Crecimiento vertical de Mazatlán, un nuevo reto para el cuerpo de bomberos

En Mazatlán está de moda construir hacia arriba, en el 2022 la Asociación Mexicana de Profesionistas Inmobiliarios apuntaba que había una proyección de 150 desarrollos en el puerto con inversiones a dos, tres y cuatro años, predominando los edificios verticales principalmente en la avenida Del Mar, Zona Dorada y Cerritos.

Datos más recientes revelan que actualmente hay 135 desarrollos en proceso, de los cuales 89 son departamentos turísticos verticales.

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Estos proyectos de construcción tipo torre no sólo deben ser bonitos y rentables, sino también seguros, señala el comandante del H. Cuerpo Voluntario de Bomberos, Edgar Peinado Beltrán. Y es que el acelerado crecimiento vertical en la ciudad ha puesto en alerta a este cuerpo de auxilio.

“Hay que reconocer que sí se están construyendo riesgos con las torres verticales, en donde había una casa, ahora hay una torre de 20 niveles, eso significa que aumenta el riesgo, donde habitaba una familia de cinco personas, ahora hay 200″, señaló.

Los edificios de altura representan grandes desafíos desde el punto de vista de seguridad contra incendios; la evacuación de una gran cantidad de personas, la implementación de un sistema de detección y alarma efectivo, la compartimentación vertical y horizontal, la dificultad que enfrentan los bomberos para acceder a los pisos más altos, son sólo algunos de los puntos a tener en cuenta en las estrategias de protección.

Entre la maquinaria de operaciones la corporación cuenta con dos camiones escalera con una altura máxima de 105 pies (32.004 metros), esta medida es la más grande a nivel mundial, con la cual nunca llegarían a un piso 20 en caso de un incendio, además de que se tiene que tomar en cuenta otras variantes como la infraestructura de la misma torre que permita el acceso del equipo.

Prevención y edificios autosuficientes

La planeación de estas torres es primordial, los desarrolladores deben trabajar en la prevención de emergencias en edificios verticales.

“¿Cómo los vamos a hacer seguros?, utilizando técnicas de construcción adecuados, materiales de construcción adecuados, con la calidad suficiente para soportar una emergencia”.

“Que esté planeado estratégicamente por si después de todas las medidas de seguridad de todos modos puede pasar algo, nada está exento que se queme, pero sí hay acciones que pueden minimizar la posibilidad de que se desarrolle un incendio“, explicó.

Los edificios deben estar equipados para ser autosuficientes en la atención de una emergencia; contar con sistemas y tecnologías para que si se genera un incendio no crezca, compartimentos separados para limitar la propagación de fuego, humo y gases.

“Los extintores manuales que normalmente se están colocando necesitan de una persona para que se activen. Si por desfortuna no hay nadie en el piso 20 en un incendio y ahí hay que subir desde el sótano, ese incendio ya no se podrá controlar“.

“Son nuevas tecnologías que a lo mejor en Mazatlán no estamos acostumbrados a tener después de lo que se requiere”, añadió.

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De la normatividad

A la dirección de Planeación del Desarrollo Sustentable le toca la parte de revisar en proyecto (planos), de acuerdo a la normatividad vigente en materia de construcción, que los desarrollos tengan un sistema contra incendios, los cuales normalmente los elaboran empresas especialistas, indicó el director de esta dependencia, Paúl Wenceslao Galindo Maldonado.

Este, detalló, se compone por una cisterna con agua destinada exclusivamente para la red de sistema contra incendios; también se pide el cálculo de la tubería, la presión, y la ubicación exacta de los hidrantes en cada uno de los niveles.

“Por la envergadura de estos proyectos siempre requieren un corresponsable de seguridad estructural o en instalaciones electromecánicas e hidrosanitarias, ellos están adquiriendo un responsabilidad al firmar un proyecto que revisaron, y revisan durante la ejecución de la obra, de que este tipo de servicios o de instalaciones se están cumpliendo“, detalló.

Independientemente de la licencia de construcción que esta dependencia emite, para que un edificio de este tipo pueda operar, al terminar de construir tiene que solicitar una licencia de terminación de obra, posteriormente personal de Protección Civil, municipal o estatal, acude a realizar un dictamen de inspección.

“Ahí es donde interviene con mucha más observancia Protección Civil, tienen que hacer un dictamen de inspección como tal a los edificios, en los que revisan que el sistema contra incendio realmente funciona“.

Tras está inspección se dictamina si el edificio puede empezar a operar o no.

Sobre el tipo de materiales utilizados en la ejecución de la obra, el arquitecto aclaró que la normatividad no los faculta para observar o exigir cuáles sí y cuáles no, sino que los estándares de calidad viene desde el proveedor, es decir, para que cierto material pueda comercializarse debe de cumplir con normas oficiales, por ejemplo el retardo o resistencia ignífuga, que es la resistencia al calor y fuego.

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Rebasados por el desarrollo

La tendencia de crecimiento es hacia el norte, confirmó Leticia Fuentes Alvarado, titular del Instituto Municipal de Planeación, a la par que menciona que la ciudad no está mal planeada como se dice.

Sino que está mal ejecutada, por ello se quiere procurar que no sean los desarrolladores los que determinan hacia dónde y cómo deben crecer Mazatlán, y que sean más bien los diferentes estudios y planes de ordenamiento los que lo indiquen.

“Lo que nosotros hacemos es planear cómo debe ser la ciudad o el municipio, en dónde es riesgoso ponerse, por qué no se vale hacer tantísimos niveles en determinado lugar, en qué áreas debe haber escuelas, en qué lugar debe haber hospitales, nosotros vemos todo lo relacionado con el territorio, de cómo podría funcionar mejor”, mencionó.

El gran detalle es que en esta zona de mayor crecimiento vertical no hay ninguna estación de Bomberos y pese a que la corporación está en su mejor momento de equipo, se ven rebasados por el desarrollo.

Peinado Beltrán consideró que la situación va más allá de los Bomberos y que la misma preocupación la deberían de compartir las autoridades involucradas en la planeación y ejecución de la ciudad, pues incluso no se les contempló para la elaboración del nuevo Reglamento de Construcción y son pocos los desarrolladores que los buscan una opinión técnica.

“Dentro del plan de desarrollo deben de estar incluidos los bomberos y los servicios de emergencia en general, esa es la vulnerabilidad que yo veo“, sostuvo.

Así mismo, informó que existen varios códigos internacionales del Sistema de Gestión de Seguridad del Edificio por la Asociación Nacional de Protección Contra el Fuego (NFPA en inglés) y que en Mazatlán hay casos de éxitos de cadenas hoteleras que echan manos de estos códigos.

Mientras tanto este cuerpo de auxilio y rescate se prepara y entrena de manera constante para cuando se llegue a presentar una situación de este tipo.

Ante esta problemática Galindo Maldonado aseguró que se ha estado pidiendo como una condicionante a los desarrolladores donar espacios para el equipamiento urbano, al igual que Jumapam para cárcamos de bombeo o tanques auxiliares y la CFE para subestaciones eléctricas.

Códigos NFPA

Todos los edificios de gran altura tienen que ser protegidos con sistemas de rociadores automáticos, contar con un sistema de comunicación de emergencia, instalar conexiones para mangueras en lugar de gabinetes, elaborar un plan de emergencias donde se establezcan los procedimientos a seguir en caso de un incendio.

Las torres más altas

• “Camino al Mar”, en Zona Dorada, con 28 niveles y 125 metros de altura
• Torre de condominios “Península”, en la avenida Sábalo Cerritos, con 85 metros de altura.

Lo que viene

• “Nereo The Black Tower of the Sea”, en avenida Del Mar 90 metros de altura.
• Stelarhe, en avenida Del Mar, con 135.2 metros de altura.

Para saber

El incendio más alto que se ha atendido hasta el momento en Mazatlán ha sido en un piso seis. La causa fue una falla eléctrica.

Carla González | El Sol de Mazatlán