pues la tarea del fisco en cualquier parte del mundo es fiscalizar.

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“Las instituciones deben dar certidumbre. La manera que no haya excepciones es que haya un piso parejo”, subrayó al término de una reunión con los industriales de la transformación.

Además, Ríos-Farjat afirmó que los cuestionamientos al trabajo realizado por el órgano desconcentrado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) puede ser debido a la ignorancia de las leyes fiscales.

“También puede haber ignorancia de las leyes, lo cual es muy penoso. Decir que somos terroristas es como ignorar toda la legislación que tenemos sobre nosotros. Lo mejor que podemos hacer es un trabajo apegado a la ley, a la norma y salir adelante.

Los dimes y diretes entre Coparmex, el CCE y el SAT se debe a la decisión de suspender la compensación universal, una medida criticada por los empresarios.

“Nos preocupa cualquier tipo de esquema fiscal, con el que puedan pagar justos por pecadores, sin que necesariamente se esté remediando el problema original de combatir la evasión de impuestos”, dijo Gustavo de Hoyos, presidente de Coparmex.

En su mensaje semanal La Nueva Inquisición Fiscal, el empresario manifestó que el SAT –reconvertido en una especie de juzgado– podrá calificar la estrategia como positiva o declararla ilegal, en un proceso que puede prolongarse hasta los ocho meses.

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El SAT argumenta que la medida se debe a que la tendencia en el uso de facturas falsas iba en incremento.

“Lo que hemos intentado es convencer de que quitando ciertos párrafos a la Ley viene siendo igualmente valiosa, pero no como está ahora, que asusta a los contribuyentes y a la inversión”

Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial