Menchú pide perdón a la Tierra

La Premio Nobel de la Paz guatemalteca (1992), Rigoberta Menchú, pidió tres veces perdón a la Tierra, durante una protesta alterna a la cumbre que se celebra desde hoy y hasta el domingo en Mérida, Yucatán.

“Perdón por ensuciarla, perdón por no cuidarla, perdón por destruirla”, dijo la Nobel guatemalteca durante su participación en una protesta organizada en Mérida en el marco de la huelga mundial contra el cambio climático.

Con una gorra azul para protegerse del intenso sol y soportando un calor de asfixia, Menchú ofició la llamada ceremonia del sagrado fuego, que los mayas celebran cada 20 días para “pedir perdón a la Madre Tierra”.

Junto a ella otros diez Nobel de la Paz, quienes participan en Mérida en la 17 edición de la Cumbre Mundial de los Premios Nobel de la Paz, la seguían y un grupo de jóvenes miraba con admiración y no podrían creer la presencia de 11 Nobel de la Paz reunidos juntos en Mérida.

 Los Nobel de la Paz, que desde el jueves se reúnen en esta hermosa ciudad de rica herencia colonial y maya, se sumó a los jóvenes estudiantes que detuvieron el tráfico en el céntrico Pasaje de Montejo, al pie del Monumento a la Patria, para exigir acciones contundentes contra el calentamiento del Planeta.

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Entre los participantes, Juan Manuel Santos, expresidente de Colombia; Lech Wałęsa, ex presidente de Polonia; el ex primer ministro irlandés David Trimble; Kailash Satyarthi, activista indio por los derechos de los niños; la jurista iraní Shirin Ebadi; las activista yemení Tawakkul Karman y de Liberia Leymah Gbowee y la catedrática estadounidense Jody Williams, encargada de movilizar a sus colegas del Nobel hasta la céntrica plaza.

Cada uno leyó un párrafo de un manifiesto en el que urgen a los líderes mundiales a mantener un mayor compromiso a favor del planeta. “Nos unimos al llamado para terminar con la era de los combustibles fósiles y exigir justicia climática para todos”, resaltó Santos.

“Estoy muy orgullosa de los jóvenes que están haciendo un gran trabajo para detener el cambio climático. Sé que tienen un gran futuro”, dijo al diario español EL PAÍS, la Nobel Karman, mientras abrazaba y se tomaba fotos con una juventud.

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Tras las palabras de sus colegas, Rigoberta Menchú, vestida con ropa tradicional maya, colocó velas y ramos de flores en el suelo y arrodillada ha pedido tres veces perdón a la Tierra. “Perdón, abuelos y abuelas, porque no hemos cuidado a nuestra madre. Queremos que se sane la madre a la que hemos golpeado”.