:)

Inteligencia Artificial

De lo colectivo a lo íntimo, John Douglas y el viaje solista tras décadas de indie rock

John Douglas es uno de los miembros más longevos de Trashcan Sinatras.

Published

on

John Douglas es uno de los miembros más longevos de Trashcan Sinatras.

Internet ha posibilitado una comunicación global, pero de forma parcial, especialmente en lo que respecta a bienes culturales. En el caso del indie rock, la web ha ayudado a dar visibilidad a propuestas con el favor del mainstream, dejando de lado otras más independientes que no lograron integrarse a la “globalización”.

Un ejemplo de esto es Trashcan Sinatras, una banda escocesa de indie rock, conocida entre los iniciados por la fina manufactura de su música, similar a artistas como Teenage FanclubThe Ocean Blue o The Go-Betweens.

Lee: Chile premia a sus destacados artistas escénicos y músicos por su aporte a cultura

A pesar de mantenerse activos desde 1986 y de contar con una considerable cantidad de grabaciones, su reputación no logró expandirse a Norteamérica ni al resto del continente.

Por eso, tuvimos la oportunidad de conversar con John Douglas, uno de los miembros más longevos de esta agrupación, quien además publicó su primer disco solista hace apenas un año, tras más de tres décadas dedicándose a la música.

John, has hecho música durante más de 30 años, ¿por qué hasta 2023 lanzaste tu primer álbum solista?

Siempre he estado inmiscuido en varias cosas relacionadas con los Trashcan Sinatras, incluso ahora terminamos de grabar algo nuevo, pero también atravesé un periodo de bloqueo creativo. No podía escuchar ninguna canción nueva. Luego comencé a tocar la guitarra con la idea de grabar cualquier canción que saliera, yo solo, con mi voz y mi guitarra. Además, tuve algunos problemas de salud que me hicieron ver lo valioso que es el tiempo, así que volví a mantenerme ocupado y a aprovechar mi talento y la inspiración que llegaba.

¿Por qué incluiste nuevas versiones de algunos tracks de los Trashcan Sinatras?

Cuando empecé, primero di algunos shows con las canciones nuevas que tenía y otras que fui guardando a lo largo de los años. Al mismo tiempo, quería incluir algunas canciones de los Trashcan que he tocado durante tanto tiempo, porque eran canciones que podía interpretar muy bien, con la confianza que eso te da.

Una de las canciones que más nos llamó la atención fue “I’m not the fella”. ¿Qué nos puedes contar sobre ella?

Esa es una canción que incluimos en el disco Wild Pendulum. Me gusta mucho porque habla de un período en mi vida cuando tenía 20 años. Tuve una relación de seis o siete años, algo que no a todos les sucede. Fue una relación de la que aprendí mucho, aunque cuando terminó, durante un buen tiempo, no quise tener relaciones profundas.

¿Cómo fue trabajar con Mark Freegard (New Model Army, Lush, The Breeders, Marillion) en este álbum?

Él vive en Glasgow y ha trabajado en varios discos de mi esposa, Eddi Reader. Como yo era músico invitado en esas sesiones, pude ver lo bueno que era para grabar a los músicos. Desde la primera vez que pensé en grabar un disco por mi cuenta, pensé en él. No hay muchos ingenierostan profesionales como él aquí. Fue muy fácil trabajar juntos: después de la tercera toma de cada canción, pasábamos a la siguiente, y en unas cuatro horas ya habíamos terminado.

¿Crees que el carácter íntimo e introspectivo de este álbum refleja el momento por el que estás pasando actualmente?

Es posible. De todos modos, creo que está ligado al formato de tocar sólo con guitarra y voz, lo que consigue algo muy personal e íntimo, aunque me gusta pensar que el disco tiene algo de variedad.

También incluyes una canción original de Prefab Sprout, ¿por qué?

Porque es un tema que he estado tocando durante mucho tiempo, desde que tenía unos 20 años y salía a tocar en la calle. Es una canción que no se escucha muy a menudo allá afuera, aunque por acá son una banda bastante conocida. El tema del que habla es bastante universal: el tipo que ya es algo mayor y que se obsesiona con un viejo amor. Creo que es algo muy honesto, porque todos pueden identificarse con el pasado y con los errores que cometieron.

Te recomendamos: Javier Ramírez “El Cha!” pasó de ser un estudiante de odontología a bajista de distintas bandas de rock

Por cierto, en la versión de Bandcamp de este disco incluyes dos temas exclusivos para esa plataforma. ¿A qué se debe esto?

Eso es porque Bandcamp es uno de los pocos lugares donde el artista realmente obtiene un retorno económico decente. Es un espacio donde aún podemos ganar algo de dinero después de los costos de producción, mientras que en el resto de plataformas no hay mucho retorno, porque así es el mundo del streaming.

¿Qué nos puedes decir sobre tu banda? ¿Cómo pinta el futuro para los Trashcan Sinatras?

Como te decía, ya terminamos las grabaciones del nuevo disco, ahora falta mezclarlo y averiguar cómo lanzarlo. Es un disco realmente bueno; disfruté mucho hacerlo porque está lleno de guitarras eléctricas, en contraste con la faceta íntima de mi disco solista. En cuanto a los escenarios, no creo que hagamos muchas giras, por la naturaleza actual de nuestras vidas: todos tenemos familias y algunos incluso niños o trabajos extra, lo que complica un poco las cosas.

Por cierto, anteriormente salieron de gira para tocar sus dos primeros discos íntegros, ¿cómo fue esa experiencia?

Fue muy divertido volver a estar juntos tres de nosotros y revisitar las viejas canciones, porque esos fueron discos muy importantes para nosotros y para mucha gente que todavía nos escucha. En su momento, esos discos atrajeron a mucha gente a lo que hacíamos. Fue divertido y también algo nostálgico.

Hablando de esa época, siempre quise preguntarte por “Osscurity Knocks”. ¿Cómo surgió esa canción de su primer álbum, que hasta la fecha sigue siendo una de las más populares de la banda?

Fue curioso porque surgió como una especie de rompecabezas: alguien tenía un ritmo o un verso, otro agregaba una cita, alguien más un tambor, y así, hasta que lo tocábamos todo en una habitación y evolucionaba hacia algo más. Ese ritmo parecía algo inusual y los riffs de guitarra eran tan emocionantes que ayudaron a que todo encajara. En cuanto a las letras, éramos jóvenes tratando de impresionar con esa poesía y pasión propia de la juventud… Básicamente, intentábamos ser poéticos, pero también tan divertidos e inteligentes como podíamos en ese momento.

Antes de terminar, ¿hay algo que te gustaría decirle a tus seguidores en México? Porque creo que nunca han venido a tocar aquí.

Te puede interesar: Lira n’ Roll: 40 años de historia en el movimiento del rock urbano

No, tristemente nunca hemos ido. Lo más cerca que estuvimos de México fue una vez que tocamos en San Diego, en un lugar llamado The Coach House, donde antes del show se acercaron unas chicas de México con las que pudimos charlar. Estábamos muy contentos de que alguien se hubiera esforzado por cruzar la frontera sólo para vernos esa noche. Siempre hemos visto a México como un lugar muy misterioso, con historias de Zapata, su comida y su historia. No perdemos la esperanza de poder ir a tocar un día, ojalá que se pueda.

Alejandro Castro | El Sol de México

Publicidad

Trends

Publicidad