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Guanajuato

¿Conoces quiénes son Los guardianes de la historia de Irapuato?

Han rescatado y difundido información histórica del municipio para fortalecer el sentido de identidad y pertenencia

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IRAPUATO, Guanajuato. Sólo son cuatro personas y en redes sociales los llaman Los guardianes de la historia de Irapuato, por recopilar fotos, datos, documentos, historias orales comprobables e incluso hasta cruces genealógicos para demostrar que sí hay crónica y que es más rica de lo que se piensa.

Ellos son Jesús Arévalo Rosales, Eduardo Garnica Magaña, Marlén Jácome Martínez y Avril Nava Zepeda, un grupo multidisciplinario que ha logrado posicionarse como quienes se han tomado en serio la tarea y el objetivo de rescatar la historia de Irapuato.

La idea es que las y los irapuatenses no sólo conozcan cómo se gestó la ciudad que no fue fundada, que se formó por migrantes y migrantes de todas las épocas, evolucionó y entonces se logre ese sentido de pertenencia e identidad de este lugar que además ha resistido más de dos docenas de inundaciones, dos pandemias, revoluciones, cambios de gobiernos y sin embargo sigue de pie.

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Arévalo Rosales, fundador de este trabajo de recopilación de la historia irapuatense desde 2012, recordó que todo inició con la creación de una página de Internet, en donde comenzó a recopilar de a poco la historia del municipio.

Recordó que entre los primeros materiales con los que contó fueron una donación de alrededor de 150 fotografías realizadas por Antonieta Rotllán Zavala y aunque al principio todo fue realizado de manera empírica, poco a poco el acervo de Irapuato de Mis Recuerdos comenzó a ser clasificado de una manera más profesional, al grado de que ahora son más de 150 mil archivos, entre documentos fotografías, historias, referencias, clasificadas en unas 400 carpetas.

La primera etapa de Irapuato de Mis Recuerdos iba viento en popa, pero Jesús Arévalo recordó que la página le fue hackeada y en algún momento pensó en desistir del proyecto.

“Me fastidié mucho por esa situación, estuve a punto de abandonar el proyecto. Todo el trabajo se había ido a la basura y era frustrante eso”, recordó.

Sin embargo, como si de una señal se tratara, un día, al postear en sus redes sociales una fotografía del extinto Centro de Convivencia Familiar y en donde relataba un poco de su historia y de lo que ahora era ahí, el comentario de un connotado lo hizo cambiar de parecer y empezar desde ceros de nueva cuenta. “El mensaje decía ‘no desistas’ y me impresionó mucho. Era de Salvador Almaraz López”, relató.

Jesús Arévalo volvió a emprender el proyecto, pero sabía que tenía que haber más candados para éste, desde tener bien aseguradas las contraseñas de la página hasta pasar por un proceso de registro del nombre, por lo que “Irapuato de Mis Recuerdos” es una marcha registrada.

Nadie puede hacer uso de ella y qué bueno, pues nadie podría ni debería hacerlo con la pasión con que “los guardianes de la historia de Irapuato” lo hacen.

Para 2018, Jesús Arévalo conoció al arquitecto Eduardo Garnica, quien en el Colegio de Arquitectos de Irapuato ya hacía algunos trabajos de rescate de la historia del municipio, algunos incluso propuestos a la autoridad municipal para que le diera seguimiento, pero como suele suceder, a veces desde la sociedad civil surgen proyectos de mayor visión y largo alcance.

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Jesús Arévalo y Eduardo Garnica hicieron click y no era para menos, pues el objetivo era el mismo: recuperar la historia de Irapuato para generar el sentido de identidad y pertenencia.

Eduardo Garnica, para entones, ya había hecho una defensa de inmuebles históricos, como el complejo habitacional que otro irapuatense, Enrique del Moral, realizó en Irapuato y que sirvió como base para las viviendas de interés social a realizar en el país, y por ello sostenía que era necesario conocer para defender.

 “Vimos muchos inmuebles con valor histórico ser derribados, algunos por ignorancia, otros por actos que pueden rayar en la corrupción, pero si hubieran sabido del valor de esos inmuebles, tal vez los hubieran preservado.

De ahí que es importante conocer para defender, porque lo que no se conoce, lo que se ignora, simplemente no importa, aunque tenga mucho valor histórico y hasta sentimental”.

Y así empezó a tomar más fuerza “Irapuato de Mis Recuerdos”, que además sumó a otra integrante, la maestra Marlen Jácome, quien aportó su conocimiento en genealogía, entonces se conformó un grupo multidisciplinario, donde junto con la historia y la arquitectura dio para empezar a recuperar la información desde y con diferentes aristas, lo cual la ha hecho más profesional, más enriquecedora.

Avril Nava es la más joven del grupo y la última en unirse “Irapuato de Mis Recuerdos”, pero a decir de Jesús Arévalo y Eduardo Garnica, es quien está trazando la ruta para que la información recopilada y publicada pueda salir por distintos canales y nuevas redes sociales.

Además, ella llegó a aportar sus conocimientos en fotografía no sólo para documentar y recrear algunos pasajes de la historia del municipio, sino también para coadyuvar con ideas nuevas y frescas para llegar a otros públicos.

Una de las fotos más antiguas con que cuenta el grupo de Irapuato de Mis Recuerdos data de 1855 y es del Templo del Hospitalito, lo cual da una idea del rico acervo histórico con que cuentan, así como una del decreto por el que la Emperatriz Carlota dona la Fuente Florentina para la población irapuatense y a partir de ese documento y con el conocimiento que todo el grupo tiene rompieron el mito de que esta fuente tenía a su gemela en la ciudad de Guanajuato capital.

De acuerdo con los integrantes de Los guardianes de la historia de Irapuato, precisamente ese es otro de los objetivos de Irapuato de Mis Recuerdos: romper mitos, pero también reforzar las historias que sí son verídicas con datos sustentables.

Uno de los mitos que han logrado romper y que a muchas personas les ha causado entre enojo y decepción es la existencia de túneles en Irapuato.

“En 2008 hubo un estudio muy serio que justamente buscaba ello, encontrar los túneles y si eran hallados, explotarlos como un atractivo para Irapuato y se hicieron búsquedas, exploraciones, se siguieron aquellos lugares en donde decían que existían y no los hubo”, recordó Eduardo Garnica.

También, con documentos reales y oficiales, han echado por la borda aquellas historias de que debajo del edificio de la zapatería Destroyer hay túneles, cuando ese edificio es contemporáneo o que había los túneles en la Presidencia Municipal.

Pero cuando hablaron con el arquitecto Xavier Martín Ruiz, uno de los implicados en la construcción de la Plaza de los Fundadores, éste les dijo que efectivamente, que no había tales construcciones en esa zona en donde trabajó.

Irapuato ha tenido 29 inundaciones, ¿cómo iba a aguantar la construcción de un sistema subterráneo, que aparte de eso, tampoco tiene las condiciones para sostener que conectaban a templos o haciendas, cuando Irapuato tiene trazos tan particulares que lo hacen imposible?”, cuestionaron Eduardo Garnica y Jesús Arévalo.

Los guardianes de la historia de Irapuato confiesan que les gustaría que existieran esos túneles, pero al no haberlos, tampoco se tiene que fomentar ni difundir una mentira que no abona al sentido de la identidad y pertenencia irapuatense.

Por ello, la frase de “¿cuánta historia de Irapuato y de qué tipo quieren?” se ha vuelto común en las publicaciones de la página de Facebook de “Irapuato de Mis Recuerdos”, pues pocos saben que Irapuato tuvo una base aérea en la zona de la colonia Rodríguez, que Ramón Barreto de Tábora fue el benefactor para que Irapuato comenzara a ser lo que hoy es y que en dos ocasiones le quitaron el nombre a calles de la zona centro irapuatense.

Que Irapuato en dos ocasiones fue sede de los poderes de la República o que incluso Álvaro Obregón, desde Irapuato, delineó la victoria de sus tropas y que en una ocasión, cuando salió del Palacio Municipal y preguntó por la hora, porque le pareció raro que no hubiera un reloj en la zona centro, decidió donar un reloj a la ciudad y ahí nació la primera Torre del Reloj de Irapuato.

“Irapuato de Mis Recuerdos” ha logrado posicionarse como un medio de consulta fidedigno de la historia del municipio. No por nada en loque va de 2023 ha roto sus propios récords de visitas e interacciones y ello sólo demuestra una cosa:

Que sí hay irapuatenses interesados en su historia, que también hay mucha historia de Irapuato y que este grupo, a quienes entre muchas preguntas que les hacen, una de las más comunes es “¿y a qué hora duermen?”, tiene mucho trabajo por delante, sobre todo porque hay muchas personas dispuestas a leer, compartir, disfrutar y hasta colaborar para que la historia de Irapuato sea más conocida, más apreciada, más difundida.

Oscar Reyes | El Sol de Irapuato

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